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Vertonghen, el central imposible

El belga Jan Vertonghen celebra un gol con su selección Getty Images

BARCELONA -- En el verano de 2012, semanas después de que Tito Vilanova se hiciese cargo del puesto de entrenador en el Barcelona, Sandro Rosell le ofreció la posibilidad de reforzar la defensa con el fichaje de un central de primer orden. Antes de que el hoy tristemente desaparecido técnico le presentara junto a Andoni Zubizarreta alguna lista de jugadores, el entonces presidente azulgrana nombró a Thiago Silva, por quien el PSG negociaba con el Milan pero que Rosell estaba seguro de seducir para que fichara por el Barça.

Vilanova, encantado con el brasileño, desdeñó cualquier otra opción a pesar de que Zubizarreta tenía en cartera a un jugador belga, Jan Vertonghen, que capitaneaba el Ajax y a quien su entrenador, Frank de Boer, consideraba entre los mejores de Europa en la posición. Pero pensando solamente en Thiago Silva, Vertonghen acabó fichando por el Tottenham, que pagó por su traspaso 12.5 millones de euros para que ocupara el puesto del croata Corluka en la plantilla, traspasado por 7 al Lokomotiv ruso. Y al final no uno, ni otro ni nada. Porque el presidente del PSG le quitó de la cabeza a Rosell la idea del brasileño y a Tito no le convenció nada más.

Dos años después Vertonghen vuelve a estar entre los nombres que maneja la dirección deportiva. En julio de 2013 Gerardo Martino no quiso mostrar músculo ante el vestuario y consideró que esperar a Puyol tirando con lo que tenía en la plantilla sería suficiente en el aspecto deportivo y positivo en su relación con los futbolistas.

El Tata perdió en su apuesta y el Barça se despeñó. Rozó la gloria hasta el último día en la Liga pero la delgada línea que separa el éxito del fracaso le colocó en el bando de los perdedores. Y conduciendo al entrenador argentino a la puerta de salida provocó la revolución en la que está actualmente el club.

Luis Enrique firmó conociendo el estado de las cosas. Los fichajes, los objetivos, los descartes... Todo. Y apenas dio el nombre de Suárez como imprescindible en su libreta, el de Mathieu como trascendente y para de contar.

FÁCIL O IMPOSIBLE

"O se ficha un cromo o se ficha un futbolista", admitió a ESPN una fuente próxima al cuerpo técnico, dando a entender que, en el fondo, el fichaje de un central no es una cuestión tan complicada. Y acaso en toda la colección de nombres que han circulado en los últimos meses el de Vertonghen sería el más adecuado a los parámetros en que se mueve la dirección deportiva.

El problema tiene nombre y apellido: Daniel Levy, el dueño del Tottenham que cuando conoció que el Manchester United también pensaba en su central vino a recordar el traspaso de Gareth Bale al Real Madrid, dejando claro que el belga no saldría de White Hart Lane por menos de 40 millones de euros.

En el entorno del Barça se habla hoy de Agger como ayer se hacía de Vermaelen y mañana de Marquinhos. O de Hummels... Nombres en una relación que no deja de ser un misterio absoluto. "Hay centrales excepcionales que no sabrían jugar en el Barcelona", repite esta fuente, sumándose al discurso de Carles Puyol, quien la semana pasada ya avisó la dificultad que tiene ser defensa en este equipo.

Además hay otros datos que hacen pensar. Y dudar. O sospechar. Daniel Agger, de quien se dice tiene un precio de 15 millones de euros, apenas fue titular en 16 partidos de la Premier League con el Liverpool esta última temporada. Vivió a la sombra de Skrtel y Sakho, fichado precisamente al PSG, y ahora quedará todavía más en la sombra por el fichaje de Lovren. Si el Liverpool tiene esa poca consideración por el danés... ¿Qué puede ver en él como positivo el Barcelona?

El caso de Vermaelen es tanto o más curioso puesto que Wenger solamente le puso de titular en siete partidos ligueros el pasado curso, siendo un simple suplente de la pareja formada por Mertesacker y Koscielny.

Estos son los dos futbolistas por los que, a la sombra de Marquinhos, más apuestan los medios deportivos en Barcelona. Todo ello sin reparar en la posibilidad de que, a fin de cuentas, Luis Enrique sentencie el tema de manera salomónica: 'esto tenemos y con esto vamos'. O dicho de otra manera: Mathieu era el nombre y no habrá el fichaje famoso del central. Porque todo podría ser.