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Serie de titanes

Uno llegó en vuelo directo, sin aspavientos. El otro apenas y pudo cruzar la raya, dando tumbos, con el último aliento. Aun así, el segundo luce como el equipo a vencer.

Sí, en una serie de postemporada, como la Serie Divisional, en la que solo se necesitan ganar tres de cinco juegos, los Tigres de Detroit, campeones de la División Central de la Liga Americana (90-72), cuentan con los argumentos para vencer a los Orioles de Baltimore, campeones de la División Este (96-66). Pero no se equivoquen, los Pájaros Negros cuentan con una profundidad tal, que los hace lucir infranqueables.

Para Detroit, sin duda, contar con tres abridores de la jerarquía de Max Scherzer (18-5, 3.15), Justin Verlander (15-12, 4.54) y David Price (15-12, 3.26) es una ventaja, más conociendo su arsenal ofensivo, que los llevó a ser uno de los equipos que más carreras produjo (757) en la Liga Americana, durante la ronda regular. Solo los Angelinos tuvieron más anotaciones (773) que ellos.

Sin embargo, para que Detroit saque provecho de la ventaja que poseen, al tener a los tres últimos ganadores del Cy Young del joven circuito, necesitan que éstos hagan valer sus credenciales y no solo dominen a la ofensiva de Baltimore, que con Nelson Cruz, Adam Jones, Nick Markakis y Steve Pearce, nada tuvo que envidiarle a la producción de los bengalíes, con Miguel Cabrera, Victor Martinez, Torii Hunter, Ian Kinsler y J.D. Martinez; sino que también cubran siete, ocho o nueve innings.

No es secreto que mientras menos tengan que depender los Tigres de su bullpen, mayores serán sus oportunidades de vencer a los Orioles y avanzar a la Serie de Campeonato, con el ganador entre los Reales de Kansas City Royals y los Angelinos de Los Angeles Angels, que disputan la otra Serie Divisional de la liga.

Es ése precisamente el punto que tiene que atacar Baltimore, el procurar acortar la presencia de Scherzer, Verlander y Price sobre el montículo y castigar al cuerpo de relevistas de los Tigres, que aunque mejoró en el último mes de la campaña (3.56 de efectividad) fue uno de los peores de la liga en la ronda regular, con una efectividad de 4.29 -- antepenúltimos -- y 1.48 de WHIP --penúltimos.

Es cierto que ese bullpen recibió refuerzos para esta postemporada con la presencia de Anibal Sanchez en él y, probablemente, Kyle Lobstein, pero no deja de ser el área de mayor debilidad para Detroit y he ahí la mayor diferencia de la serie.

Los Orioles, por su parte, no tienen en ninguna de sus filas una deficiencia tal como la de los Tigres en su staff de relevo y eso es lo que los hace peligrosos, porque sin contar con un verdadero as en su rotación de abridores poseen consistencia, de la mano de Chris Tillman (13-6, 3.34), Wei-Yin Chen (16-6, 3.54) y Bud Norris (15-8, 3.65), quienes a diferencia de Scherzer, Verlander y Price no son grandes ponchadores, sino que son lanzadores de contacto, de obligar a los bateadores a conectar la bola, lo que no deja de ser peligroso ante un equipo como Detroit, el de mejor promedio ofensivo (.277), porcentaje de embasado (.331) y el que mayor cantidad de extrabases conectó (506) en la liga.

Si esa consistencia que mostraron Tillman, Chen y Norris en la ronda regular se mantiene en la postemporada los Orioles serán un duro hueso de roer. En esta instancia con labores de cinco o seis innings de sus iniciadores sería suficiente para luego entregarle la responsabilidad de los encuentros a su cuerpo de relevistas, que fue uno de los más seguros y efectivos del joven circuito, registrando la tercera mejor efectividad (3.10) y WHIP (1.16), y el cuarto promedio ofensivo más bajo permitido a los rivales (.229).

La diferencia entre un bullpen y otro está básicamente en el trabajo de su cerrador y setup. Mientras que en Baltimore el cerrador, Zach Britton, dejó efectividad de 1.65 y whip de 0.90, con 37 salvados y una relación de 2.70 ponches por boleto, en Detroit el encargado de poner el candado, Joe Nathan, tuvo registro de 4.81-EFE, 1.53-WHIP, 35-Salv. y 1.86-K/BB. Por su parte los preparadores, Darren O'Day (Orioles) promedió 1.70 carreras por cada nueve entradas y WHIP de 0.89, con 25 'holds' y una relación de 3.84 ponches por boletos, mientras que Joba Chamberlain (Tigres) acumuló 3.57-EFE, 1.29-WHIP, 29-Hold, 2.46-K/BB.

