RIO DE JANEIRO -- Horas previas a la final de la Copa Mundial disputada entre Argentina y Alemania, en las calles de Río de Janeiro se presentó una marcha en contra de los gastos excesivos que realizó el gobierno para llevar a cabo el evento.
Decenas de personas se congregaron en las calles de la ciudad donde se realizó el último cotejo y con frases como "Não Vai Ter Final" y con gritos en contra de la presidente Dilma Rousseff, quien busca su reelección el próximo mes de octubre, se manifestaron los ciudadanos.
Las fuerzas de seguridad frenaron las protestas arrojando bombas de gas lacrimógeno y deteniendo a algunos de los inconformes.
En redes sociales se hizo masiva la cobertura de la protesta que realizaron los aficionados locales, además de adelantar lo que serán las próximas marchas de cara a los Juegos Olímpicos que se desarrollarán en la misma ciudad en 2016.
La competencia mundialista vivió de principio a fin las marchas en las calles del país sudamericano.
Los ciudadanos protestaron por los gastos tan elevados que se tuvieron, como en la construcción del inmueble en Brasilia, el cual es el más polémico debido a los costos tan elevados que se tuvieron, sospechas de corrupción al convertirlo en el segundo estadio más caro en el mundo y la posibilidad de que el gobierno local lo derribe para ahorrarse el mantenimiento, debido a que el equipo de Brasilia juega en una la liga local y no está en ninguna de las dos principales a nivel nacional.