Jayson Stark 9y

La revancha que nunca ocurrió

WASHINGTON -- Hace dos años, en la segunda semana de octubre, los Gigantes de San Francisco se sentaron en un avión en una pista en Cincinnati, alistándose para viajar a D.C. para jugar contra los Nacionales de Washington en la Serie de Campeonato de la Liga Nacional.

Pero si recuerdan bien, eso no fue exactamente lo que sucedió.

En Washington esa noche, una ventaja de los Nacionales en la pizarra 6-0 se convirtió en una derrota increíble y sorprendente. Los Gigantes cambiaron el rumbo de la nave hacia el oeste y siguieron en ruta a ganar la Serie Mundial. Los Nacionales apagaron sus televisores y sus celulares e intentaron aparentar que nada de eso sucedió.

Así que, ¿cuán bueno, cuán increíble, cuán espectacular es que ahora ambos estén aquí, dos octubres más tarde, finalmente se hayan encontrado en lo que podría ser una Serie Divisional de la Liga Nacional con ribetes épicos?

"Es divertido. Nos hubiese tocado jugar contra esos tipos", dijo en tono bajo Ryan Zimmerman de los Nacionales el jueves, en la víspera del Juego 1 de la serie, Stephen Strasburg versus Jake Peavy, 3 p.m. ET. "Algo casi irónico, ¿no es así?"

Um, en realidad, más que eso.

Hace dos años, los Gigantes ganaron la Serie Mundial que se suponía que ganaran los Nacionales, que terminaron con 98 victorias esa temporada, y en la que fueron el mejor equipo en la Liga Nacional.

Dos años más tarde, luego de una victoria aplastante 8-0 sobre los Piratas en el juego de comodines de la Liga Nacional el jueves, los Gigantes hablan y actúan como un equipo está comenzando una de esas corridas habituales en postemporada.

Y los Nacionales hablan y actúan como un equipo que tiene la oportunidad de reescribir el libreto de octubre.

Algo perfecto, ¿no es así?

"Es un juego divertido", dijo el cerrador de los Nacionales Drew Storen. "Y todas las cosas vuelven a donde comenzaron".

Sí, y Storen es una de esas cosas. Hace dos años, él abrió la novena entrada en el Juego 5 de la SDLN intentando cerrar el partido más grande en la historia de la franquicia. En cambio, perdió una ventaja de dos carreras, perdió su puesto de cerrador, e incluso perdió temporeramente su puesto en el roster de Grandes Ligas.

Pero él utilizó todas esas malas noticias de combustible para arreglar su forma de lanzar, para recuperar su puesto de cerrador, y darse sí mismo la oportunidad de escribir el final feliz que nunca pudo vivir.

"Cuando realmente te ponen a prueba es cuando te retan", dijo el jueves, con la satisfacción de ser un hombre que acababa de compilar una efectividad de 1.12 y permitir cero carreras limpias en sus últimas 23 apariciones. "En ese momento es cuando realmente aprendes algo sobre tí mismo".

Pero el libreto perfecto, el aprendizaje y los retos no lo detuvieron. ¿Podría ser más apropiado que el abridor del Juego 1 de los Nacionales este viernes sea Strasburg, el as que fue detenido hace dos años antes de llegar a los playoffs y que no pudo disfrutarse la aventura de postemporada de su equipo?

A lo mejor se sorprenderían al saber que ese tema salió a relucir cuando Strasburg salió a enfrentar a los medios el jueves. Así que, ¿se sorprenderían al saber que esa no fue su pregunta favorita del día?

Al serle preguntado que si el hecho de no haber lanzado en el 2012 lo hace apreciar más la salida que va a llevar a cabo, Strasburg hizo un esfuerzo por tocar ese tema en la menor cantidad de palabras posibles.

"No lo sé", dijo. "Quiero decir, me han hecho esa pregunta tantas veces, y trato de no mirar lo que sucedió hace dos años. Yo solo trato de vivir en el presente, y estoy emocionado por tener la oportunidad ahora".

