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Báez le da emoción a los Cubs

En 20 juegos tras el Juego de Estrellas Triple A, Baez bateó .342 con 9 HR y OPS de 1.159. Cal Sport Media/AP Images

Cuando Jed Hoyer, gerente general de los Cachorros de Chicago, se reunió con la prensa tras canjear al jugador de cuadro Emilio Bonifacio en la fecha límite de la semana pasada, la gran incógnita en esa sala era Javier Báez.

En un salón de Wrigley Field, los periodistas le preguntaron a Hoyer acerca de si este movimiento presagiaría la promoción de Báez, quien ha estado arrasando en Triple-A luego de un inicio lento. Tiene sentido, ¿no?

Hoyer primero objetó la pregunta, y habló acerca de la estructura organizacional como si estuviera charlando con el Harvard Business Review.

Luego, al darse cuenta de que le hablaba a periodistas deportivos, él enfatizó el punto más común que usan los directivos de equipos cuando se trata de prospectos: no puedes apresurar el proceso de maduración producto de sucesos externos.

"No cambiaremos nuestro programa con cualquiera de nuestros prospectos, basado en movimientos que realicemos en Grandes Ligas", dijo Hoyer. "Al sentir que ellos están listos para contribuir, haremos eso".

Llámenos locos, pero Báez, de 21 años, ya estaba listo para cooperar el 31 de julio, tal y como lo hará este 5 de agosto, cuando se una a los Cachorros en Denver. Una vez que comenzó a jugar la segunda base el 17 de julio, comenzó su cuenta regresiva.

Aunque sabíamos que Báez, salvo que le pasara una lesión, sería promovido este mes, la noticia fue muy bien recibida cuando se filtró el lunes.

¿Cuándo fue la última vez que los aficionados de los Cachorros tuvieron algo para sentirse emocionados a nivel de Grandes Ligas?

Este movimiento, y el significado que tiene, ciertamente califica como una noticia bien recibida por unos aficionados que se han tenido que enfocar más en las actualizaciones de Ligas Menores que en el desgaste diario del equipo en las Mayores, desde que el presidente Theo Epstein comenzó su proyecto de demolición y reconstrucción en 2012.

Por cierto, Báez, considerado como uno de los prospectos con mayor poder con el madero en las Menores, conectó dos cuadrangulares en su último partido con la sucursal de Iowa.

Báez comprobó que no estaba listo para las Mayores cuando batalló al inicio de la campaña Triple-A. Pero mostró el ajuste paso a paso que la organización espera de los prospectos, cuando bateó para .300 en Julio, con 10 jonrones y .345 de promedio de embasarse. De sus 33 imparables el mes pasado, 19 fueron extra-bases, lo que le dio .655 de slugging.

En los 20 partidos que siguieron a la pausa por el Juego de Estrellas de Triple-A, bateó para .342, con nueve cuadrangulares y un OPS de 1.159. Báez finalizó su carrera de cuatro años en las Menores bateando para .260, con 24 dobletes, 23 jonrones y 80 carreras remolcadas para los Cachorros de Iowa.

En resumen, él estaba listo.

Los Cachorros sabían esto, pero no había prisa, considerando que lo único que pelean es por colocarse entre los cinco primeros del Draft 2015.

Los Cachorros obviamente querían emplear a Bonifacio, una de sus pocas fichas de cambio, antes de la fecha límite. Una vez que lo cambiaron, nos dimos cuenta de que los Cachorros esperarían unos cuantos días, quizá una o dos semanas, antes de promover a Báez.

Menos de una semana después, y aquí estamos. Luego de una serie de tres juegos en Denver, los Cachorros vuelven a casa para una serie de fin de semana contra Tampa Bay, iniciando el viernes. Todavía quedan buenas localidades.

Los Cachorros ya habían etiquetado esa serie con los dos niveles más altos de precios para las entradas, con los partidos del viernes y sábado a precio "estelar" y el del sábado como uno de ocho juegos "platino". Las entradas más baratas en la reventa se podían conseguir por $35 cuando se dio a conocer la noticia, o por $41.66 incluyendo impuestos, en el sitio de internet de los Cachorros.

Una cosa es segura, los Cachorros serán de nuevo un equipo agradable de observar, especialmente si Báez sigue bateando. El equipo está batallando para la audiencia televisiva, al menos de acuerdo a los ratings Nielsen. Creemos que el partido del martes impondrá un récord de audiencia en Comcast SportsNet.

Mientras Epstein y su personal están recibiendo el mérito acorde por su relativamente rápida transformación del sistema de sucursales, no está de más el recordar que Báez fue una de las últimas selecciones de draft realizadas por Jim Hendry, aunque Hendry no quiere ningún crédito por esto.

Incluso si él se mantuviera como gerente general, él le daría el mérito a los scouts y al director de ellos, Tim Wilken. En este caso, él ya sabía que lo habían despedido de su empleo tras una charla con Tom Ricketts, y acordó quedarse hasta el draft, antes de que se oficializara su despido.

En la columna que se publicó el día que Hendry fue despedido, se incluyeron declaraciones de una fuente que estuvo en la habitación cuando Báez fue reclutado como noveno global en 2011. Esa fuente dijo que Hendry "actuó como si ese pelotero fuera a jugar la tercera base para él durante los próximos 10 años".

Irónicamente, el primer juego como local para Báez será ante Chris Archer, quien fue canjeado por Hendry en la transacción para adquirir a Matt Garza, el último esfuerzo -- infructuoso -- para salvar su trabajo.

Ahora, es momento de que los aficionados de los Cachorros celebren, o al menos de que vean de nuevo los partidos, porque la nueva época del béisbol para los Cachorros está comenzando de verdad.

Báez viene a batear, el jardinero Jorge Soler está en el círculo de espera (esperen que lo promuevan en septiembre), y en la caseta, Kris Bryant está sacando a su bat Wonder Boy de su estuche.

Los Cachorros de Grandes Ligas están a punto de ser relevantes una vez más. Eso es para sentirse bien.