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Cafetaleros en el Real Madrid

MADRID -- James Rodríguez será el tercer colombiano que viste la camiseta del Real Madrid después de Freddy Rincón y Edwin Congo y llega con la esperanza de cambiar la historia, pues ninguno de los dos logró triunfar en el Bernabéu.

Fichajes inesperados ambos, habían llegado al Real Madrid con grandes esperanzas de triunfar en Europa y terminaron saliendo por la puerta de atrás. En su momento, Rincón apenas contó y Congo ni siquiera llegó a debutar en un partido oficial.

El Coloso de Buenaventura fue el primer colombiano en llegar a Chamartín. Fue en el verano de 1995, cuando llegó a Madrid a los 29 años de la mano del entonces técnico Jorge Valdano, quien había quedado impresionado con su desempeño con el Palmeiras brasileño, con el que ganó el Campeonato Paulista y el Brasileño. Rincón, que había pasado seis meses en Napoles a préstamo, era considerado en ese momento uno de los mejores jugadores de la selección colombiana; era el jugador que había marcado el gol del empate ante Alemania para clasificar a Colombia a octavos de final en el Mundial de 1990 que cinco años después seguía marcando el paso para los cafeteros junto con Carlos Valderrama y Faustino Asprilla.

Ante la necesidad de un goleador nato y a pesar de tratarse de un mediocampista, la directiva accedió a pagar cuatro millones de dólares por él. La apuesta, sin embargo, no dio resultados. Brilló en su debut en la Supercopa y se fue diluyendo rápidamente. Nunca pudo hacerse con un sitio en el equipo titular y no ayudó que se trataba del quinto extranjero del plantel. Meses después, cuando Lorenzo Sanz ya había asumido la presidencia del Real Madrid y prescindió de Valdano, Rincón quedó relegado a la banca para volver a Brasil al verano siguiente. Años después, el ex jugador argumentó que su fracaso se debió a la falta de oportunidades y el tratamiento racista por parte de la directiva y el técnico Arsenio Iglesias, con el que nunca congenió.

Más extraño, rayando en surrealista, resultó el fichaje de Edwin Congo. Si Freddy fue una decepción, Congo ni siquiera llegó a mostrar que no era jugador para el Real Madrid. De hecho, es recordado como uno de los fichajes más desastrosos del conjunto merengue.

La leyenda cuenta que llegó al club porque un aficionado -- un chico de 14 años, apuntan en algún bar -- envió un video al club para recomendarlo. No será para tanto, aunque sí que se trataba de un perfecto desconocido en España. El delantero llegó procedente del Once Caldas, un equipo de media tabla que en 50 años no había ganado nada y un lustro antes de que sorprendiera a América entera al proclamarse Campeón de la Copa Libertadores al vencer a Boca Juniors en 2004. En 110 partidos con el conjunto colombiano había marcado 30 tantos. Pero el salto de Manizales a Madrid resultó demasiado para el delantero.

En 1999, el Real Madrid se había dedicado a fichar a diestra y siniestra, y debido al sobrecupo de extranjeros, enviaron al jugador de entonces 22 años a que se fogueara en Valladolid. No le fue bien; apenas jugó 12 partidos y marcó un gol. Con la esperanza de sacar rendimiento de los cinco millones de euros que habían invertido en su fichaje, lo enviaron a una liga de menor exigencia, la portuguesa, con el Vitoria de Guimaraes, pero tampoco destacó. En 2001, fue cedido nuevamente a Toulouse, pero la historia en Francia fue la misma. Aún así, fue inscrito al plantel merengue que disputó la temporada 2001-2002. No pasó de ahí, pues no disputó ni un minuto de competición oficial con el Real Madrid. Eso sí, festejó por todo lo alto el gol de Zinedine Zidane en Glasgow antes de partir al Levante para no volver jamás.

A diferencia de sus predecesores, el jugador de 23 años llega acompañado de un gran cartel: tres veces campeón en Portugal, líder de goleo con el Porto, mejor jugador del Mónaco en la temporada pasada y, por encima de todo, máximo anotador del Mundial 2014. Uno de los jugadores con mayor proyección en Europa, tiene todas las papeletas para borrar el oscuro historial colombiano en Chamartín y enamorar a la afición merengue que asegurado James ya sueña con un cuarto cafetero, el Tigre Falcao.