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Alves desea seguir en Barcelona

El brasileño buscará un lugar en el Barcelona de Luis Enrique Getty Images

BARCELONA -- Con el Barcelona camino de Inglaterra para comenzar el stage que durante esta semana llevará a cabo la plantilla azulgrana en Birmingham, el club conoció este lunes la intención de Dani Alves de cumplir el contrato que le ata hasta el próximo año y descartar su traspaso.

Como en el caso de Xavi, Luis Enrique ha evitado referirse públicamente al lateral brasileño. El entrenador asturiano conoce desde el primer día que el club no cuenta con el jugador pero a la vez sabe que si éste se mantiene firme en su postura de permanecer deberá tenerle en cuenta, por mucho que la confección de la plantilla se esté realizando sin su concurso.

Así, el problema, como temía Andoni Zubizarreta, está a punto de explotar en el Camp Nou por cuanto Alves ha adelantado su regreso a Barcelona y, según su círculo íntimo, está dispuesto a sumarse en los próximos días al stage de la plantilla en tierras inglesas, adelantando su incorporación, que no estaba prevista hasta el 4 de agosto.

El Barça no ha recibido alguna oferta firme por el lateral, y el jugador solamente ha tenido contactos indirectos con algún representante que le ha hecho llegar el interés de clubes italianos o ingleses que en ningún caso están dispuestos a pagar los al menos 10 millones que reclamaría el FC Barcelona por su traspaso ni a mantenerle los cerca de 7 de salario que tiene asegurados en el Camp Nou.

Así las cosas, cuando la 'soñada' opción del PSG va perdiendo enteros (aunque curiosamente el club galo traspasó a Jallet al Olympique de Lyon y solo tiene al holandés Van der Wiel en su posición), la continuidad de Alves en el club catalán va tomando cuerpo muy a pesar de los deseos de la directiva, confiada en hacer caja con él para abrir la puerta a nuevas incorporaciones.

El jugador, de 31 años, considera que su papel en el equipo seguirá siendo trascendental, por mucho que en la última temporada el rendimiento ofrecido estuviera muy por debajo de lo esperado. El cambio en la dirección técnica, con la llegada de Luis Enrique, es visto por Alves como la oportunidad de recuperar la intensidad que le llevó a ser intocable en la época de Guardiola y es por ello que contempla las próximas semanas como definitivas para aclarar su posición en la plantilla.

UN PROBLEMA ARRASTRADO

El caso de Dani Alves, de todas maneras, devuelve al primer plano un problema que se sospechó en Barcelona hace ya tres años. En el entorno del club se mantiene que una de las razones por las que Pep Guardiola abandonó el banquillo azulgrana fue por la negativa del entonces presidente Rosell a acometer la revolución que pretendía el entrenador.

Según esta teoría, el hoy técnico del Bayern pidió a la directiva los traspasos de Alves, Cesc y Piqué. Rosell no atendió a las demandas de Guardiola por el ascendente mediático y deportivo de los jugadores y, afeándole su poco acierto con el fichaje de Chigrinskyi, abrió la puerta de salida solamente a futbolistas secundarios como Keita y Maxwell, lo que motivó, entre otras cosas, el divorcio entre las dos partes.

Con el paso del tiempo se ha acabado demostrando que la teoría de Guardiola no estaba tan desencaminada. Cesc ya no está en el Barça, Alves está señalado de manera indisimulada, y la figura de Piqué, cuyo rendimiento en los dos últimos años también ha caído en barrena, es muy cuestionada tanto en el club como en el entorno.

En el Barça, de hecho, se está tan al cabo de la calle de la situación de Alves que se recuerda que el mismo Scolari le apartó de la titularidad de la selección brasileña durante el Mundial en favor de Maicon y se aventura que es el momento ideal para forzar su marcha.

Hasta tal punto es así que hay quien considera que llegado el caso sería hasta aconsejable ofercerle la carta de libertad para ahorrarse su ficha si se mantiene firme la apuesta por fichar a Cuadrado, un jugador de diferente perfil en las formas pero similar en el fondo.