La experiencia y sapiencia de Buck Showalter en el manejo de su pitcheo, especialmente de un bullpen en el que tiene todas las herramientas para amarrar los juegos, es un aliciente en el esquema de Baltimore.

¿Y la ofensiva?

No, no nos hemos olvidado de los bateadores, ni de la diferencia que pueden hacer en esta serie. Sin embargo, todo va a depender de cómo el pitcheo se comporte.

Detroit, sin duda, mete miedo con un encendido Miguel Cabrera (.313-AVE, 52-2B, 3B, 25-HR, 109-CI, .371-OBP, 524-SLG), quien terminó el mes de septiembre como el mejor pelotero de la Liga Americana, al conectar ocho jonrones, remolcar 18 carreras, batear .379 y dejar porcentaje de embasado de .409, y un Víctor Martínez (.335-AVE, 33-2B, 32-HR, 103-CI, .409-OBP, .565-SLG), quien registró su mejor campaña en Grandes Ligas este año.

Pero es muy poco probable que veamos a Cabrera y a Martínez haciendo el daño que hicieron durante la ronda regular, no porque no lo puedan hacer, sino porque el pitcheo de los Orioles no va a dejar que sean ellos los que decidan los juegos, a no ser que fallen en su plan, lo que no se puede hacer ante dos bateadores capaces de hacerlo todo en el home plate. Es por ello que para los Tigres es importante que J.D. Martínez (.315-AVE, 30-2B, 3-3B, 23-HR, 76-CI, .358-OBP, .553-SLG) mantenga el ritmo de la eliminatoria, en la que se convirtió en una sorpresa por su producción, porque será él quien vea mejores envíos de los lanzadores de Baltimore, al igual que Torii Hunter (.286-AVE, 33-2B, 2-3B, 17-HR, 83-CI, 307-OBP, .420-SLG) e Ian Kinsler (.275-AVE, 40-2B, 4-3B, 17-HR, 92-CI, 319-OBP, .446-SLG).

Los Orioles, por su parte, no se quedan atrás de los Tigres en su ofensiva. Los oropéndolas fueron durante la ronda regular los reyes de los cuadrangulares. Ningún otro equipo disparó más jonrones que ellos (211) y solamente los Detroit conectó más extrabases que ellos (506 por 491).

Nelson Cruz (.271-AVE, 32-2B, 2-3B, 40-HR, 108-CI, .333-OBP, .525-SLG), líder en vuelacercas en la ronda regular, y Adam Jones (.281-AVE, 30-2B- 2-3B, 29-HR, 96-CI, .311-OBP, .469-SLG) son los hombres orquesta de esta alineación, una en la que todos sus integrantes hacen swing fuerte, algo que también hace que se ponchen en gran cantidad, pero esa es la forma en la que ahora muchos equipos exitosos, incluyéndolos, están jugando.

La agresividad de Baltimore de hacer swing fuerte va a generar interesantes duelos con el trío de lujo de Detroit (Scherzer, Verlander y Price), a los que les gusta retar a los bateadores, por tener obviamente los argumentos para hacerlos (poderosas rectas) y para después dejarlos fuera de balance (cambios de velocidad, curvas y slider), todos lanzamientos plus.

Pero los Orioles van a necesitar más que solo Cruz y Jones para atacar al pitcheo de Detroit. Baltimore va a requerir de esa insurgencia que mostró Steve Pearce en la ronda regular, en la que bateó para .293, con 26 dobles, 21 jonrones y 49 carreras impulsadas. También es vital que Nick Markakis (.276-AVE, 27-2B, 3B, 14-HR, 50-CI, 81-CA, .342-OBP, .386) mantengan la consistencia en su producción como primer bate.

No será fácil para Baltimore, pese a su profundidad, vencer a Detroit, que aunque con la incertidumbre de su bullpen, tiene las piezas para detener el vuelo de los Orioles en esta instancia y continuar hacia delante. Rugirán los Tigres.