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Los Eagles buscan mayor velocidad en el segundo año de Chip Kelly

MÉXICO -- La primera suposición lógica que se hizo cuando el entrenador en jefe Chip Kelly arribó a Philadelphia en el 2013 fue que los Eagles podrían convertirse en la edición profesional de los Oregon Ducks, quizás incluso en una versión más rápida.

La realidad mostró otra cosa.

Los Eagles promediaron "apenas" 65.4 jugadas ofensivas por encuentro, colocándose en el lugar Nº 12 de la NFL y más lejos del equipo Nº 32 (Dallas Cowboys, 59.8) que del Nº 1 (Denver Broncos, 72.1). Incluso, Philly ejecutó menos jugadas por encuentro en el 2013 que en el 2012 (67.4), bajo el entonces entrenador en jefe Andy Reid.

Kelly, mientras tanto, se pasó la temporada tratando de explicar que no se trataba de apresurar a la ofensiva sólo por el hecho de la velocidad y que era más importante dictar el ritmo del juego, aun si eso significaba bajar de tiempo en tiempo las revoluciones.

Sin embargo, de cara a su segunda temporada en la NFL y con la mayoría de sus jugadores familiarizados con su sistema y el lenguaje del mismo, además de algunas adiciones interesantes, calculo que podemos esperar ver a Kelly ahora sí apretando un poco más el acelerador ofensivo en Philly.

LA ADICIÓN CLAVE
Es difícil pensar en un jugador veterano de la NFL --y que no haya jugado para Oregon a nivel universitario-- que se pudiera acoplar mejor al backfield de los Eagles detrás del titular LeSean McCoy, que Darren Sproles, adquirido procedente de los New Orleans en un canje que costó una selección de quinta ronda del año entrante.

No se trata únicamente de destacar lo que aporta Sproles en equipos especiales devolviendo patadas de despeje, o su valía como corredor de tercera oportunidad como válvula de escape. Sproles brilla en ambos roles y no hay duda de que tendrá mejores números que los del jugador que reemplaza en la plantilla de Philadelphia, Bryce Brown.

Sin embargo, lo que realmente me llama la atención es lo que puede idear Kelly con dos corredores en el backfield al mismo tiempo: McCoy y Sproles. Kelly utilizó diversas formaciones de doble corredor en Oregon, la mayoría desde formaciones escopeta y pistola, y fue efectivo con ellas tanto por tierra como por aire. En particular, estoy ansioso por ver cómo puede incorporar jugadas de triple opción al ataque de Philly, con la posibilidad de entregar el ovoide a cualquiera de los dos corredores o lanzar. La "zone read option" pierde efectividad si el mariscal de campo no representa una amenaza seria para quedarse con el ovoide y correr, y puede ser el caso con Nick Foles. Los Eagles pueden recuperar esa dimensión extra con el corredor adicional, aunque está claro que van a perder a un bloqueador campo abajo en el proceso.

De cualquier manera, la incorporación de Sproles en el ataque de Kelly será uno de los aspectos más interesantes a seguir en Philly.

LA MAYOR PÉRDIDA
Los detalles acerca del corte del receptor abierto DeSean Jackson siguen sin ser claros del todo, a pesar de que han pasado más de tres meses después del hecho. Jackson viene de su mejor campaña estadística en la NFL y su tercer viaje al Pro Bowl, lo que solamente suma al misterio.

Lo cierto es que la baja de Jackson en Philly llegó horas después de que se publicara una pieza en NJ.com acerca de un posible vínculo entre el receptor abierto y pandilleros. La NFL investigó el asunto y determinó que el corte de Jackson se debió únicamente a motivos relacionados con el fútbol americano.

Lo cierto es que además del reporte del supuesto vínculo de Jackson con pandillas, algo que el jugador ha negado vehementemente, también surgieron múltiples reportes que pintan la conducta de Jackson en el equipo de un modo desfavorable, incluyendo berrinches de vestidor, insultos hacia Kelly e insubordinación.

Sea cual fuere el motivo o los motivos que condujeron a la salida de Jackson del equipo, los Eagles van a echar de menos sus 82 pases para 1,332 yardas y nueve touchdowns. Además, Philly fue el equipo que lideró a la liga el año pasado en jugadas aéreas de 20 yardas o más, y buena parte de ello se lo deben a Jackson, ya sea en sus jugadas como en las instancias en que acaparó la atención defensiva abriendo espacio para sus compañeros.

Con Riley Cooper y Jeremy Maclin --quien regresa de una severa lesión de rodilla que le hizo perderse la campaña pasada-- anotados como titulares en la posición de receptor abierto, está claro que no existe un jugador de los Eagles en la posición capaz de compensar por completo lo que producía Jackson.

EL DIAGNÓSTICO
Ron Rivera ganó el premio entregado por The Associated Press al Entrenador del Año en el 2013 por su trabajo frente a los Carolina Panthers, pero Kelly habría sido un candidato justo. Los Eagles se coronaron en la NFC Este y regresaron a playoffs después de dos años de ausencia.

Sproles aportará una nueva dinámica a un backfield que ya contaba en McCoy con el líder corredor de la NFL del 2013, pero no nos debemos sorprender si el equipo pierde verticalidad sin Jackson. Dos receptores que llamarán la atención son los novatos Jordan Matthews y Josh Huff, aunque ninguno posee la explosividad pura de Jackson. Huff es particularmente interesante porque jugó para Kelly en Oregon, por lo que su transición en términos de terminología debe ser menos problemática que la de Matthews.

Defensivamente, la llegada de Malcolm Jenkins ayudará en la posición de profundo, donde los errores han superado a los aciertos en los últimos drafts de Philadelphia. Además, llega el apoyador Marcus Smith, reclutado sorpresivamente por Philadelphia en la primera vuelta del draft. Si el producto de Louisville cumple con las expectativas de lo que pagaron los Eagles por él, podría reemplazar a Connor Barwin en la alineación titular, al lado opuesto de Trent Cole.

Las piezas parecen estar en su sitio para que los Eagles revaliden su corona divisional, aunque es de esperarse que los Washington Redskins y New York Giants, sobre todo, salten con mejores equipos con respecto a lo que mostraron el año pasado.