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Tendencias tácticas del Mundial 2014

Vlaar, parte de una defensa de tres hombres en Holanda. Fue la tendencia mayoritaria DYN

En algún momento, la Copa del Mundo ofreció genuinas innovaciones tácticas, con países lejanos que llegaban al torneo con algo que el resto del mundo nunca había visto previamente.

En estos días, eso simplemente no sucede -- hay demasiado conocimiento sobre el mundo del fútbol en general, y las tácticas se han convertido en algo homogeneizado. Ahora, la Copa del Mundial actúa como un barómetro del estilo dominante del momento. Esto es lo que hubo en el Mundial 2014:

Arqueros agresivos

Podría decirse que el principal tema de conversación táctica del torneo fue el papel anti-barredora extremadamente avanzado y perfeccionado por Manuel Neuer, más evidente a lo largo de la prórroga que terminó en una victoria por 2-1 de Alemania sobre Argelia.

Neuer salió continuamente del arco hacia áreas amplias para hacer tackles -- no sólo intercepciones, pero literalmente derribos -- mientras que Argelia intentó continuamente romper detrás de la defensa alemana. Esto fue demasiado extremo para Joachim Low, y el hecho de que el lento Per Mertesacker haya quedado fuera por el resto del torneo fue probablemente un reconocimiento de que Alemania planteó un partido basado en Neuer, como el undécimo jugador fuera en el campo. Aun así, Neuer siguió con ese planteamiento en la final, acabando con Gonzalo Higuaín en la zona lateral izquierda.

La gran mayoría de los arqueros no fue tan agresiva como Neuer, pero muchos fueron extremadamente rápidos fuera de su línea. Esta fue una parte crucial de la magnífica exhibición de Tim Howard contra Bélgica: las atajadas no fueron espectaculares, pero cerró el ángulo de manera excelente, por lo que no hubo necesidad de que lo fuesen.

En el mismo partido hubo otro buen ejemplo: la espectacular atajada de Thibaut Courtois ante Clint Dempsey después de que el jugador estadounidense trabajara muy bien el tiro libre. Una vez más, se ve como un bloqueo simple, pero la reacción rápida de Courtois y su tremenda aceleración fue verdaderamente notable. ¿Qué pasó con los arqueros dentro del arco porque no eran lo suficientemente móviles para jugar fuera?

El enfoque de Neuer es un ejemplo exagerado, pero es fácil imaginar a los arqueros jóvenes de toda Alemania -- y en otras partes -- inspirándose en su estilo proactivo.

El dominio de las defensas de tres hombres

Este torneo fue un anuncio fantástico de la defensa de tres hombres. Al final de la fase de grupos, las defensas de tres hombres habían jugado ocho partidos contra equipos que jugaron con una defensa de cuatro, y se mantuvieron invictos, con sólo dos empates, ambos sin goles: Costa Rica contra Inglaterra y México contra Brasil.

Recientemente, se han utilizado a menudo tres hombres en la defensas por cuestiones de ataque, pero a lo largo de este torneo, los fondos con tres hombres fueron seguros defensivamente. Costa Rica y México jugaron el sistema a lo largo del torneo, mientras que Chile y Holanda cambiaron entre una defensa de tres y de cuatro, según la naturaleza de la oposición.

Es muy lamentable que estos equipos se hayan encontrado en la misma ruta hacia la final -- los holandeses vencieron a Chile en el último partido del grupo, y luego eliminaron a México y Costa Rica. Los cuatro planteles pueden considerarse desafortunados por haber sido eliminados: Holanda, Chile y Costa Rica perdieron en los penales, mientras que México cayó víctima de los holandeses.

Las defensas de tres hombres no son del todo infrecuentes en el fútbol moderno, pero se sintió como si oponentes no hubiesen estado preparados para el reto. El mejor ejemplo fue el segundo día, con la victoria de México por 1-0 sobre Camerún -- que debería haber sido un triunfo más rotundo, pero algunas decisiones de fuera de juego fueron pobres. Los defensores de México, Miguel Layún y Paul Aguilar, presionaron continuamente a los laterales de Camerún, que estaban jugando en un sistema 4-3-3 y, por tanto, deberían haber estado apoyando el delantero central. En su lugar, fueron detrás de Layun y Aguilar hasta el final, hasta el punto en que Camerún quedó jugando con una defensa de seis, y fue incapaz de romper en el ataque.

Ese fue un pequeño ejemplo, pero resumió los problemas con el hecho de jugar contra los defensores laterales -- la forma más natural para contrarrestarlos es hacerlo con la misma estrategia.

