Roberto Martinez 10y

La Copa del Mundo espera por vos

BELO HORIZONTE -- Dejar la habitación que tenía en el sótano del hóstel de Brasilia, y que compartí durante una noche con una cucaracha, arañas, suciedad, y un ruido inaguantable en el depósito de agua del inodoro, me produjo un placer enorme. El lugar en el que elegí pernoctar en la ciudad futurista diseñada por Oscar Niemeyer, dejaba mucho que desear. Nuevo destino, Belo Horizonte. Escala en Ciudade do Galo, el búnker de la seleccion argentina durante el Mundial, para tomar contacto visual con el plantel y confirmar la sensación de fortaleza que mana de ese grupo de jugadores que se han hecho amigos para toda la vida.

No pretendo convencerle a usted, que anda por acá leyendo estas líneas. Simplemente le cuento que a mí, esta selección argentina me transmite una sensación de invenciblidad que sólo he visto en dos momentos puntuales. Algunos partidos durante México 1986, y 2001-02, hasta un mes antes de la catástrofe de Corea-Japón. "No-pueden-perder-No-van-a-perder", me dice una voz interior. La cuestión es que los partidos cruciales frente a Bélgica y Holanda los vi en la cancha sin nervios. Esa sensación es cada vez más fuerte. Y ese susurro, más insistente.

En el corazón de Minas Gerais me alojé en la casa de mi amigo Bruno Mosqueira, editor jefe del portal Superesportes, perteneciente al grupo mediático cuyo caballito de batalla en el diario Estado do Minas. Bruno, Luciana, su esposa, y el pequeño Vinicius, de dos añitos, que amenaza con traerle varias novias a sus viejos a casa, me hicieron sentir como en casa. Incluso los padres de Bruno, que organizaron una cena de bienvenida con pernil de cerdo como plato estrella, y me dispensaron un trato exquisito. El paso por Belo Horizonte me dejó instantáneas que jamás borraré de mi mente. El sabor del dulce de leche local, exquisito realmente, y el gusto de un licuado de palta con leche en el desayuno, una caricia para el paladar. En el centro deportivo del equipo, Lavezzi provocando las risas del plantel. Un entrenamiento distendido. Sabella detallista para estar encima de cada cuestión táctrica durante el partido entre los que no jugaron vs Bélgica y el equipo de espárrings en el que juega Giovanni, el hijo del Cholo Diego Simeone. El fenomenal trato de Nico Novello, miembro del departamento de prensa de la selección... y una charla llena de humor junto a Marirro Varela, colega y amiga, enviada especial de Radio Nihuil de Mendoza en la Copa del Mundo, y el 'Topo'. Jorge López.

Qué tipo gracioso, ocurrente, buena onda... Puede estar cansado, con innumerables salidas al aire en Radio La Red, presionado para tener siempre una novedad a mano, pero jamás anda con mala cara. A veces, después de muchas que he pasado en esta vida, me pongo a hacer balance de la actual. Creo que es una situación muy propia del hombre a partir de que cruza la frontera de las primeras cuatro décadas. En el que hago en estos días pinta la culpa, y la bronca. "La puta madre, por qué no he reparado más tiempo en conocerle mejor, en disfrutar más de su compañia...".

Sé que no es bueno, ni es sano, pero siento envidia de los compañeros del Diario Olé, como el Cholo Marcelo Sottile, Hernán Claus, Adrián Piedrabuena, Pablo Chiapetta... del Toti Juan Carlos Pasman, de Martín Arévalo... de Ezequiel Scher, quien es como su hermano menor. Ellos sí le han podido conocer mejor. Me pasa lo mismo con el Maestro Miguel Rico, tan extraordinario como sencillo periodista de Mundo Deportivo, Gemma Herrero, Santi Giménez y Luis Martín, buenos amigos que Jorge tiene en Barcelona. Periodista fenomenal, siempre supe que iba a ser muy difícil poder competir con él por obtener información cuando coincidimos en Catalunya hace más de una década, así que lo acepté en aquel tiempo con una resignación parecida a la que muestran hoy la selección brasileña y los brasileños después de haberse comido un 1-7 histórico frente a Alemania en las semifinales de este Brasil 2014.

Carismático, buena gente, un cachondo mental como suelen decir en España, hace poco él, Jorge, y Verónica Brunati, su esposa, me llamaron una noche a casa para ofrecerme un trabajo muy especial, en un lugar muy especial para él. La bronca viene por dos motivos. Por el ritmo laboral que llevamos en Brasil desde que llegamos, olvidé reiterarle mi agradecimiento eterno a ambos por el hecho de que se hubieran acordado de mí para recomendarme en ese laburo. Luego, que una fatalidad se lo haya llevado a los 38 años, tras consolidar una familia hermosa, en el mejor momento de su vida y de su carrera, me provoca un enojo y una tristeza que no logro digerir pese a no haber sido amigo suyo. No puedo comprender lo que ha pasado. Él lideraba la zona mixta en cada partido junto a Vero, a la espera de los jugadores de la selección tras los partidos. "Rober, estáte atento a ver si viene Leo y avisáme, así llamo a la cabina y lo engancho", me pidió en el Arena Corinthians, después del Argentina-Suiza de octavos... El mismo estadio al cual volvimos ahora, regreso con el que soñaba Jorge y soñábamos todos para conseguir el pase a la final y volver a ver los ojos felices de nuestro Leo en la zona mixta...

Les digo, Argentina venció a Holanda de manera majestuosa en Sao Paulo. Con Lionel, Messi, nuestro Leo, al que conocimos -Jorge, un poco antes que yo- siendo un púber allá en Barcelona, convertido en un líder y referencia de la selección, laburando y corriendo como el que más. Un Mascherano inmortal. Un 'Chiquito' Romero épico. Su Marcos Rojo, ("cómo está Marquitos Red, eh!, qué Mundia está haciendo mi pollo!! Hablen ahora, hablen!!")... Mi familia me informó vía whatsapp y mail que en Buenos Aires parecía Navidad o Fin de Año por la alegría de la gente, los fuegos artificiales, el placer de ser representados por semejante equipo, por tamaños jugadores, por ese seleccionador que es Alejandro Sabella, quien a nivel personal me provoca un enorme orgullo por su hombría de bien y la calidad de su discurso, coherente con su obra... Pero me faltaba, nos falta, Jorge. Ojalá Topito, allá arriba, donde estás, disfrutes como se debe lo que acá abajo va a ser muy difícil de gozar de manera completa. Hoy esperamos la llegada de la gloria en Rio para dentro de un par de días. Intuyo que con Don Alfredo Di Stéfano te vas a dar una vuelta por el cielo de Maracaná. Ya viste lo que dijo Leo. Te dedicó la victoria frente a Holanda, que tanto esperabas. Yo espero que, cuando me toque, tengamos el tiempo que no pude hacerme acá abajo para charlar y ponernos al día. Ahora, preparáte. La Copa del Mundo espera por vos.

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