GREEN BAY -- Greg Jennings no extraña a Green Bay y no le importa si los aficionados de los Packers lo abuchean el jueves por la noche cuando él y los Minnesota Vikings visiten el Lambeau Field.
Será la segunda aparición de Jennings como visitante desde que firmó un contrato por cinco años y 45 millones de dólares como agente libre en el 2013. El año pasado, molestó a los aficionados de los Packers cuando cuestionó las habilidades de liderazgo del mariscal de campo de Green Bay, Aaron Rodgers.
Este martes, durante una conferencia telefónica con la prensa de Green Bay, a Jennings se le preguntó si alguna parte de él deseaba haber permanecido con los Packers, quienes estaban en negociaciones con él cuando firmó con los Vikings.
"Para ser honesto, no", declaró Jennings. "No --y les soy sincero-- y no tuvo nada que ver con el fútbol americano. Desde el punto de vista de fútbol americano, me habría encantado terminar mi carrera en Green Bay, pero desde donde estoy espiritualmente, dónde me encuentro con mi familia y el crecimiento que hemos tenido, en cuanto al sistema de educación, este fue un paso adelante para nosotros.
"Estamos emocionados por estar aquí, y no sólo por el fútbol americano sino por todo lo demás que viene con eso".
Jennings, quien jugó sus primeras siete temporadas en la NFL para los Packers, era un jugador consentido de la afición. Fue elegido a dos Pro Bowls, tuvo tres temporadas consecutivas de 1,000 yardas recibidas (del 2008 al 2010) y fue una pieza clave del equipo que ganó el Super Bowl XLV.
Sin embargo fue abucheado el año pasado en su regreso a Lambeau Field, un partido en el que sólo atrapó dos pases para 29 yardas y dejó caer un balón.
"No puedo preocuparme por eso", sentenció Jennings. "Estaba de ese lado cuando Brett [Favre] volvió, así que entiendo la reacción. No espero que sea algo mejor que eso, es decir, es lo que es. Estoy con los rivales. Soy un rival. Quiero ganar".