Gustavo Goitía 10y

Viven un momento único

NUEVA YORK (Enviado especial) -- Alegría doble. Y bien merecida. Ellos son grandes amigos y disfrutan un momento especial, que es compartido en todo sentido. Es que Leonardo Mayer, de 27 años, y Carlos Berlocq, con 31, están gozando de haber llegado por primera vez tan lejos en sus carreras en un Grand Slam. Los argentinos integran una de las ocho mejores parejas de dobles del US Open y no ocultan su felicidad y sorpresa. "La verdad es que no esperábamos estar ahora en carrera en la segunda semana", le explicaron a ESPNtenis.com con una sonrisa, mezcla de satisfacción e incredulidad, el día después de haber dado el golpe al eliminar al local Jack Sock y el canadiense Vasek Pospisil, los campeones de Wimbledon.

Cada uno ganó un título en la especialidad (en arcilla), pero con diferentes compañeros. Formando pareja, ya jugaron muchas veces juntos y este es el quinto 'Major' en el que comparten cancha, mientras que están por primera vez en cuartos de final. Por eso, es un hecho inédito el de "seguir con vida" en la semana definitoria de uno de los cuatro grandes campeonatos. Se extiende la estadía, en este caso en el cemento caliente de Flushing Meadows, y el desafío es particular. "Es una linda experiencia. Mientras las figuras están peleando por avanzar a las rondas finales, nosotros nos mantenemos en la lucha y eso es una alegría", contó "Charly" Berlocq.

Con dos hijos y más años de combates, él lo vive como si fuera un chico. Para Mayer es una situación parecida a la del reciente Wimbledon, cuando por única vez en su trayectoria había accedido a la segunda semana de un Grand Slam, al perder en octavos. Así y todo, jamás había llegado a jugar el segundo miércoles de un certamen tan importante, como lo hacen esta vez contra los cuartos preclasificados, el brasileño Marcelo Melo y el croata Ivan Dodig. "Uno se entrena y prepara para esto y ahora que le toca vivirlo es algo muy lindo", dijo el "Yacaré" Mayer.

Antes de hablar con ESPNtenis.com, ellos practicaron en el court P5, ubicado frente al restaurant de la organización y la prensa, guiados por sus coaches, Leonardo Alonso, quien conduce a Mayer, y Francisco Yunis, que dirige a Berlocq. En un momento llegó la suiza Martina Hingis a la pista contigua (P4) y en la siguiente (P3) cumplió con una leve rutina la rusa Ekaterina Makarova, en sus casos antes de sus partidos de dobles. Por una temperatura que llegó a los 33° y con una altísima humedad, Berlocq optó por empezar los intercambios desde el fondo sin remera. Se molestó con los impactos de su revés y su entrenador le hizo correcciones en el movimiento de las piernas y en los ajustes con su mano hábil para tomar la pelota bien adelante.

En dos descansos, Alonso recordó, en la charla bien albiceleste entre los cuatro, que Hingis ganó este torneo en singles con apenas 17 años, hace ya 17. Miraron un poco de su entrenamiento y elogiaron su calidad. Se fueron acercando más curiosos a preguntar quiénes eran los dos jugadores de esa cancha, ante la confusión porque en la pantalla que anuncia (detrás de una cabecera) a los tenistas marcaba que ellos deberían estar en la N° 16. Después, en la P5, se sumaron los gemelos Bob y Mike Bryan, los reyes del dobles y que buscan la histórica marca de 100 títulos formando dupla.

Una señora con sus dos hijos se acercó al alambrado a darles ánimo a los argentinos. Ambos respondieron con palabras de agradecimiento, con mucha amabilidad. Y pasaron algunos fans suizos, todos vestidos de rojo, que fueron a mirar a Hingis. Visiblemente contento, tras llegar a la tercera rueda de singles y con esta trepada a cuartos en dobles, Mayer volvió a dejar en claro su alegría cuando empezó a gritar, sentado unos pocos minutos a la sombra: "Vengan a ver acá, que entrenan Ivanovic y Sharapova". Su compañero y ambos entrenadores se rieron, una vez más, ante las ocurrencias del "Yacaré".

A punto de ingresar a otra cancha el francés Gael Monfils para entrar en calor, Mayer terminó la práctica tras 45 minutos para ser asistido por una leve molestia en el isquiotibial derecho, que ya padeció en Wimbledon. Por eso, Berlocq continuó otros 20 minutos con su coach personal, frente a las miradas de gente que iba y venía. "Charly", que había citado en su cuenta de Twitter que sólo por la baja de sus rivales en segunda rueda y una postergación del domingo por lluvia podían estar en la segunda semana, reconoció que ahora sí se merecen estar donde están. "Ganarles a Sock y Pospisil fue muy bueno y por eso esta vez hicimos méritos", expresó. Viven un momento especial y lo disfrutan como corresponde.

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