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El rey del silencio

Woods sufrió una recaída en sus problemas de espalda Getty Images

BUENOS AIRES -- El rey del silencio continúa su danza ritual del misterio.

¿Será él o no? Esa es la pregunta que se ha planteado con mayor frecuencia esta semana durante el período previo al PGA Championship.

El jugador en cuestión, por supuesto, es Tiger Woods, quien se retiró con espasmos en la espalda el domingo en el noveno hoyo de la ronda final de la World Golf Championships-Bridgestone Invitational. Así que su participación en la principal final de la temporada en el Valhalla fue puesto inmediatamente en duda.

Los jugadores tenían hasta las 5 pm de ayer martes (5 de agosto) para inscribirse en el PGA. Sin embargo, un jugador puede solicitar una prórroga hasta la hora de salida de su primera vuelta y funcionarios del PGA de América confirmaron a Louisville Courier-Journal que el martes Woods había solicitado la prórroga.

"Entonces todo lo que tiene que hacer es presentarse a su hora de salida en la mañana del jueves", expresó al diario Brett Sterba, director del PGA Championship.

El periodista español Gerardo Riquelme escribió una nota en el diario Marca, con el título Complicada lesión, cuyo texto completo transcribo a continuación:

"La zona lumbar es la más crítica para un golfista", asegura Álvaro Zerolo, fisioterapeuta del European tour. "Y, desde luego, las operaciones en la rodilla tampoco ayudan, pero Tiger siempre ha ido a tope con el swing e incluso, aunque es un debate que yo mismo tengo, se ha podido entrenar hasta demasiado".

La violencia con la que Tiger hace el swing complica todavía más su futuro rendimiento. De hecho, el cuerpo médico que le trató en Utah y todos cuantos conocieron de cerca la lesión de la megaestrella se sorprendieron cuando volvió a jugar en junio. "La mayoría aún no se pueden creer que esté aquí", contó el pasado miércoles. "Pero cuando cumples todos los protocolos a la perfección, todo vuelve a su sitio. Y yo he sido capaz de volver, aunque me falta mejorar el físico y la explosividad".

Zerolo, no obstante, tampoco descarta que juegue en Vahalla. "Si es sólo un lumbago, puede estar perfectamente en tres o cuatro días", dice el próximo fisioterapeuta oficial del equipo europeo de la Ryder que establece una comparativa con el fútbol para añadir que "igual que por sobreuso los futbolistas que se retiran por lesión acaban con artrosis en la rodilla, en el golf pasa en la zona lumbar".

Lo que estalló no fueron sus drivers, como en otro tiempo cuando gobernaba con puño de hierro el golf mundial, si no su espalda. Se dejó caer desde el talud de un bunker a la arena, un metro, no más en el hoyo 2 y sufrió espasmos hasta que en el hoyo 9 abandonó. "No lo entiendo, otra vez es el mismo dolor en el mismo sitio", lamentó.

Y se marchó en su avión en busca una solución de urgencia, mientras las críticas sobre su futuro --no sólo es esta temporada-- llenaban los artículos de los críticos. Algunos, en Inglaterra, de dudoso gusto se referían a los gestos del domingo como los de "un viejo con artritis". Respeto a una leyenda.

EL MISTERIO DE UN TIGRE
¿Juega o no juega el PGA Championship?

Si juega, ¿cuáles serán sus condiciones?

Si no juega, ¿estará en la Argentina en octubre, o cuándo reaparecerá? ¿Por qué los médicos y cirujanos que lo atienden no opinan? ¿Existe una cláusula prohibitiva entre el acuerdo del paciente y los facultativos?

Manuel de Falla creó la Danza del fuego. Woods, la del misterio de su salud.