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Cortan las alas a Manu Ginóbili

Una daga al corazón de todos los argentinos, eso es lo que es la noticia de que los San Antonio Spurs enviaron una carta para desautorizar a Manu Ginóbili a jugar el Mundial debido a la fractura de estrés en su pierna derecha fue tanto para Manu como para todos sus compatriotas. La carta se hizo pública el 28 de julio, el día del cumpleaños número 37 de Ginóbili. ¡Qué regalito!

Ojo, los Spurs están en todo su derecho de decirle que no a Manu con un contrato vigente entre el jugador argentino y el conjunto tejano, pero que uno tenga derecho a hacer algo no quiere decir que eso esté bien.

Este sería el último Mundial de Ginóbili, un jugador que le ha dado todo a los Spurs desde que llegó al club, que ha sacrificado su salario y su prestigio, aceptando descuentos en sus contratos y entrando al partido desde el banco como sexto hombre por el bien del equipo a costa de su ego individual, sabiendo que él sería titular en cualquier otro equipo de la NBA.

Además, Manu fue clave para que San Antonio obtenga el quinto título de su historia esta última temporada, su tercero desde el 2005, ¿y este es el agradecimiento que le dan?

A Manu le están cortando las alas para tomar vuelo por última vez con la camiseta celeste y blanca número 5 que defendió con tanto amor y pasión durante la última década y media.

Es difícil que lo veamos jugar en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro del 2016 a los 39 años , su ausencia en este Mundial probablemente significa que es hora de darle paso a una nueva generación, la sucesora de la "Generación Dorada" (¿"Generación Diamante? ¿Generación Dorada 2.0?")

Sin embargo, eso no quiere decir que no se pueda reconocer la gran trayectoria de Ginóbili con la Selección Argentina. A continuación hacemos un breve repaso de ella.

1998: El Mundial de Grecia y el debut de Manu

Manu debutó en la Selección Argentina a los 21 años nada menos que en el Mundial de Atenas, demostrando que era un jugador especial hecho para cosas importantes aun cuando todavía era apenas un pibe que jugaba para Estudiantes de Bahía Blanca, su ciudad natal.

Ginóbili en realidad fue el último convocado a ese torneo, ya que en principio su puesto iba a ser ocupado por un anotador veterano como Jorge Racca, pero el gran nivel del bahiense le terminó torciendo la muñeca a su entrenador Julio Lamas, quien eligió a Ginóbili por Racca y comenzó a cambiar la historia del básquet argentino sin saberlo en ese momento.

Argentina terminó octava en ese Mundial, pero Ginóbili ya demostraba que estaba para cosas grandes al anotar 13 y 12 puntos respectivamente en los últimos dos partidos.

Ese Mundial fue su trampolín a Europa desde Bahía Blanca, y el comienzo de una historia legendaria que recién había pasado su primer capítulo.

2002: Una Final perdida y el nacimiento de la "Generación Dorada"

Argentina venía de jugar un gran Premundial en el 2001, pero el Mundial en Estados Unidos era otra cosa y nadie lo sabía mejor que Ginóbili, quien llegaba listo para lucirse ante el mundo entero a los 25 años.

El partido que marcó un antes y un después en su carrera fue contra un cuco, Estados Unidos, el 4 de septiembre ante un Bankers Fieldhouse repleto, con todo el público en contra y una misión: Clasificar a Cuartos de Final en la cima del grupo y tumbar al Goliat del básquetbol mundial.

Manu jugó un gran partido con 15 puntos y tres asistencias en 24 minutos, dejando su marca en la historia grande de la selección.

Ginóbili se dobló el tobillo en las semifinales contra Alemania y se vio muy limitado en la final contra Yugoslavia sin anotar puntos en 12 minutos durante una agónica derrota en tiempo suplementario.

Sin embargo, el escolta argentino ya había dejado su marca en el torneo y por fin llegó a la NBA, donde lo esperaban Tim Duncan, Tony Parker y los San Antonio Spurs.

2004: La medalla dorada y la gloria eterna

Un Ginóbili que había salido campeón de la NBA en el 2003 y estaba en su plenitud a los 27 años simplemente la rompió en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004 como líder del equipo en el torneo en puntos y asistencias con 19,3 y 3,3 respectivamente.

Ginóbili también tuvo un momento inolvidable durante el debut contra Serbia y Montenegro, encestando una canasta ganadora tan acrobática como improbable con 0,7 segundos por jugar. Manu era el Zeus del básquet argentino, creando milagros.

Estados Unidos se interponía en el camino nuevamente, esta vez en semifinales, y Argentina derrotó al anfitrión y gran favorito en su propia casa de la mano de Manu.

Ginóbili anotó 29 puntos y hasta provocó que Tim Duncan, su compañero en San Antonio, se vaya expulsado tras cometerle una falta con cinco minutos por jugar y Argentina ganando por 11.

Argentina terminaría ganando la primera medalla dorada de su historia en el básquetbol derrotando a Italia en la final, y a partir de allí Ginóbili sería considerado el mejor basquetbolista de la historia de su país.

2012: Agridulce despedida en Londres

Nadie lo sabía en ese entonces, pero los Juegos Olímpicos de Londres podrían llegar a ser recordados como la despedida de Manu con la Selección Argentina.

Como no podía ser de otra manera, el Dream Team estadounidense se interponía en su camino en semifinales. Aunque esta vez no hubo final feliz y Argentina cayó derrotada.

Argentina tampoco pudo llevarse la medalla de bronce en ese torneo al caer frente a Rusia por 81-77, pero si ese fue el último partido de Manu con la selección ciertamente fue memorable, ya que él fue el máximo anotador argentino con 21 puntos y también contribuyó tres rebotes y tres asistencias en un encuentro que terminó a un triple fallido de la gloria.

Este fue apenas un repaso superficial de lo que fue la carrera de Emanuel "Manu" Ginóbili con la celeste y blanca. Él cambió la historia de lo que solía ser un deporte marginal en su país, ayudó a darle prestigio a una selección que no solía tenerlo, y eso es algo que va mucho más allá de las estadísticas.

Pase lo que pase, ya sea un cambio de opinión de los Spurs o la despedida definitiva, lo único que queda por decir es gracias. Eternamente gracias.