Los delanteros clásicos siguieron teniendo dificultades

Es natural que Thomas Müller, el más inusual de los delanteros, haya sido la elección obvia del delantero en el equipo ideal de todos en el torneo. Esta no fue una Copa Mundial para los delanteros.

Müller jugó de delantero en la fase de grupos, anotando tres goles ante Portugal en el primer partido de Alemania, pero en realidad pasó ese partido corriendo continuamente en los laterales, haciendo espacio para que otros explotaran. Por supuesto, Müller luego se trasladó a la derecha para dar paso a Miroslav Klose, que ayudó a equilibrar el equipo alemán. Pero Klose no fue un factor importante en el éxito en la segunda fase de Alemania, y mientras que él superó el record de goles de todos los tiempos de Ronaldo en la Copa del Mundo, todavía se sintió un tanto retro -- si es el portero, Neuer, es ultramoderno, Klose es el último gran delantero de la vieja escuela.

Pocos otros delanteros han podido brillar. Gonzalo Higuain, de Argentina, tuvo un torneo pobre aparte de una brillante definición contra Bélgica, y desperdició la mejor ocasión de la final. El holandés, Robin van Persie, jugó con sus estándares habituales, su soberbio cabezazo contra España fue su contribución más significativa. Fred, de Brasil, fue terrible en todo el torneo.

Thomas Müller fue uno de los mejores jugadores de ataque del torneo, aunque a menudo desde una posición abierta.

En otros lugares, los delanteros fueron, a menudo, los eslabones débiles de los equipos emocionantes -- el colombiano, Teo Gutiérrez, ha decepcionado, como lo hizo Oribe Peralta de México. Hubo destellos de brillantez de jugadores de la talla de Joel Campbell, Enner Valencia, Josip Drmic, Georgios Samaras, Islam Slimani y Luis Suárez -- pero sólo Campbell llegó a los cuartos de final, donde tuvo su partido más quieto.

Los mejores seis atacantes del torneo fueron Müller, James Rodríguez, Arjen Robben, Leo Messi, Neymar y Alexis Sánchez. Ninguno de ellos es de los delanteros clásicos, y aunque todavía está vigente el argumento que necesitas un delantero para sacar lo mejor de estos atacantes versátiles y móviles, en estos días rara vez son la atracción estrella.

Un montón de cruces

Los escuadrones exitosos raramente basan su enfoque totalmente alrededor de los cruces, pero sigue siendo un arma peligrosa cuando se utiliza de forma esporádica, en los momentos adecuados. A lo largo de la competición, varios equipos tuvieron éxito al pasar la pelota a lo ancho y ponerla en el mix.

Estuvo la victoria de Italia sobre Inglaterra, donde Antonio Candreva y Matteo Darmian combinaron continuamente para sobrecargar a Leighton Baines por la derecha, o la doble asistencia del defensor Serge Aurier para dos goles rápidos en el regreso de Costa de Marfil contra Japón. El lateral izquierdo, Daley Blind, creó dos goles para los holandeses en su goleada ante España, mientras que los Estados Unidos obtuvieron la mayor alegría desde su derecha, cuando Fabian Johnson se lanzó al ataque desde el fondo -- fue uno de los mejores zagueros de la competencia.

Hubo también algunos excelentes cruces del lateral izquierdo argelino Faouzi Ghoulam, además de los dos defensores de Costa Rica, Júnior Díaz y Cristian Gamboa, y el energético dúo griego, Jose Holebas y Vasilis Torosidis.

Mientras que las batallas tácticas en 2010 se basaron en el juego de los números del mediocampo, en este torneo los equipos buscaron cambiar a la pelota de lateral a lateral. Los juegos, a menudo, se trataron de los laterales rompiendo en el ataque para crear sobrecargas, pero luego quedando expuestos al contraataque. La derrota por 5-2 de Suiza ante Francia es un buen ejemplo -- Ricardo Rodríguez y Stephan Lichtsteiner atacaron continuamente, pero luego Mathieu Valbuena y Karim Benzema atacaron detrás de ellos.

Hasta en la final se vio esta batalla -- ambos equipos trabajaron su lateral derecho, con Philipp Lahm corriendo hacia adelante para combinar con Müller, y Messi acudiendo a la ayuda de Ezequiel Lavezzi. El gol de la victoria del torneo llegó desde el otro flanco, Mario Götze sacudió el pase de Andre Schürrle por la izquierda, pero fue adecuado que el gol ganador procediera de un cruce.