Gustavo Goitía 10y

Verde, color esperanza

NUEVA YORK (Enviado especial) -- Verde, color esperanza. Cambió su outfit, pasando del negro al verde con azul y volvió a sonreír, pese al susto inicial. Roger Federer, el récordman del tenis mundial, había ganado sus dos primeros partidos en este US Open versión 2014 con la vestimenta oscura preparada para las jornadas nocturnas y realizó el cambio este domingo al ser programado en turno tarde. Empezó con algunas dudas y el descanso obligado por lluvia le refrescó las ideas. Volvió ya de noche, iluminado, puso las cosas en su lugar y terminó sacando el pasaje a octavos de final con el color que no tenía previsto actuar en ese horario. Y con esa vestimenta logró su tercer triunfo en Nueva York y sigue con la esperanza intacta.

Con su verde más claro que el fuerte de la remera de su rival, Marcel Granollers, de a poco el suizo fue recuperando su mejor forma, la que le permitió ser finalista en Toronto y en especial coronarse en Cincinnati, para sacarse de encima al español en cuatro sets. Fue un partido especial, ya que comenzó con sol y un clima caluroso, se detuvo por dos horas y siguió ya con iluminación artificial y un aire un poco más renovador. Claro, y con el helvético con las luces encendidas, ya sin disparos al cemento verde que bordea el rectángulo de juego y ya sí con tiros punzantes y agresivos a la cancha azul.

De poco le importó al público el parate obligado por mal tiempo, ya que aprovecharon para comer algo y comprar algunos artículos oficiales e indumentaria deportiva. Parecían no alcanzar los sitios bajo techo para albergar a tantos fanáticos ávidos por ver al hombre que busca aumentar su récord a 18 títulos de Grand Slam. El mismo papá de cuatro hijos que pretende conseguir su sexto trofeo en el Abierto de Estados Unidos. Esos miles y miles de espectadores regresaron ni bien volvieron a habilitar los accesos y regresaron a sus butacas, ya con las cámaras y celulares listos para tener otra vez al ídolo en la mira y sacarle fotos y filmarlo.

Si bien volvió mejorado, terminó Federer cediendo el primer capítulo. Ya había vuelto distinto, con más pimienta en sus tiros, mayor movilidad y enfocado en revertir cuanto antes un inicio sorpresivo. Ese verde color esperanza lo acompañó en una tarde-noche en la que terminó dando cátedra, acelerando en especial con su derecha, acortando los puntos al tomar la red y así generándole sorpresa y por momentos mucha confusión al español. Pensar que muchos fans soñaron con la posibilidad del esperado 18° 'Major' del helvético en el reciente Wimbledon, pero se le negó ese sueño en el verde césped, en una durísima final de cinco sets ante Novak Djokovic.

En Nueva York, la mayoría, llámense jugadores, aficionados y periodistas, también creen que hay muchas posibilidades de que ambos, los máximos cabezas de serie, vuelvan a verse las caras en la final de este Grand Slam. Con look verde, de tarde (aunque la finalísima terminará ya de noche), el suizo puede definir el lunes 8 de septiembre contra el serbio. Igual, para concretar este nuevo gran objetivo aún les restan tres partidos a cada uno en el camino y luego esa hipotética definición entre ambos. Por ahora se anotó otra marca imponente: 51 accesos a octavos de final en los supertorneos, algo sin precedentes, con 41 arribos a esa ronda en los últimos 42 'Majors'.

Así despidió Federer un mes (agosto) que en general le deparó muchas alegrías, sobre todo por sus éxitos en Cincinnati, en la gran cita previa al US Open. Y se viene un septiembre especial, en el que quiere mantener la racha. El último de sus títulos de Grand Slam lo ganó, de blanco, en el verde césped de Londres y esta vez espera que ese color lo acompañe a una nueva hazaña histórica. "Estoy bien, con confianza, y agradezco el aliento de la gente", dijo el suizo, con 33 años y mucha ilusión a cuestas. Se sabe, indudablemente, que la esperanza es lo último que se pierde. Y más si de él se trata.

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