Fabio Dana 9y

Chávez, el nuevo "optimista" del gol

BUENOS AIRES -- Lleva pocos partidos con la camiseta de Boca, pero ya se ganó al hincha. Como muestra sirve el último partido que los Xeneizes jugaron en La Bombonera, frente a Quilmes: cuando desde los altoparlantes anunciaron la formación del equipo, Andrés Chávez fue uno de los más ovacionados.

Dicen que nació para jugar en Boca. Que por sus características, por ser pura potencia, por la garra que pone en cada pelota, representa en su máxima expresión el sentir del público boquense. Algo puede expresarse sin lugar a dudas: Chávez juega con pasión.

Alcanza con recordar su primer gol con la azul y oro: fue en el 3 a 1 contra Vélez, cuando selló el resultado sobre el final con un terrible disparo que superó a Sosa. El festejo fue a puro grito y a puro llanto. Aunque a esta altura el fútbol deja poco lugar para las sorpresas, lo de Chávez fue llamativo por la emoción de la celebración, sobre todo si se trata de un jugador de 23 años y con muchos partidos en Primera.

Más tarde, el delantero explicaría que desde su Salto natal, siendo muy chico, siempre había imaginado jugar en Boca y hacer un gol en la mítica Bombonera. Sueño cumplido.

Esa pasión, esas ganas, ese entusiasmo que tiene Chávez hoy, que también se traslada al resto del equipo, son factores primordiales de la levantada de Boca a partir del arribo de Arruabarrena a la dirección técnica.

El Comandante llegó al club de la Ribera luego de un gran torneo en Banfield, donde fue pieza clave en el ascenso del equipo: con 16 goles, fue el segundo máximo anotador de la B Nacional, detrás de Juan Martín Lucero. Con la casaca xeneize el delantero ya lleva cuatro tantos: dos ante Central por la Copa Sudamericana, y dos por el torneo local, contra Vélez y Banfield.

Sin dudas, Chávez es una de las cartas fuertes de gol de este nuevo Boca: exige siempre a las defensas rivales y puede jugar por adentro y también por afuera, donde suele explotar su velocidad y su potencia.

Por la perseverancia y el entusiasmo que muestra a la hora de disputar cada pelota, por tener siempre el arco en la mira, suele recordar a un gran ídolo de Boca: Martín Palermo. Por supuesto, tienen características diferentes y está a años luz de lograr al menos una parte de lo que consiguió el Loco en Boca.

Sin embargo, esa tozudez para buscar el gol, esa falta de vergüenza a la hora de patear al arco desde un lugar imposible, sin temor al ridículo, lo acercan de alguna manera al "Optimista del Gol".

Ahora se viene River, nada menos, el líder invicto del campeonato. Será su debut en un choque de esta naturaleza. A Chávez le sobra optimismo, claro. Un gol en el Superclásico servirá para seguir alimentando el cariño que la gente de Boca ya empieza a tenerle. Y una linda prueba para ratificar lo que dicen muchos: que nació para jugar con la azul y oro.

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