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Argentina quedó a un paso de ganar la Copa del Mundo en Brasil

BUENOS AIRES- Queridos lectores, al final el Mundial se terminó y ganaron los mejores. Hay que reconocerlo y decir que Alemania no sólo tenía un gran equipo, sino que tenía un gran plan deportivo, un proceso de hace muchos años con su selección. Hace años que Alemania viene peleando los primeros puestos (al igual que Holanda, otro gran equipo). Esto, el plan de trabajo, no es un detalle menor y finalmente primó a la hora de marcar las diferencias.

Brasil deberá plantear sus cosas, comenzar de nuevo, darle más atención a sus raíces. Ya no le alcanza con el jogo bonito. Alemania le dio una lección, en este sentido. Argentina, por su parte, no está lejos de Brasil, debe también comenzar un proceso serio, responsable, que abarque años de trabajo y no sólo resultados exitistas. Este final de campeonato tan bueno, debe ser el comienzo de una nueva etapa. Argentina tiene todo para estar entre los mejores del Mundo.

Por supuesto que, desde Sudamérica no hay que imitar para nada al fútbol europeo que continúa siendo interesante a la hora de formar grupos y obtener resultados. Pero, también es cierto que es un fútbol previsible, poco atractivo, basado en la fuerza, demasiado verticalista. Pienso que los sudamericanos tienen un fútbol mucho más atractivo, pero sin el rigor de ocasión de los europeos.

Ayer, en medio de los festejos, salí a caminar, a perderme por el río de gente alocada que se concentraba en el Obelisco. Todo era una fiesta y estaba muy bueno que el pueblo celebrara. Sin embargo, decidí preguntarle a la gente por qué festejaba. Las respuestas fueron las mas locas.

Jazmín, 9 años: "Festejamos porque se logró llegar a la final y el equipo encontró su lugar de pertenencia". Me quedé pensando seriamente qué significaba pertenencia para un niño de 9 años. Se lo pregunté.

-Que amamos la camiseta, que pertenecemos a un espacio que nos identifica, que llegamos a la final…

Me quedo con esa frase del niño. Otros hinchas alcoholizados, directamente me dijeron que festejaban que los alemanes no nos hicieran 7 goles. Que Brasil estaba llorando. Que casi damos la vuelta en el Maracaná. Otros me dijeron que festejaban porque nunca habían visto a un seleccionado argentino llegar a estas instancias y que tal vez, deberían esperar muchos años a que algo igual vuelva a suceder.

Respuestas había para todos los gustos. No obstante me quedé con la del niño. Lo mejor que nos deja el Mundial es que Argentina cambió, finalmente cambió.

Alemania no fue superior en los 90 minutos del partido y tuvo la cuota de suerte necesaria. Pero no hubo diferencias. Argentina, es un equipo nuevo, con un proceso de experimentación. Alemania ya tiene encima muchas batallas, fracasos y triunfos.

Nadie va a cuestionar acá el gran desempeño del equipo de Muller y compañía. Nadie puede cuestionar a Argentina que terminó el Mundial sin perder un partido de 90 minutos. Argentina y Alemania, dos fuertes exponentes de lo mejor del fútbol mundial.

Alemania ya finaliza su ciclo, con la Copa ganada. Argentina, deberá comenzar de a poco, ordenándose, dándole valor a lo obtenido.

¡Gracias, Argentina!

¡Felicitaciones, Alemania!