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Manos a la obra

Van Gaal trabajará sin la injerencia de Alex Fergsuon EFE

En noviembre de 1986, el nuevo entrenador del Manchester United, Alex Ferguson, reunió a sus jugadores en el estrecho gimnasio del antiguo campo de entrenamiento The Cliff en Salford.

Ferguson estaba nervioso, ya que nunca había dirigido en Inglaterra o en un club tan grande como el United, pero trató de que no se notara. Sin saber que los jugadores habían bebido mucho la noche anterior --un ejemplo de la cultura que intentaría cambiar-- y con un partido al día siguiente, Ferguson hizo un breve discurso.

"No hubo proclamación de mis ambiciones", dijo Ferguson años más tarde. "Les dije que esperaba que lamentaran la partida de Ron Atkinson, ya que eso demostraría que estaban comprometidos con el hombre que los dirigía. De ser así, tendríamos una oportunidad".

El United había pasado 19 años sin ganar un título, su promedio de asistencia en casa se había deslizado por debajo de las 40.000 personas, y los jugadores no tenían ni el estado físico ni el talento necesario para impresionar a su nuevo jefe. La escuadra estaba desmoralizada e indisciplinada, y perdió el primer partido de Ferguson 2-0 ante el Oxford United ante un público de 13.545 personas.

Ferguson se encontró con un trabajo mucho más difícil del que esperaba. El United estaba en el segundo escalón a nivel financiero -- el agente de Paul Gascoigne afirmó que su cliente se había ido al Tottenham porque el United no tenía cómo igualar la oferta de los Spurs.

Ferguson necesitaría tiempo para poder familiarizarse con un trabajo que casi perdió. Construyó un imperio y ayudó a convertir al United en un equipo irreconocible con respecto al que había heredado. Los trofeos no paraban de llegar y el estadio comenzó a llenarse con un público promedio de 75.000 personas. Dejó este imperio en manos de David Moyes, quien parecía desconcertado por la tarea. No siempre tuvo a los jugadores de su lado y sufrió por ello. Hubo factores atenuantes --siempre los hay-- pero el reinado de Moyes fue un desastre.

El nuevo director técnico del United, Louis van Gaal, tomó las riendas el miércoles, cuando se reunió con el equipo en el campo de práctica de Carrington (oficialmente el AON Training Complex, nombrado así por un acuerdo comercial, de esos en los que el United se destaca) luego de una sesión informativa sobre el progreso del entrenamiento con sus ayudantes Ryan Giggs, Albert Stuivenberg y el ojeador en jefe Marcel Bout. Van Gaal estuvo en contacto con todos ellos desde Brasil, donde llevó a Holanda hasta el tercer puesto de la Copa Mundial.

A la hora del almuerzo en su primer día, Van Gaal se presentó a los jugadores de forma individual en su comedor (solía haber uno solo para todo el personal de Carrington, pero los jugadores ahora tienen el suyo propio) y dirigió su primer entrenamiento a las 6 p.m. -- una nueva hora a la que los jugadores tendrán que adaptarse. Carrington también está siendo equipado con reflectores para que los jugadores puedan entrenar de noche.

Bajo la dirección de Moyes, las sesiones dobles fueron una novedad el año pasado y no fueron recibidas con entusiasmo. Doce meses más tarde, los jugadores saben que deben mostrarse más abiertos al cambio que antes, en lugar de quejarse de que el entrenamiento coincide con el horario que suelen buscar a sus hijos de la escuela.

Van Gaal fue presentado a la prensa el jueves y voló a Los Ángeles el viernes, antes de la gira de pretemporada del United en los EE.UU. Los partidos se jugarán en los estadios más grandes del país y atraerán públicos seis o siete veces más grandes de los que tuvo el equipo de Ferguson en sus amistosos cuando tomó el cargo. Las entradas para el partido contra el Real Madrid en el Michigan Stadium de Ann Arbor, con capacidad para 114.000 personas y apodado "La Casa Grande", se agotaron rápidamente.

El Real Madrid podrá presumir de mayores ingresos en general, pero el United ahora es la potencia global del fútbol en lo comercial, como quedó ilustrado con el anuncio de un acuerdo por 10 años y £750 millones con Adidas esta semana. Duplica los acuerdos de cualquier otro club, mientras que el nuevo patrocinio de la camiseta con Chevrolet duplica el del Barcelona.

Con enormes ingresos vienen grandes expectativas. El United tuvo un rendimiento lamentable la temporada pasada y se espera que Van Gaal pueda volver a poner las cosas en marcha --inicialmente con una clasificación entre los cuatro primeros-- y avance el nivel de juego. Debe encarar muchos problemas antes de ponerse a trabajar sobre la brecha de 24 puntos que los separaron de los campeones del Manchester City la temporada pasada.

Quiere que todos los jugadores sientan que tienen la oportunidad de impresionar, pero, ¿cuántas oportunidades les dará? Moyes fue generoso con las oportunidades que le dio al personal que había heredado, pero el hecho de que puso a Anderson de titular contra West Brom en septiembre pasado también fue un factor en la derrota del United. El futuro del centrocampista en el club se decidió ese día y fue cedido en préstamo al poco tiempo, pero ahora está de vuelta, sin duda con las mejores intenciones. Van Gaal no puede darse el lujo de tantos fracasos, pero tiene varias ventajas sobre Moyes.

