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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

El nuevo miembro de la realeza
Nick Kyrgios llega al ATP de Kuala Lumpur con un acercamiento particular. Malasia no es ajena para él: allí nació su madre, Norlaila. Y el australiano tendrá su compañía durante el torneo, el último de su temporada 2014 (las lesiones obligaron un final prematuro): "Va a ser lindo tenerla conmigo, para hablar, para cuidarme. Además siempre es emocionante acercarme a las raíces de mi familia", le dijo al diario The Age antes de dejar Canberra.

Pero esas "raíces" abren otro capítulo en la historia: según explica el medio australiano, Norlaila dejó Malasia con título de "princesa", cuando se embarcó a Oceanía junto con su madre. Y, ante la programada visita a Kuala Lumpur, retomó el conctacto con la familia real para generar un acercamiento durante la semana del torneo.

"Invité a toda esa parte de la familia. No sé si podrán venir. Muchos parientes y amigos me venían preguntando si Nick iba a jugar en Malasia y yo decía que no. Pero secretamente estaba esperando que lo hiciera. Estoy muy entusiasmada", amplió la madre del ex N°1 Junior.

Malasia tiene nueve monarquías estatales, de donde se elige el Jefe de Estado del país (un cargo más bien ceremonial, ya que al margen oficia el Parlamento). Una de esas nueve familias reales (que cada cinco años se rotan ese rol de "rey" malasio) tiene lugar en el estado de Selangor, cuna de Norlaila. Y para más detalles de la historia, habrá que esperar al libro que la propia madre del jugador se encuentra escribiendo...

¿Número uno? ¿Yo?
No hace mucho la WTA carecía de identidad tenística. Más allá de explotar la imagen de sus protagonistas, faltaba un tenis de alto nivel. Así las cosas, no eran menos de seis las jugadoras que alternaban el número uno del mundo o buscaban seriamente llegar a la cima. Hoy las cosas cambiaron. Serena Williams es claramente la líder del ranking mundial y con nulo riesgo de caer del máximo escalón.

Esa sensación queda mirando el circuito desde afuera... pero también desde adentro. Bien adentro. Qué mejor que la número 2 del mundo, Simona Halep, para dejarlo en claro. "¿El número 1? ¡No es una meta!" le respondió la rumana a L'equipe. "Serena está muy fuerte y jugó muy bien en el Abierto de los Estados Unidos", opinó con cierta relajación y hasta resignación. "Mi sueño de este año es hacerlo bien en Singapur, en el Masters. El año pasado, estuve en Sofia (el Masters "2"), y allí me dije que quería participar en el 'grande'. Ahora estoy clasificada y muy emocionada porque terminar entre las ocho primeras será un gran desafío para mí. Será una nueva experiencia, la primera vez, por lo que, obviamente, conmueve. Mi familia y amigos vendrán, como en Roland Garros. ¡Serán veinte!".

Como se ve, Halep, a más de 3000 puntos de la cima, está más pendiente de asegurar el año entre las ocho primeras, más que de seguir escalando. Próxima a cumplir 33 años, Serena no parece tener heredera. Quizás, cuando algún problema físico le impida competir o decida descansar, volverán las número uno de transición...

Como un héroe
Se hizo esperar unos días más, pero tuvo sus razones. Después de su consagración en Nueva York, Marin Cilic realizó una escala en Amsterdam para sellar la victoria de Croacia en Copa Davis y luego sí regresó -el martes- a Medjugorje, en Bosnia y Herzegovina, su ciudad natal. Y como era de esperar, tuvo un recibimiento multitudinario.

Desde su arribo, todo digno de una película. Cilic llegó a Medjugorje en un auto descapotable, a pleno saludo, y escoltado por un grupo de motociclistas desde la cercana frontera croata. En su arribo a la ciudad, un sitio de peregrinaje religioso debido a reportes de varias apariciones de la Virgen María, la gente se ¡quintuplicó! De los aproximadamente 4.000 habitantes, el campeón del US Open fue recibido por 20.000.

Hubo espacio para profesar su fe católica, con un Rosario y una misa en la iglesia de St. James, en la que tuvo uso de la palabra y se sentó en la zona cerca al altar; y luego comenzaron los grandes agasajos. Más de 700 kilos de carne para los presentes y un show con varias bandas musicales, con el propio Cilic animándose a cantar. Un día inolvidable, como el que vivió dos semanas antes en Estados Unidos.