Y el hecho de que esté recibiendo esa oportunidad en el Juego 1, en vez de Jordan "No-Hit" Zimmermann, es un tema fascinante para discutir, tanto en D.C. como en el resto del béisbol.

La realidad es que Strasburg nunca ha llegado a ser el tipo dominante y electrizante, similar a Kershaw, que se suponía que fuese. Pero acaba de completar una temporada en la que terminó empatado en el liderato de la liga en ponches, y terminó el año con 20 entradas seguidas sin permitir anotaciones. Así que esta noche, esta serie y esta postemporada representan también una oportunidad para él -- para recordarnos que su grandeza sigue ahí, y que estos partidos la pueden hacer brillar más que nunca.

Y para el equipo para el que lanza, este es un momento importante en el tiempo. Tim Hudson de los Gigantes ya ha sido cuestionado si los Nacionales tienen las, eh, agallas para igualar el talento de San Francisco. Además ellos tienen una pesadilla en la postemporada del 2012 que necesitan borrar malamente.

"Si me das la misma situación que tuvimos en el Juego 5 el año pasado en este año, la tomo", dijo Ryan Zimmerman, cuyo rol en esta serie está en duda ya que está en recuperación de un serio problema en la corva. "Quiero decir, con ventaja de seis carreras en ese partido, por dos o tres arriba en la novena entrada. Si me dijeran que esta serie se va a ir a cinco juegos, y que vamos a estar en la misma situación, la tomo sin pensarlo".

Mientras tanto, sin importar de la manera en que se corran los números en su computadora favorita, este equipo de los Gigantes que estará jugando no es tan bueno como el de los Cardenales contra el que los Nacionales perdieron hace dos años -- o tan bueno como el equipo de los Gigantes que lo ganó todo ese año. Pero si observaron a estos Gigantes jugar en Pittsburgh, y si están familiarizados con su labor en octubre, particularmente en años pares, no podemos dejar de preguntar:

¿Realmente eso importa mucho?

Quizás sea cierto que este equipo estuvo siete partidos por debajo de los .500 en sus últimos 99 partidos. Y que dejaron escapar una ventaja de 9.5 juegos en la división. Y que su rotación, la base de lo que siempre han sido los Gigantes, tuvo la sexta peor efectividad colectiva en la liga. Pero si algo de eso es relevante ahora, nunca lo habrían sabido mientras se observaba la forma en que desmantelaron a los Piratas.

Al serle preguntado si esa actuación en el juego de comodines le sorprendió, su manager Bruce Bochy sacó un recuerdo de su memoría de octubre y respondió: ¿Estás bromeando?

"Yo no sé cómo les puede sorprender tantas veces que hemos estado en esta situación y ver cómo nos desenvolvemos", dijo Bochy. "No me sorprendió para nada. Yo sabía que la fanaticada no nos afectaría. ... Ver a estos chicos, como lucen en partidos de presión, nosotros decimos en broma que está en su DNA. Como tantas veces lo han hecho, siempre encuentran la manera de jugar su mejor béisbol cuando están de espaldas a la pared".

Y pueden buscar ese dato también. En las pasadas dos postemporadas, ellos han empatado un record con siete victorias seguidas en juegos de eliminación, y con casi el mismo elenco saliendo de la tumba. Y esperan seguir en las mismas en este octubre.

"Tenemos un grupo realmente bueno", dijo su as, Madison Bumgarner. "Es posible que no tengamos el mejor equipo sobre el papel. Yo no lo sé. Pero en cuanto a lo que se refiere a un grupo de jugadores en un equipo, jugando en la postemporada, nosotros somos difíciles de vencer".

Así que aquí vamos -- la fascinante "revancha" de la Serie que Nunca Ocurrió. Es el mejor teatro de octubre que puede haber.

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