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Andrés Iniesta marca el camino

BARCELONA - Andrés Iniesta tenía 16 años la primera vez que le llamaron para entrenar con el primer equipo del Barça. Acudió al Camp Nou sin saber muy bien hacia dónde dirigirse y en el puesto de seguridad le aconsejaron que esperase a la llegada de algún futbolista profesional para preguntarle. "Llegó Luis Enrique, me subió al coche y me acompañó hasta el vestuario".

La anécdota la descubrió el viernes el centrocampista manchego entre risas rememorando su primer contacto con quien hoy es su entrenador. "Tenemos una gran relación y creo en él" descubrió después, ya más en serio. Y es que de aquel Andrés imberbe que en edad juvenil acudió a entrenar con los cracks a este Andrés que con 30 años es leyenda viva en el club hay muchas diferencias.

Pero en todo ese recorrido vital hay una circunstancia que regresa al primer plano en el reencuentro entre Iniesta y Luis Enrique: el Barça camina de nuevo hacia sus raíces y su liderazgo regresa a la banda, al banquillo.

En apenas dos días el centrocampista ha contemplado más similitudes con la llegada de Pep Guardiola en 2008 que con la de Martino en 2013. El entrenador marca la pauta, lleva el control, mantiene la tensión desde antes de comenzar una sesión y hasta cuando se ha acabado. Charla, exige, dirige, alienta, gesticula. No hay nadie (como en el pasado inmediato) que transmita sus ideas sino que es él, Luis Enrique, quien lo hace en primera persona.

"Cada situación es distinta, pero el momento es parecido y quizá tengan similitudes" convino Iniesta al referirse a sus primeras sensaciones. Aparcada la etapa Martino, el perfil del nuevo entrenador recupera el magnetismo que mostró Guardiola desde el primer día.

El Barça del presente guarda, es verdad, similitudes con aquel de hace seis años que tomó el hoy entrenador del Bayern de Múnich. Necesitado de autoestima, precisa recuperar aquellas sensaciones para muchos olvidadas pero que se mantienen en el fondo de un vestuario no tan distinto, por muchas caras nuevas que asomen en la plantilla.

"En el fondo, la frase "queremos volver a disfrutar como equipo" resumiría las sensaciones de un Iniesta catapultado al liderazgo del vestuario. Tan distinto a aquel Luis Enrique que le acogió con 16 años pero tan trascendente como era el asturiano en la época.