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Futuro brillante de Bryant y Gallo

Quizás es cierto que lo que sucede en Vegas, se queda en Vegas. Pero cuando dos bateadores prospectos y amigos de la infancia tienen tendencia a hacer ruído con batazos de 450 pies, los rumores de la industria van a ser difíciles de contener.

El prospecto de los Cachorros de Chicago en la antesala Kris Bryant, seleccionado en el segundo turno del sorteo del 2013, ha cumplido con las expectativas esta temporada mientras ha hecho daño con el bate a los lanzadores en dos niveles. Tiene 31 jonrones y slugging de .701 entre el Doble A Tennessee y el Triple A Iowa, y los fanáticos de los Cachorros esperan con ansias el día en que él y su compañero prospecto Javier Báez puedan darle a la franquicia su primera dupleta de 30 jonrones desde Derrek Lee y Aramis Ramírez en 2005.

Bryant está empatado en el liderato de liga menor con el prospecto antesalista de los Vigilantes de Texas Joey Gallo, un nativo de Las Vegas que se enfrentó a él en la secundaria. Gallo fue a la Secundaria Bishop Gorman en la ciudad, y está orgulloso de decir que una vez hizo una aparición como lanzador ante Bryant y Bonanza High y vivió para contarlo.

"Entré como relevista y me conectó un hit, pero fue solo un sencillo", recordó Gallo. "Y fue con un bate de metal. Los viejos bates de metal".

Los lanzadores de la Liga de la Costa del Pacífico podrían considerar eso como un logro ante Bryant, quien tiene 22 años, mide 6 pies 5 pulgadas, pesa 215 libras y batea a la derecha. Perfeccionó su juego como un Torero de la Universidad de San Diego y fue seleccionado por Chicago un turno después de que los Astros de Houston seleccionaran al lanzador de Stanford Mark Appel con el primer turno en el sorteo del 2013.

Gallo, de 20 años, mide 6 pies 5 pulgadas de estatura, 205 libras de peso y batea del lado izquierdo. Tiene un swing largo que ha producido un increíble 40 por ciento de ponches en liga menor, pero su poder se manifestó inicialmente durante sus días en Pequeñas Ligas y todavía no ha decaído. Gallo estableció un record para el estado de Nevada con 65 jonrones, provocando que los Vigilantes lo seleccionaran en el turno 39 en el sorteo del 2012 y lo firmaron con un bono de $2.25 millones. Gallo bateó 18 jonrones en 150 turnos en el torneo de novatos en su primera temporada profesional, y el año pasado lideró las menores con 40 jonrones a pesar de haberse perdido un mes de juego por una dolencia en la ingle.

El poder de Gallo es natural, y él parece desconcertado de que eso es un activo raro en el béisbol. Su habilidad de rociar la gradas exteriores con largos batazos y romper parabrisas en estacionamientos cercanos es lo suficientemente fascinante como para que FanGraphs recientemente publicara un análisis de escucha casi poético.

"Yo no soy un tipo con un cuerpo grande y musculoso, pero veo tipos grandes y fuertes que no pueden empujar la pelota, y me preguntó, '¿cómo es eso?'", dijo Gallo. "Es difícil para mí entender eso. Yo soy alto y tengo poder, y desde que era chico podía sacar la pelota fuera del parque. Parecido a Bryant. La gente me dice que es por mi esfuerzo, por mis caderas, o por cualquier otra cosa. Pero realmente yo no lo intento. Simplemente sucede".

Los Vigilantes mantuvieron paciencia con Gallo durante su temporada perdida en Arlington, y él sigue mejorando los puntos finos de su juego en el Doble A Frisco. Luego de varios días duros en el terreno, Gallo reflexiona sobre las lecciones aprendidas de parte del ligamayorista Jason Giambi, quien vive en Las Vegas y trabajó con él durante la temporada baja.

