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MÁLAGA -- Durante las próximas tres temporadas, Guillermo Ochoa defenderá la portería del Málaga. Anoche, al firmar su contrato, el mexicano se convirtió en el primer jugador mexicano que vestirá la camiseta blanquiazul. A partir de esta campaña, a Memo se le podrá ver con el número 13 a la espalda en el estadio La Rosaleda, a orillas del Guadalmedina, uno de los dos ríos que atraviesan la ciudad y que desembocan en el Mediterráneo. Capital de la provincia andaluza que lleva su nombre, Málaga es la sexta ciudad más poblada de España, con 568 mil 479 habitantes y una de las más antiguas de Europa, y como testigo, las ruinas de las murallas fenicias que datan de la fundación de la ciudad. Situada en una bahía, el puerto de Málaga sirve de puerta a Europa desde la costa africana, con un promedio de 659 mil pasajeros que anualmente cruzan el Mediterráneo desde Melilla, dada la cercanía al estrecho de Gibraltar, ubicado a 100 km de la ciudad. A menos de 60 km se encuentra Marbella, una de las ciudades turísticas más importantes de la Costa del Sol y destino predilecto de magnates rusos y jeques del medio oriente. Uno de ellos, Abdullah ben Nasser Al Thani, miembro de la familia real de Catar, decidió invertir en el Málaga en 2010, convirtiéndose en el máximo accionista del equipo. Fue recibido como lo que era, casi un rey, pues llegó con un proyecto bajo el brazo que pondría a Málaga en el mapa de la escena internacional. Llegó prometiendo, según se cuenta en la ciudad, una inversión de "180 millones de euros", en el que se incluiría un proyecto para ampliar el puerto de Marbella, entre otros, que atraerían a inversionistas extranjeros. Llegaron los inversionistas, pero los grandes proyectos se quedaron en el aire. También el equipo de la ciudad, que de la noche a la mañana, vio su presupuesto reducido a casi la tercera parte. Al Thani llegó a hacerse cargo de un equipo que acababa de ascender a Primera luego de pasar cuatro años en la división de plata. En su primera campaña al frente y tras realizar una fuerte inversión para reforzar al equipo, Málaga acabó el campeonato entre los 10 primeros. Para la campaña 2011-2012, hizo historia, pues de la mano de Manuel Pellegrini el equipo terminó en la cuarta posición, su mejor clasificación en cien años, obteniendo el boleto para disputar la Champions League por primera vez en su historia. Fue la temporada de las grandes estrellas: Santi Cazorla, Toulalan, Ruud van Nistelrooy; un jovencísimo Isco que al año siguiente deslumbraría al continente entero. Estaba, también, Fernando Hierro, malagueño e histórico español, quien se había hecho cargo de la dirección deportiva del club. Pero la magia duró poco. Para la campaña 2012-2013, el proyecto era ya insostenible. Las fichas, demasiado altas, apenas pudieron cubrirse -incluso hubo jugadores que no cobraron hasta un año después. Y es que el jeque, así como llegó, de la nada, decidió "cerrar el grifo". Aunque el equipo logró conservar al grueso de sus estrellas, se vio forzado a vender a las perlas de la cantera al año siguiente y dar salida a las fichas más altas, empezando por la del técnico Pellegrini que tanto éxito había tenido en la ciudad. Como resultado, en la campaña 2013-2014, Málaga pasó la mitad del campeonato mirando de reojo al descenso, y la otra mitad directamente peleando por la permanencia. Al final lo logró, pero volvió a ser el equipo de media tabla que se conforma con quedarse, un año más, en Primera. Y aunque está al corriente en pagos, según cuentan fuentes cercanas al club, Málaga iniciará la campaña en medio de la incertidumbre. Lo que está claro es que el jeque no invertirá más y dejará que el club se sostenga con lo que genere, pues se ha quejado de "gastar a espuertas" en el proyecto del club, y no se sabe cuál será su decisión final en relación con la directiva. Hace poco menos de dos meses, Al Thain puso a temblar al puerto entero, pues anunció su adiós a través de su cuenta de Twitter. "Siento decir esto, pero me voy de aquí porque no he encontrado respeto, aprecio ni igualdad", había escrito. Los directivos del equipo temieron lo peor. Pese a que se desdijo poco después, esta vez en Facebook, donde escribió que "dije que me iba de aquí, no dije nada del Málaga. ¿Por qué estas mentiras? Esta es la mayor prueba de la falta de respeto", la afición blanquiazul no se siente del todo segura, pues teme que les quiten lo poco que les queda. De ahí que la llegada de Guillermo Ocho resulte esperanzadora, pues hace mucho que no se presentaba en el Puerto, con bombo y platillo, uno de los jugadores sensación del momento.
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