BUENOS AIRES -- El gran tema, queridos lectores, es Boca Juniors. El club más grande de Sudamérica y uno de los más importantes del mundo, está en problemas. No es para menos, hace rato que no gana un partido y lo peor de todo, no encuentra un patrón de juego.
Hay muchas formas de perder, pero una sola forma de jugar: bien. Si Boca Juniors no comienza a jugar bien, se complicará su situación con lo que le queda del resto del año y, sobretodo, se divisa a lo lejos el fantasma del promedio.
Hace tiempo que Boca no sale campeón, sus posiciones en la tabla no lo benefician y nada indica que mejore en su juego. Bianchi parece no encontrar la manera de despertar a sus jugadores. Y todo se envuelve en un mar de incertidumbre.
Ante semejante situación ¿qué hacer? ¿qué deberían hacer el técnico y los dirigentes con un plantel que no responde? ¿Habrá que empezar de cero y armar un equipo competitivo para lo que resta del torneo, pero pensando más en la Copa Libertadores el año próximo?
¿Está todo perdido por el momento? ¿Cómo seguirán las cosas? Como no me gusta quedarme con estos interrogantes en la cabeza me fui a un barrio boquense: La Boca.
Nada mejor para estos momentos de incertidumbre que escuchar la voz del hincha de a pie. En las calles, en los negocios, en el sentir del barrio todos quieren que Bianchi continué. Para el hincha común no es Bianchi el problema.
Sin ir más lejos, Francisco Garamona, 22 años, plomero, vecino del barrio se me acercó y me dijo:
--El tema es que ya no existen los jugadores de antes. Bajó mucho la calidad en general y la mayoría de los hinchas esperamos que regresen los Chicho Serna, los Palermo, los Barros Schelotto. Y eso no va a ocurrir.
--¿Y por qué pensás que eso es así?
--Porque se van agotando las estrellas personales en el fútbol y en todas las actividades en general. Ya no hay espacio para los protagonistas. Por eso el hincha extraña a Roman.
Lo despedí a este hincha profundo y seguí caminando, esta vez con rumbo hacia el Caminito.
De golpe siento un chis, chis, chis, morocho... Me dicen...
Me doy vuelta y una morocha escultural, con botas rosas me llama moviendo su dedito. Ya sé que están pidiendo opinión sobre Boca... Yo tengo algo para decir...
La miré fijo y le di la palabra.
--Mirá, ¿sabés lo que pasa en Boca? Se autopregunta y sigue. A los jugadores les falta encontrar el centro de su deseo. Deben preguntarse si quieren o no jugar en Boca. Te digo más, deberían preguntarse qué quieren hacer realmente. Si jugar al fútbol o hacer periodismo.
--¿Si Boca gana un partido, todo cambiaría?
--Por supuesto, nene, siempre se cambia ganando. No se puede hacer nada desde la derrota. Por eso, cualquier momento es bueno para barajar de nuevo. Los jugadores que hay son los mejores, de eso no tengo dudas.
--¿Y Bianchi?
--Es lo mejor que le puede pasar a Boca.
Y termino está crónica con las palabras de esta joven. El cambio comienza ganando, una gran frase.