EFE 10y

Van Gaal no está de acuerdo en jugar un partido por el tercer lugar

RÍO DE JANEIRO-- "Más allá de perder 7-1 o perder en penaltis, los partidos por el tercer puesto no deberían ser jugados y eso vengo diciéndolo desde hace quince años". Louis Van Gaal, visiblemente contrariado mostró, después de perder con Argentina, su indignación por tener que jugar un partido que cerrará su ciclo en Holanda y que jamás quiso disputar. Pero lo tendrá que hacer.

Es el precio que tendrá que pagar por no haber conseguido conducir a su selección hacia la cuarta final de la historia en un Mundial. Fueron los penaltis, después de un 0-0 tedioso, los que dieron por finiquitado un ciclo que comenzó el 6 de julio de 2012 tras la destitución de Bert van Marwijk. Ese día, comenzó la segunda etapa de Van Gaal al frente de la "oranje".

Ahora tendrá que cerrarla por la puerta de atrás, después de intentar conseguir el primer Mundial para Holanda sin éxito. Se quedó a las puertas de la gran final pero no pudo abrirlas. Su país, de nuevo, se quedará sin título. Lo perdió en el último partido de Alemania 1974, de Argentina 1978 y de Sudáfrica 2010. Cuatro años después de la última intentona, ni siquiera llegó a la final.

Van Gaal hará las maletas para dirigir al Manchester United e iniciar una nueva etapa. Se llevará a parte del cuerpo técnico de Holanda, incluido el preparador de porteros Frans Hoek, uno de los protagonistas ocultos del Mundial en los cuartos de final de la competición.

Es su segundo fracaso al frente de su selección. De nuevo, no pudo superar los dos años en el banquillo. Cuando llegó al cargo en 2000 después de firmar un contrato hasta 2006, dijo adiós prematuramente tras no clasificar a Holanda para el Mundial de Corea y Japón. Es el único gran torneo para el que no ha conseguido un billete la "naranja mecánica" desde su ausencia en México 1986. Aquello dejó un punto negro en la carrera de Van Gaal.

Ahora, dejará a un equipo que tendrá que afrontar una pequeña renovación para los próximos cuatro años. Entonces, en el Mundial de Rusia, algunos jugadores clave en Brasil tendrán 34 años. Con Arjen Robben, Wesley Sneijder y Robin Van Persie, se despide definitivamente una generación que tendrá que dar paso a otra.

Ese será el mejor legado de Van Gaal. El mejor ejemplo de que la palabra renovación es una realidad se puede ver en su primera alineación del Mundial.

Desde la final de Sudáfrica que cerró con la derrota ante España hasta el partido ante los hombres de Vicente Del Bosque cuatro años después, sólo repitieron en la alineación cuatro futbolistas: Sneijder, Robben, Van Persie y De Jong.

El resto, desapareció: Stekelenburg, Van de Wiel, Heitinga, Mathijsen, Van Brockhorst y Van Bommel dejaron de contar para el combinado naranja.

Por contra, Van Gaal comenzó a moldear a una nueva generación que tendrá que dar un salto adelante sin sus veteranos en un tiempo ya no muy lejano.

Son Daley Blind, Jasper Cillessen, Memphis Depay, Stefan de Vrij, Leroy Fer, Daryl Janmaat, Terence Kongolo, Bruno Martins Indi y Georginio Wijnaldum. Son la base de la nueva selección holandesa. Está renovada, pero tendrá que buscar a algún referente como los tres que acabarán marchándose en un plazo no muy largo de tiempo.

Esa será la nueva misión del próximo técnico: conseguir producir algún genio que pueda arropar a una nueva hornada de jóvenes. Eso, y superar a Van Gaal, que, pese a no lograr resultados con Holanda, sí que consiguió dar alguna lección de buen técnico a lo largo del Mundial.

Primero, ahogó a España con un sistema efectivo con el que goleó 5-1 al cuadro de Vicente Del Bosque. También experimentó con Dirk Kuyt, un atacante al que colocó con éxito en los dos laterales. Y completó su libreta con una jugada maestra ante Costa Rica en la tanda de penaltis. Se guardó un cambio y en el último instante de la prórroga sustituyó al portero Cillessen por el suplente Tim Krul, que detuvo dos penas máximas.

Pero sus ideas no tendrán continuidad. Sólo tiene un partido más, ante Brasil, para sacarse algún conejo más de la chistera que a veces en Van Gaal son efectistas y jugosos y otras acaban en un ataque de entrenador con pobres resultados.

Ese será el duelo de los derrotados, el que desde hace quince años el técnico holandés desprecia. Hace dos días estaba "siempre positivo", pero ya todo es negativo. El sábado, se liberará para siempre.

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