BUENOS AIRES -- Se hizo esperar. Los días pasaron, los años transcurrieron y Miguel De Achaval luchaba desde afuera para volver a ponerse la camiseta de Alumni. Una doble hernia de disco en sus vértebras lo dejó sin actividad desde aquella recordada final del 2011, ante el San Isidro Club. Un 26 de julio de 2014, casi 34 meses después, el ex Puma saltó a la cancha nuevamente para defender los colores de la Primera del conjunto de Tortuguitas en la derrota ante CUBA por 19-7.
Los minutos pasaban y las miradas estaban puestas en el banco de Alumni. Apenas comenzó el segundo tiempo y tras el drop de Bautista Güemes, Chacha se sacó la campera, calentó al costado del banco de suplentes y tras ocho minutos, bajo una catarata de aplausos, el tercera línea pisó fuerte el verde césped para ingresar en lugar de Fermín Paz. "Micky" volvió, pese a no hacerlo como él quería, con Miguel Avramovic y Rafael Carballo al lado -el Ruso salió lesionado en el primer tiempo y Rafa todavía no volvió a jugar aunque lo hará en las próximas semanas-. Pero, la alegría no se la quita nadie.
- ¿Cómo fueron estos casi tres años de lucha y espera?
- Sí, son casi mil días sin jugar en la Primera de Alumni. Estoy muy contento por esta vuelta. Creo que más allá del Ruso y de Rafa, lo importante era sumarme al equipo, al plantel superior y estoy contento por haber logrado volver. Espero poder mantenerme y ahora trabajar para dar lo mejor.
- ¿Qué sentiste cuando ingresaste? ¿Qué se te cruzó por la cabeza?
- Estuve muy tranquilo. Lo que se me pasa por la cabeza es agradecer a todos los que me ayudaron para que vuelva en estos casi tres años. Fueron dos años y medio, largos, porque estuve con mucho dolor, casi sin poder moverme por la espalda. Fue un extenso proceso de recuperación, así que el agradecimiento para los que colaboraron.
- ¿Lo tomaste como un logro personal?
- Sí, es una gran felicidad haber vuelto a ponerme la camiseta de Alumni. Como todo jugador, es un muy lindo volver a jugar, porque uno prescinde de la familia, del trabajo, pero lo hace porque disfruta del rugby. El logro será si clasificamos, por ahora voy a tratar de aportar mi granito de arena para el equipo.
- ¿Alguna vez se te cruzó por la cabeza largar todo?
- No. Cuando tuve la lesión pensé que habían sido diez años de jugar en Primera, tuve la posibilidad de jugar en Pampas, en Los Pumas, había sido una linda carrera. Pero lo que me molestaba era que yo no había decidido dejar de jugar, sino que la lesión me había llevado a ello. Así que me propuse volver. Por suerte y gracias a la ayuda del kinesiólogo, Juampi Pardo, y del cuerpo técnico, pude ir mejorando y focalizándome para volver. Después veía que los partidos pasaban, que me sentía bien en Preintermedia, en Intermedia y no tenía dolor en la espalda, así que estaba contento por volver a jugar.
- ¿Cómo ves el presente de Alumni?
- Tenemos altibajos, por ahí nos falta madurez para poder plasmar en el resultado lo que se viene haciendo en la cancha. Con el SIC es un claro ejemplo, porque desde el juego estuvo dominado y entró Madero que complicó bastante el partido. Con CUBA ellos tuvieron un mejor primer tiempo y demostraron por qué son los últimos campeones. Tuvieron una gran defensa. Alumni está proponiendo jugar, abrir la pelota, uniendo los forwards con los tres cuartos. Falta ajustar detalles para que lo hecho se refleje en el resultado.
- ¿Hay Miguel De Achaval para rato?
- Este año seguro. Si el cuerpo acompaña, sí. Estoy entusiasmado por haber vuelto y ahora intentaré mantener el nivel. El tiempo definirá qué pasará más adelante.