La conexión familiar de Gallo con Giambi se remonta a una década atrás, cuando Giambi contrató al padre de Joey, Tony, como instructor de pitcheo en un complejo de béisbol que él tiene en Las Vegas. Luego de ser seleccionado por los Vigilantes, Galló comenzói a trabajar en una facilidad con Giambi y Troy Tulowitzki. Su relación con Giambi comenzó a crecer desde ese entonces.

"Fue algo loco", dijo Gallo. "Íbamos a almorzar a Chipotle o algún otro lado, y yo le decía, 'La gente te está mirando', y él me decía, 'Lo que sea'. Yo recuerdo cuando tenía 10 años y me asustaba siquiera el hablarle. Pero él trata a todo el mundo de la misma manera. Él le hablaba a un conserje en el lugar donde entrenábamos y él le decía, 'Mucho gusto en conocerte. ¿Cómo está tu familia?' Y la gente decía, '¿Qué diablos? Este es Jason Giambi'.

"Lo mejor que me dijo que se me quedó grabado es, 'No te frustres. Toma cada turno como un turno diferente, y no vas a arrastrar cosas viejas'. Yo solía frustrarme y enfurecerme como cualquier otro chico de secundaria. Ahora si me va mal, trato de sacarle lo positivo a ello. Él me ha ayudado a hacer eso".

Bryant tiene su propio gurú de bateo en Manny Ramírez, quien fue recientemente contratado por los Cachorros como jugador coach en Iowa. Bryant creció como fanático de los Medias Rojas porque su padre, Mike, es un nativo de Massachusetts que pasó dos años en el sistema de liga menor de Boston como jardinero a principios de la década de los 80. Así que tenía pleno conocimiento del fenómeno de "Manny siendo Manny" mucho antes de que los Cachorros trajeran a Ramírez para ser tutor de los bateadores jóvenes de la organización.

Ramírez ha dejado una rápida y positiva primera impresión en Bryant con su habilidad para minar a los lanzadores y su dedicación a su arte. Bryant ha observado a Ramírez poner la máquina de pitcheo a lanzarle curvas y hacer swing tras swing ante lanzamientos rompientes, y él entiende el compromiso necesario para seguir creciendo como bateador.

A pesar de ser un jugador joven que ha generado mucha expectativa, Bryant es sorprendentemente humilde y cargado de perspectivas. Él acredita su madurez al tiempo que pasó en la universidad y las prioridades que sus padres le inculcaron. "Yo solía meterme en problemas con mi madre cuando no sacaba buenas notas", dijo Bryant.

Aunque Bryant se siente cómodo en la tercera base y preferiría quedarse allí a largo plazo, es posible prever un cambio de posición en su futuro. Los Cachorros tienen un torpedero estelar en Starlin Castro y un campocorto con bate de poder en Triple A en Báez, y acaban de mejorar su profundidad al añadir al cotizado prospecto Addison Russell de Oakland en el reciente cambio Jeff Samardzija-Jason Hammel. La probabilidad es que alguien tendrá que moverse eventualmente a la tercera base, lo que podría provocar que Bryant tenga que moverse a una de las esquinas de los jardines.

Bryant rehúsa comentar sobre dicha especulación, y él tiene una respuesta ya preparada para los reporteros que le preguntan cuan ansioso está por llegar al Wrigley Field. A pesar de que Bryant castiga el pitcheo en Triple A, el presidente de los Cachorros ha dicho que no espera que Bryant sea subido a Grandes Ligas esta temporada.

"Yo no presto atención a ello", dijo Bryant. "Cada vez que me enfocaba en distracciones como esas en la secundaria - como el sorteo - no lucía de la manera en que yo podía hacerlo. Y de ahí aprendí la lección. Nunca miro al futuro. Solo presto atención al momento presente".

Por ahora, eso significa seguir destrozando la pelota en Iowa y recibir actualizaciones diarias de donde está parado en una contienda interesante de cuadrangulares con Gallo.

"Jugando contra él en la secundaria, su equipo siempre me venció", dijo Bryant. "Pero es divertido y bueno ver lo que él está haciendo ahora. Él es una gran persona y un gran jugador. Desearía que fuera un Cachorro. Pero los Vigilantes tienen un buen jugador".