Bernardo Pilatti 10y

El futuro brilla más que el presente

Ya transcurrieron casi nueve meses y este 2014 parece que no pasará a la historia por sus buenas peleas. Entre los pugilistas más taquilleros no han ocurrido batallas emocionantes, las decepciones se han acumulado y los combates inmediatos parecen ser más de lo mismo. El boxeo como negocio, también ha pasado sobresaltos y cambios puntuales en este período.

No obstante, la buena cara de este año, que se consagra como una bisagra entre pasado y futuro, la trae una nueva generación de profesionales a los que necesariamente debemos apostar de una buena vez y para siempre. Y de eso se trata esta columna. Ver lo que queda de lo que ya hubo y revisar lo que vendrá. En estos radica la esperanza, que nadie lo dude.

LAS GRANDES PELEAS

El término elegido para destacarlas como "grandes batallas", obedece exclusivamente al cartel de sus protagonistas, la promoción y la dimensión mediática que a las mismas se les ha dado. La mayoría fueron decepcionantes y algunas hasta pueden caer en la denominación de fiasco.

Así repetimos el plato de siempre en la nueva presentación de Floyd Mayweather, que cumplió con todos los pronósticos para vencer en las tarjetas a Marcos Maidana, un rival más lento y más pesado. El 13 de septiembre, su revancha promete ser más de lo mismo, otra cosa sería una grata aunque difícil sorpresa.

Miguel Angel Cotto, que contaba los días para su retiro, al influjo de su nuevo entrenador Freddie Roach, parece revivido como producto rentable. Sin embargo, en lo estrictamente boxístico, es una incógnita. En el 2013 había vencido a Delvin Rodríguez que no fue rival y en junio pasado ganó su cuarto título en cuatro divisiones diferentes. En esa oportunidad peleó como mediano sin ser mediano y en una batalla que nunca debió ocurrir, contra Sergio "Maravilla" Martínez. El argentino venía de una operación en la rodilla y mal podía sostenerse en pie. Fue un combate desigual, absurdo y que jamás debió ser autorizado.

En ese mismo escenario, aparecen las dos batallas que protagonizó Saúl "Canelo" Álvarez en este 2014. La primera marzo ante un desconocido Alfredo "El Perro" Angulo que pareció olvidarse de su estilo antes de perder por KOT en el décimo asalto. El 12 de julio, Canelo venció en las tarjetas a un Erislandy Lara que nos decepcionó con su exagerada elusividad, en la oportunidad que tanto había reclamado y donde ganó la mayor bolsa de toda su carrera.

Tampoco Manny Pacquiao y Timothy Bradley nos llenaron el ojo en la pelea que protagonizaron y que, con justicia, el filipino ganó en las tarjetas. La nueva versión de PacMan, ahora más técnico y precavido, le roba emoción a sus peleas. Si sumamos que Bradley erró el camino con su estrategia suicida de apurar buscando el KO temprano, para agotarse enseguida, el combate pasó a la historia sin pena ni gloria.

De las peleas con alto perfil mediático, tal vez, solamente apruebe el examen la que protagonizaron Juan Manuel Márquez y Mike Alvarado el 17 de mayo en Inglewood, California. Sin tanta expectativa como las otras, esta batalla resultó emotiva, de alternativas cambiantes, con mucho intercambio y con caídas de los dos rivales a la lona, antes del triunfo en las tarjetas del mexicano.

LO PEOR FUE EL DESPUES

Cuando un campeón gana una batalla, todos esperamos que su próximo oponente sea más exigente que el anterior. Lo impone la trayectoria de quien debe demostrar siempre que es el mejor y lo imponen las reglas del espectáculo. Con el boxeo, en este 2014 ocurre todo lo contrario.

Miguel Angel Cotto luego de vencer a Sergio Martínez, ni él ni su equipo, asumieron el reto que todos los fanáticos reclaman: unificar con Gennady Golovkin. Ni siquiera de aceptar medirse al monarca interino, Marco Antonio Rubio, que finalmente deberá cruzar guantes con Golovkin el 18 de octubre.

Con Floyd Mayweather ocurrió algo parecido, cuando decidió repetir contra el argentino Marcos Maidana el 13 de septiembre.

LAS DECEPCIONES

Una de las grandes decepciones las protagonizo el doble campeón junior welter, Danny Garcia,que está viviendo un 2014 para el olvido, luego de sufrir ante Mauricio Herrera en una pelea donde lo vimos perder, si bien le otorgaron la victoria, y luego regresar encabezando una cartelera en TV nacional contra un rival inoperante e inexistente como Rod Salka.

Pero hubo otras decepciones, como la protagonizada por Ruslan Provodnikov ante Chris Alfgieri al que no supo vencer y desnudó todas sus limitaciones o Brandon Ríos que regresó contra Diego "la Joya" Chavez para protagonizar un verdadero fiasco de batalla, que ganó cuando la estaba perdiendo, por descalificación de su oponente. Pero, tal vez, la mayor decepción en lo que va de este 2014 la protagoniza Julio Cesar Chavez Junior, del que nada se sabe con certeza. Ni si entrena, ni su próximo rival y ni siquiera cuánto pesa en este momento.

LOS BUENOS QUE NO PELEAN

Ser un miembro del selecto Top 10 de los Libra por Libra, determina exigencias que algunos campeones no cumplen. Es el caso de Mikey García, que peleó por última vez el 25 de enero cuando venció en las tarjetas a Juan Carlos Burgos y el monarca de los súper medianos Andre Ward que no ha visto acción este año y al igual que García, no tienen su próximo rival definido.

