Jordi Blanco / Corresponsal 10y

Luis Enrique exigirá más disciplina

BARCELONA -- Si un entrenamiento comienza a las 10 de la mañana, cualquier futbolista de la plantilla debe llegar a las instalaciones una hora antes. Allí, de hecho, ya estarán los integrantes del cuerpo técnico, con Luis Enrique a la cabeza, preparando la jornada. Normal, o no, este es uno de los puntos que muestran la ruptura con el pasado más reciente en el FC Barcelona. El nuevo entrenador ha recuperado el mando del vestuario y pretende aplicar su disciplina de manera inequívoca.

Y los jugadores han comenzado a 'sufrir' las consecuencias. Si Martino rebajó la exigencia en lo que a la puntualidad se refiere (él y sus colaboradores eran los primeros en llegar a la Ciudad Deportiva con el tiempo justo), Luis Enrique ha apretado las tuercas al más puro estilo Guardiola. Gerard Piqué, según descubrió este viernes el diario SPORT, ha sido el primero en rascarse el bolsillo, durante el Stage en Birmingham, por retrasarse dos minutos. Y las risas con que se ha acogido el cambio dejan al descubierto la realidad: Se acabó el recreo.

Si futbolísticamente el Barça que se adivina rompe con el de la última temporada, la convivencia en su seno también ha sufrido unos cambios drásticos que los jugadores veteranos han descubierto de sopetón. De la admiración con que se presentó hacia ellos Martino al mensaje de Luis Enrique, "el líder soy yo", va algo más que una frase. El míster asturiano ha impuesto un código interno, una normativa, dirigido a mantener la exigencia en lo más alto y el vestuario ha entrado en la dinámica sin perder el tiempo.

Se acabaron las bebidas alcohólicas durante las comidas, se acabó la barra libre de Coca-Cola, se acabaron las bromas en las redes sociales, los deportes de riesgo, la vestimenta estrafalaria y las salidas nocturnas sin freno. La representación del club, más allá de los partidos, está hoy en primer plano y los profesionales que más cobran deben ofrecer una imagen inmaculada.

Sin que sirva de ejemplo máximo, la comparecencia de Piqué ante los medios el jueves dio muestras de una distinta forma de actuar de los jugadores. El futbolista, de acuerdo con lo decidido por Luis Enrique, debe expresarse con educación y respeto en las ruedas de prensa. Declaraciones extemporáneas, faltas de respeto o simplemente no vestir la ropa oficial del club no está permitido y motivará una sanción económica.

Puede sonar a broma pero es un paso que devuelve al Barça hacia 2008. Entonces el nuevo entrenador, Pep Guardiola, tuvo que implantar una normas de disciplina muy claras en una plantilla que había perdido todo el autocontrol en los últimos tiempos de Frank Rijkaard. Ahora Luis Enrique no ha perdido ni un minuto en recuperar este mando que Martino se dejó por el camino.

La disciplina férrea del nuevo entrenador llega al extremo de diferenciar los actos de indisciplina y alcanzar, en el caso de los graves, expedientes que aparten al deportista, sea cual sea su nombre, de la plantilla llegándose incluso a la posibilidad de su expulsión del club. En este sentido, las sanciones económicas irán de los mil a los 6 mil euros y lo recaudado no se utilizará en ninguna comida del grupo, sino que se destinará a una organización benéfica.

El cambio ya está aquí.

EL BARÇA SEGÚN LUCHO:

1.- El futbolista debe llegar a las instalaciones del club, registrando su entrada, una hora antes de comenzar el entrenamiento como muy tarde

2.- Cualquier integrante de la plantilla debe llegar a su domicilio particular antes de las doce de la noche en los dos días anteriores a un partido

3.- Es obligatorio vestir las prendas oficiales del FC Barcelona en los viajes y en cualquier acto del club, esto es en cualquier comparecencia ante los medios en las instalaciones

4.- Se prohíben los deportes de riesgo, así como declaraciones fuera de tono. Los deportistas, además, deberán ser cuidadosos en la utilización de las redes sociales

5.- Está prohibido el consumo de cualquier bebida alcohólica durante las comidas de grupo y se limita el de bebidas con cafeína

6.- La falta sin justificación clara a un entrenamiento será considerada falta muy grave que acarreará un expediente disciplinario

7.- No se puede abandonar la Ciudad Deportiva sin la autorización del entrenador una vez acabe la jornada marcada

8.- El dinero recaudado por las multas, cuya cuantía variará entre los 1.000 y los 6.000 euros, no se destinará a comidas de grupo, sino a una organización benéfica

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