¿Incentivo o apuro?
La última versión junior del US Open tuvo como protagonista principal a Omar Jasika, australiano de 17 años que se llevó el título en singles y dobles, algo que hace 28 años no ocurría en Nueva York. Con semejante impulso -y la representación de un gigante mundial como IMG, claro-, el jugador recibió un wild card para el ATP de Kuala Lumpur de esta semana, que marcará su debut en el máximo circuito. Pero también comenzó a tomar fuerza la posibilidad de otra invitación, más significativa: la del Grand Slam de su país.

El CEO de Tennis Australia, Craig Tiley, admitió la posibilidad, pero le puso freno a tanto ruido y pidió no sobrepasar de expectativas a la nueva promesa local: "El éxito a nivel junior nunca fue garantía de transición fácil al circuito profesional. Y hoy esta situación es más pronunciada, ya que la edad promedio de los jugadores top está cerca de los 27", enfatizó en declaraciones que reproduce la agencia AAP. En efecto, en los últimos 20 años solo dos jugadores repitieron títulos Major en juniors y mayores: Roger Federer y Andy Murray.

Para Liam Smith, entrenador de Jasika, el concepto no es nuevo: "La transición es un paso muy importante, no todo jugador la puede hacer en un año. No es que por haberte destacado como junior de pronto vas a ganar todo Future o todo Challenger que te toque jugar". Y el propio jugador mantiene los pies sobre la tierra: "Trato de estar al margen. Mientras más tranquilo esté, más se va a calmar todo el asunto".

Con todo, lo cierto es que, tras su recorrido en Nueva York, Jasika no tenía pensado retornar a la actividad junior, salvo, tal vez, para el Abierto de Australia. ¿Lo cambiará por el plano mayor?

Federer, ¿periodista?
De un exnúmero uno a otro. Mats Wilander, actual comentarista de TV para Europa, volvió a hacerse escuchar. Es de esos personajes que, cuando alza la voz, suele llamar la atención. En este caso, más allá de los elogios hacia la carrera de Roger Federer, dijo que el suizo, en el caso de no haber sido deportista, cree que se hubiera dedicado al periodismo. ¿Se lo imaginan micrófono en mano, como pasa ahora con el sueco?

"Creo que Roger hubiese sido un periodista, un reportero. Es muy inquisitivo, alguien que quiere saber de todo, sobre diferentes temas, culturas, de Irak... o lo que fuese", fue la afirmación de Wilander, quien recorre el circuito y es centro de atracción en los Grand Slam, cuando analiza el tenis actual. También lo fue en el reciente US Open, cuando brindó una exhibición nocturna con los locales John McEnroe, Jim Courier y James Blake.

Volviendo a su perspectiva sobre el curioso Federer, el escandinavo fue claro: "Él se interesa por el tenis mucho más de lo que la gente cree y ve. Le interesa todo, averigua, mira, pregunta. Le gusta probar cosas distintas cuando se entrena. Está más interesado en el juego y en los diferentes aspectos de este deporte que ningún otro jugador que yo haya visto. Su amor por el tenis es enorme. Quiere aprender más y por eso lo contrató a Stefan Edberg, para mejorar la volea". Wilander lo describe al suizo como "un luchador", muy inquieto. Eso es lo que lo lleva al sueco a imaginarse al helvético en una función parecida a la suya. El tiempo dirá si se inclina por esta función cuando cuelgue la raqueta.

Doble comando
Poco ortodoxo, sin dudas. Pero ya lejos de ser "una rareza" en el circuito, cuanto menos en la WTA. La referencia es para quienes pegan a dos manos derecha y revés, confundiendo su brazo hábil en golpes, a primera vista, de naturaleza similar. Monica Seles, Marion Bartoli y Shuai Peng son nombres que ilustran su vigencia en distintas generaciones. Y el recurso ya es cada vez más norma...

Con unos cinco días de distancia, en la última semana debutaron a nivel WTA dos jóvenes que se suman a esta tendencia: la coreana Na-Lae Han, de 22 años, y la china Shilin Xu, de 16, y reciente campeona de los Juegos Olímpicos de la Juventud.

A cinco puntos de quedar ya como nueva N°1 de su país, Han (273ª) explicó el porqué de sus golpes a dos manos: "Aprendí a jugar de esta forma con mi padre. Mis manos son muy pequeñas y pegar así me da más potencia, pero además me ayuda a encontrar mejores ángulos y hace que mi juego sea difícil de predecir. En una época traté de cambiar a una mano, y jugué así por un año. Pero no tenía suficiente fuerza, así que volví a mi estilo".