De ninguna manera los Dallas Mavericks entran al verano planeando pagar más de 15 millones de dólares por año a un delantero pequeño que nunca ha jugado en el Juego de las Estrellas.
Un fuerte argumento puede hacerse que Chandler Parsons será pagado en exceso mientras gané más de 45 millones de dólares en las próximas tres temporadas, el valor de la hoja de oferta que el agente libre restringido firmó la noche del miércoles. Pero hacer el trato tan grande fue una movida de negocios calculada por el propietario Mark Cuban y los Mavs.
Simplemente, los Mavs quieren hacer lo más doloroso posible para los Houston Rockets el ejercer su derecho a igualar la oferta por Parsons, el prometedor delantero pequeño que acaba de entrar a su major momento a los 25 años.
Como detalló el dallasbasketball.com, los Mavs han lanzado una llave importante en los planes de fuera de temporada de los Rockets, sus rivales. La hoja de oferta de Parsons, junto con los salarios máximos de Dwight Howard y James Harden, hace prácticamente imposible para Houston ejecutar el golpe uno-dos de firmar a Chris Bosh con el máximo acuerdo y mantener a Parsons, incluso si los Rockets arrojan los sueldos de todos los demás jugadores en el roster.
Daryl Morey, gerente general de Houston, ha sido obligado a tomar decisiones difíciles en los próximos días. ¿Él se revuelve para descargar los salarios, intenta hablar con Bosh para que tome un trato menor al máximo, y entrar en el territorio del impuesto de lujo adaptando la oferta a Parsons? ¿Morey tiene que tragar duro y pagar a Parsons mucho más de lo que los Rockets planearon, manteniendo a sus jugadores de banca a precio de ganga, sacrificando la capacidad de hacer una adición importante a la esencia de un equipo que no pudo salir de la primera ronda de los playoffs?
Esto no puede ser el tipo de decisiones que Morey veía venir cuando declinó la opción de pagar a Parson 965 mil dólares para la próxima temporada, un movimiento del que la oficina de los Rockets seguramente se arrepiente ahora mismo.
Tal vez Morey creyó que teniendo la etiqueta de restringido en Parsons, quien habría sido un agente libre sin restricciones el próximo verano si él terminaba su contrato de novato, reduciría su valor en el mercado abierto. Esto tuvo el efecto contrario, como fue el caso del delantero pequeño del Utah Jazz Gordon Hayward, quien firmó una hoja de oferta por cuatro años y 63 millones de dólares con los Charlotte Hornets.
Morey esperaba claramente que Parsons jugará con los Rockets, esperando que Houston tuviera cuidado de su otro gran negocio antes de cobrar un gran contrato. Sin embargo, Parsons, obviamente sintió la necesidad de presionar a los Rockets para que le pagaran tanto como fuera posible.
Si los Mavs están siendo honestos, ellos admitirán que Parsons será sobrepagado, no importa la tendencia del mercado. Ellos vincularon el nivel plan B de aleros pequeños en agencia libre --Parsons, Hayward, Trevor Ariza y Luol Deng-- como un grupo cuyo valor variaría de ocho a 12 millones de dólares por año.
Parsons era el blanco preferido de los Mavs entre el plan B, pero tenían que ir a lo grande si iban a lanzar los dados por un agente libre restringido que encaja en los planes de su actual equipo. Los precios de Ariza y Deng son más altos que el valor percibido de los Mavs de esos jugadores, por lo que Dallas tuvo que pujar más alto de lo que esperaban para conseguir cualquier pequeño avance en ese nivel. Si ese es el caso, tiene más sentido hacerlo con Parsons, cuya flecha va en ascenso después de un promedio de marcas en su carrera de 16.6 puntos, 5.5 rebotes y 4.0 asistencias la temporada pasada.
El acuerdo de descuento de la ciudad de Dirk Nowitzki da a los Mavs el lujo de pagar de más para actualizar la posición de alero. El nuevo contrato de tres años de Nowitzki le pagará 10 millones de dólares por temporada, un número que los Rockets duplicaría en un latido del corazón si pudieran poner sus manos en el más dulce tirador de 7 pies en la historia de la NBA.
¿Parsons por 15 millones de dólares por año? Ese es un precio terriblemente elevado.
¿El par Nowitzki-Parsons por 25 millones por año? Eso es un valor asombroso.