La experiencia ganadora del holandés significa que será inmediatamente más respetado y su personalidad sensata engendrará el mismo tipo de miedo que Ferguson en sus jugadores, lo que conducirá a un control que Moyes nunca disfrutó. Además, esos jugadores necesitan a Van Gaal. Después de la carnicería de la temporada pasada, sus propias reputaciones se vieron dañadas y necesitan ser reconstruidas. Algunos no tendrán un futuro en Old Trafford y el gran problema será encontrar un club que pueda hacerse cargo de sus enormes salarios. El dinero y la perspectiva de más minutos de juego tentarán a los jugadores si su forma es suficiente para atraer a los mejores compradores.

Moyes es un buen hombre, pero no todo el personal de Carrington se entusiasmó él o sus entrenadores. Fue en parte porque no era Sir Alex Ferguson. Se habían se acostumbran a lo que conocían, animales de costumbres reacios al cambio.

La salida Moyes significa que ellos también deben darse cuenta de que Van Gaal -- no Ferguson -- está a cargo ahora -- algo que será más fácil la segunda vez. Los ejecutivos y la oficina de persona del United siguen cambiando, pero las comparaciones entre Ferguson y Van Gaal son inútiles. Aquellos funcionarios que trabajaron con Van Gaal lejos de la mirada de los medios hablan de un hombre agradable en desacuerdo con la imagen pública dura. Ferguson no tendrá ninguna influencia sobre lo que haga Van Gaal.

Una gran fuente de experiencia de juego se ha perdido con la salida de las leyendas del club como Nemanja Vidic y Rio Ferdinand, con Patrice Evra encaminándose hacia la misma dirección. Otro defensor, Alex Büttner, se vendió con una ganancia. La evaluación del compatriota de Van Gaal con respecto a su tiempo en Old Trafford es muy diferente a la vista de aquellos que lo vieron jugar realmente. Los compañeros de Buttner vieron su dieta y se preguntaron cómo podía ser un jugador profesional de fútbol en un club importante.

Ryan Giggs ya no es un jugador, sino que va a estar para asistir. Él también necesita aprender de Van Gaal tanto como el holandés necesita que la leyenda del club para que haga de un fiel conducto entre jugadores y entrenador.

El futuro de algunos jugadores parece seguro en Old Trafford. David de Gea, un rejuvenecido Robin van Persie, un mejor pagado Wayne Rooney y Adnan Januzaj tienen futuros lo suficientemente sólidos en el club, al igual que los nuevos fichajes de Juan Mata, Luke Shaw y Ander Herrera.

Michael Carrick, Phil Jones, Rafael, Danny Welbeck y Antonio Valencia se sentirán razonablemente seguros también.

Pero hay una larga lista de jugadores que estarán menos tranquilos con respecto a su futuro: Nani, Javier Hernández, Darren Fletcher, Shinji Kagawa, Anderson, Bebe, Nick Powell, Wilfried Zaha, Chris Smalling, Tom Cleverley, Darren Fletcher, Marouane Fellaini y Ashley Young. La mayoría tienen un año o dos restantes en sus contratos y tendrá que hacer lo suficiente para ganar otros nuevos.

El United no tendrá fútbol europeo la próxima temporada y Van Gaal tiene que recortar su enorme plantel de 37 jugadores a unos 20 "sólidos" que quiera y sienta que puede podrán ser confiables en cualquier partido.

Se esperan nuevas incorporaciones antes del cierre del mercado de fichajes. El club tiene dinero para invertir y mantendrá sus intenciones abiertas, mientras se dice que Van Gaal estará dispuesto a animar a los jugadores jóvenes como el delantero James Wilson, quien hizo su debut bajo Giggs, al final de la temporada pasada.

Van Gaal empieza la vida en el Manchester United en un remolino de optimismo, el inicio de un período de luna de miel concedido a cualquier entrenador un nuevo club. Moyes lo recibió en menor medida hace un año, aunque cualquier buen sentimiento que tenía se evaporó cuando vio el fixture y se dio cuenta de que contaba con partidos contra Chelsea, Liverpool y Manchester City en sus primeros cinco juegos de liga.

Moyes -- y aquellos cercanos a él -- predijeron correctamente que sería muy, muy difícil empezar con victorias. Por desgracia para el hombre que duró sólo diez meses en su cargo, la forma temprana establece el patrón para lo que seguirá en la temporada. El United nunca se puso en marcha y el trabajo Moyes nunca fue fácil.

Nadie sabe si Van Gaal tiene un pariente en el departamento que organiza los enfrentamientos de la Premier League, pero los primeros seis partidos del United bajo el mando de su primer jefe continental serán en contra del Swansea, el Sunderland, el Burnley, el Queens Park Rangers, el Leicester y el West Ham. Con respeto a todos, se conformarían con una posición dentro de la primera mitad de la tabla la próxima temporada. El United no se conformaría con cualquier lugar fuera de los cuatro primeros.

Sin embargo, los equipos se dieron cuenta rápidamente de que el United era eminentemente vencible bajo Moyes y esos dos primeros oponentes le causaron al United graves problemas la temporada pasada. El Swansea ganó en Old Trafford en la FA Cup, mientras que el Sunderland eliminó al United de la Copa de la Liga en la fase de semifinales.

Esas debacles, y también muchas otras, además les mostraron a los fans del United que alardeaban después de dos décadas de éxito que nada puede darse por sentado. No es que Van Gaal esté en peligro de cometer ese error.