Martín Bater 10y

Fuga de talento en Team USA

La hemorragia de talento de la selección de básquetbol de Estados Unidos para el Mundial de España ha sido la más grave en la última década para el conjunto norteamericano, y su entrenador Mike Krzyzewszki comenzó a dirimir quienes serán los 12 integrantes de su plantel mundialista definitivo con más dudas que certezas este lunes junto a los 19 jugadores que sí dijeron presente en Las Vegas.

La prensa estadounidense minimiza el efecto de la renuncia más reciente, la del ala pivote Kevin Love, pero la realidad indica que esta selección estadounidense no es un Dream Team cuando su reemplazante es Paul Millsap, y su aura de invencibilidad se va disipando poco a poco.

Love promedió 26 puntos y 12 rebotes con los Minnesota Timberwolves la temporada pasada, Millsap 18 y 8,5 con los Atlanta Hawks. Love es una estrella, Millsap es simplemente un muy buen jugador.

"Uno no puede quedarse sentado y ahogar sus penas en su cerveza pensando en quienes no están... Nos sentimos muy confiados sobre la oportunidad que tenemos frente a nosotros y estamos listos para ella¨, dijo Jerry Colangelo, presidente de la federación estadounidense de básquetbol.

Esto no se trata de llorar sobre la Budweiser derramada. Lo que Colangelo no puede o no quiere ver es que mientras España lleva lo mejor que tiene como anfitriona, Estados Unidos presentará a un plantel al que le falta experiencia no solo jugando como equipo, sino que cuenta con experiencia limitada jugando bajo las reglas de la FIBA, las cuales son un shock al sistema para los jugadores de la NBA, especialmente los más jóvenes.

En principio, grandotes como Millsap, Kenneth Faried, DeMarcus Cousins y Andre Drummond van a sufrir de lo lindo contra el monstruo español de tres cabezas compuesto por Serge Ibaka y los hermanos Gasol.

Es más, solamente Kevin Durant, James Harden y Anthony Davis formaron parte del equipo que ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos del 2012. La cohesión es clave en el formato FIBA, el cual favorece al funcionamiento colectivo por sobre la genialidad individual.

No se olviden, solamente el campeón del Mundial clasifica directamente a los Juegos Olímpicos del 2016, el resto deberá jugar en su Preolímpico correspondiente.

Echémosle un vistazo a quienes son algunos de los ausentes más notables en el conjunto norteamericano y sus razones para decirle "gracias, pero no gracias" a jugar a partir del 30 de agosto durante un Mundial que podría ver llegar a la hegemonía del conjunto de las barras y las estrellas a su fin.

LeBron James: LeBron jugó cada olimpiada y cada Mundial entre el 2004 y el 2012 excepto el del 2010. La ausencia del mejor jugador del mundo en su plenitud duele, pero es entendible.

Carmelo Anthony: El de Anthony es un caso similar al de James, ya que él dijo presente en los últimos tres Juegos Olímpicos. Anthony se prestaba de gran manera al estilo FIBA y maximizó su rendimiento como pieza complementaria, pero esta vez verá al Mundial por TV.

Kobe Bryant: Kobe fue el abanderado de el nuevo Dream Team, pero a los 35 años está bien que de un paso al costado y permita un recambio generacional, aunque no lo descarten para los Juegos del 2016 en Rio de Janeiro.

Kevin Love: Su futuro incierto en la NBA (¿Minnesota? ¿Cleveland? ¿Chicago?) y el riesgo de una lesión lo terminaron apartando de la selección a último momento. Su ausencia es letal, ya que su capacidad de maniobrar en el poste bajo, bajar rebotes y encestar triples lo hubiesen convertido en un jugador imparable en el Mundial.

Russell Westbrook: El base del Oklahoma City Thunder se ha sometido a tres cirugías en su rodilla derecha en el último año, así que él decidió a principios de este mes que someterla al estrés de un Mundial probablemente no era la mejor idea por más que todavía sea un jugador joven a los 25 años de edad.

Kawhi Leonard: El MVP de las Finales de la NBA de este año tiene apenas 23 años, pero prefirió descansar y preservar su físico ante el desgaste generado por las dos Finales consecutivas jugadas con los Spurs en los últimos dos años.

Blake Griffin/LaMarcus Aldridge: Dos ala pivotes que podrían haber hecho estragos en el Mundial junto a Love, Griffin en particular, pero ambos priorizaron al descanso y a sus clubes por sobre la selección.

Todos estos nombres ausentes significan que Durant tendrá que ponerse al equipo al hombro como en el Mundial 2010 para alzar la copa el 14 de septiembre en Madrid, contando con Derrick Rose como principal aliado e incógnita debido a su rodilla maltrecha y con tiradores como Chandler Parsons, Bradley Beal y Klay Thompson como respaldo.

Esto no es culpa de Krzyzewski, un gran entrenador que ya ha ganado un Mundial en el 2010 y dos oros olímpicos en el 2008 y 2012, sino que es cuestión de mentalidad y cultura basquetbolística del jugador y la sociedad estadounidense.

En Estados Unidos es club primero y selección después. La razón por la cual se formó el Dream Team del 2008 fue por la vergüenza ajena que causaron las debacles del 2002, 2004 y 2006. Ahora que la hegemonía estadounidense ha vuelto a ser establecida, la NBA y los clubes que les pagan millones vuelven a ser prioridad para el jugador.

En países como Argentina y España, por ejemplo, sucede exactamente lo contrario. Jugadores como Luis Scola, Manu Ginóbili y Pau Gasol hacen lo imposible por estar con sus respectivas selecciones además de jugar en la NBA.

Eso se debe en gran parte a que en esos países no hay honor más grande que representar a tu selección, un concepto que se ve contagiado por el fútbol, el deporte más popular en ambos países.

El periodismo y el hincha estadounidense, por su parte, apoyan en gran parte a la filosofía de club primero y selección después. Para ellos, un anillo de campeón de la NBA es infinitamente más importante que un Mundial o un oro olímpico.

Además, el agrande generado por haber ganado los últimos dos Juegos Olímpicos y el Mundial del 2010 hasta ha llevado a algunos a sugerir que jugadores universitarios, y no los profesionales de la NBA, deberían jugar para la selección.

A pesar de todo esto, a pesar de todas las ausencias, Estados Unidos sigue siendo el máximo candidato a ganar el Mundial este año y solo España parece ser capaz de destronarlo.

Francia no cuenta con su principal figura en Tony Parker, la Generación Dorada argentina está avanzada en años y cuenta con la distracción de la crisis en el seno de su propia Confederación, mientras que Brasil no se puede poner la chapa de candidato hasta que de el salto de calidad hacia el podio.

De todas maneras, Krzyzewski y sus jugadores tienen prohibido confiarse. Si lo hacen, las ausencias de algunas de sus principales figuras podrían pasar de ser heridas superficiales a la receta para el tipo de debacle mundialista que Estados Unidos no quiere volver a repetir.

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