Los motivos para no pelear, pasan conflictos contractuales, el mal trabajo de sus manejadores y hasta el estilo de pelea, algo que afecta en sobremanera a Guillermo Rigondeaux. El doble campeón cubano sufre para encontrar rivales y en julio último debió viajar a Macao, para enfrentar a un oponente tailandés de 37 años, sin nombre internacional como Sod Kokietgym. Muy poco para un doble campeón que figura entre los mejores libra por libra del mundo.

LAS SORPRESAS

El ascenso de Chris Algieri rompe todas las previsiones y debe ser catalogado como una sorpresa. Primero por su inesperado, aunque legítimo triunfo sobre Ruslan Provodnikov y luego por aparecer como el próximo rival de Manny Pacquiao. La otra gran sorpresa de este 2014, ha sido la muy bien elaborada victoria del invicto británico Kell Brooks que le arrebató el título welter de la FIB a Shawn Porter. Dentro de ese rango, aunque en menor medida, más que la derrota, sorprendió la manera en que el cubano Yuriorkys Gamboa fue noqueado por el campeón ligero de la OMB Terence Crawford, el pasado 28 de junio

EL SHOW DEBE CONTINUAR

El boxeo como negocio, especialmente a nivel de las grandes promotoras, ha impresionado en lo que va del 2014, particularmente, por los cambios que se han producido. El más importante ocurrió en Golden Boy Promotions, con la salida de escena de su ex CEO, Richard Schaefer obligado a renunciar. En la misma línea, la paz y el deseo de trabajar juntos que se oficializó entre los principales de Top Rank (Bob Arum) y GBP (Oscar de la Hoya) ha sido uno de los grandes acontecimientos del 2014. No menos trascendente que esos dos episodios, lo ha sido el meteórico ascenso del misterioso e influyente empresario Al Haymon que sigue sumando pugilistas de elite a su establo.

Dentro de los acontecimientos del 2014, no es un dato menor señalar la caída en las ventas del PPV, debido a un desgaste que los principales promotores han venido advirtiendo. Las principales peleas de este 2014, encabezadas por la Mayweather-Maidana I, vendieron por debajo de lo que se esperaba.

Asociado a esos hechos, debe apuntarse el aumento de la influencia del fanático. La insistencia sistemática en los foros para que sean organizadas carteleras más atractivas, donde los mejores se enfrenten a los mejores, produjo resultados. La paz entre Top Rank y Golden Boy Promotions nació, precisamente, de esa presión.

EL FUTURO ES LA ESPERANZA

Inevitablemente el futuro, la renovación de nombres, el adiós a los veteranos y el desembarco de una nueva generación es lo bueno que está mostrando este 2014. Vivimos un proceso de cambios, una transición entre lo que fue y lo que será. Hay nombres ya consagrados en el firmamento de los títulos y que ahora van en busca de ganar el protagonismo que merecen en las grandes ligas. En ese grupo hay figuras emblemáticas como el campeón ligero del CMB Omar "Panterita" Figueroa y el doble campeón mundial mexicano (AMB-OMB) del peso mosca, Juan Francisco "Gallo" Estrada.

Panterita ganó una épica batalla, candidata a pelea del año, contra Daniel Estrada el pasado 16 de agosto, mientras que el Gallo Estrada, luego de un 2013 de ensueño con victorias sobre Brian Viloria y Milan Melindo, en abril pasado noqueó a Richie Mepranum y en septiembre busca, contra Giovanny Segura, demostrar que está listo para llegar al ranking de los mejores Libra por Libra del planeta.

Pero hay otros nombres que luego de sus victorias en el 2014, se suman al tren de la esperanza futura en el boxeo de Grandes Ligas. Ellos son los mexicanos Francisco Vargas que en este 2014 ya despachó a Juan Manuel Lopez y Abner Cotto o el campeón súper mediano Gilberto "Zurdo" Ramírez que viene de noquear a Junior Talipeau y a Giovanni Lorenzo.

También deben tomarse en cuenta a promesas portorriqueñas, como el invicto Félix Verdejo que ha ganado cinco peleas consecutivas este año, cuatro de ellas por KO y el también invicto McJoe Arroyo que viene de noquear a Hernán "Tyson" Márquez.

En la misma línea, han mostrado crecimientos en este 2014, el nicaragüense, Román "Chocolatito" González, el mexicano Adrián 'Diamante" Estrella, el portorriqueño José Pedraza y los estadounidenses Antonio Orozco y José Zepeda, entre otros.

Es verdad que lo que va del 2014 no ha estado a la altura de las expectativas, es verdad que las grandes peleas han tenido muy poco de grandes y es verdad que el show del boxeo de alto costo (PPV) parecer seguir perdiendo adeptos y recaudaciones. Pero también es verdad que lo que parece ser una mala noticia, debe ser tomada como la mejor de las noticias. Los malos vientos, están empujando los cambios, las necesarias renovaciones y una generación que parecía obligada a la postergación está encontrando espacio para crecer. Ya no es novedad que las carteleras de las grandes cadenas de televisión, cada día apuestan más por los "mejores desconocidos", en desmedro de los "peores conocidos".

El futuro finalmente está llegando. Eso, seguramente, será el mayor aporte de este 2014 a la historia del boxeo.

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