Carlos Irusta 9y

Vidondo lo hizo todo fácil

NEUQUEN - Todo duró muy poco en la noche neuquina. Menos de seis minutos.

La pelea por el campeonato argentino de los pesos pesados había sido presentada como una atracción diferente. Es que el ex campeón mundial crucero CMB, Marcelo Domínguez, intentaba, a los 44, coronarse el titular más longevo del boxeo argentino. Su rival, Matías Vidondo, de 37 años, unos diez centímetros más alto y 22 kilos más pesado, se enfrentaba a su vez, con el primer nombre experimentado e importante en su campaña profesional.

Todo indicaba, para la mayoría, que el mayor oficio de Domínguez iba a ser definitorio para el combate. "El Toro" efectuaba su pelea número 56, contra las 22 salidas profesionales del campeón. Y, si bien es cierto que Domínguez estuvo varios años inactivo, entre el 2006 y 2013, también es necesario tener en cuenta que a lo largo de su carrera demostró una tremenda tenacidad y una mandíbula de hierro.

Especulaciones, claro. Porque cuando sonó la campana Vidondo estableció con firmeza la larga distancia, mientras Domínguez comenzaba a estudiar la manera de acercarse. Teniendo en cuenta su experiencia, este tema era el principal aspecto estratégico del combate: el ex campeón mundial está acostumbrado por su naturaleza física, a combatir con hombres más altos que él.

No hubo mucho más, porque para el segundo, y cuando comenzaban ambos a romper el fuego, llegó un cross de izquierda a la cabeza de Domínguez. Este, de inmediato, comenzó a sangrar. Y, dio la sensación inequívoca, de que era un corte definitorio. Lo fue, puesto que cuando el referí Daniel Rodríguez llamó al médico de turno –subieron dos- no hubo demasiadas dudas.

Ganó Matías Vidondo, "El Matador", por nocaut técnico en el segundo asalto. Podría decirse que ganó de un solo golpe. El triunfo legítimo e irreprochable, dejó de todas maneras el sabor amargo de lo que podría haberse llegado a ver, aunque el "hubiera" no existe.

Vidondo, nacido en Neuquén y radicado en Rosario, suma ahora 20 victorias, de las cuales definió 18 antes del límite, con una derrota y un empate. A los 37 –cumplirá 38 el 30 de octubre-, ha logrado el triunfo más importante de su carrera. En una época de gran escasez de pesos completos, el actual campeón argentino mostró una buena línea y, seguramente, esta victoria le abrirá más de una puerta importante.

De Domínguez solamente resta esperar. Porque si bien la pelea no había llegado a comenzar, no se puede discutir la victoria del campeón. Tal vez sean los años que también llegaron para su cutis, tal vez haya sido una mala noche. A los 44 años, Domínguez puede pedir un desquite, pero también es cierto que el calendario en todos los casos le va a jugar en contra. Parecía que iba a ser su noche, parecía que iba a escribir la historia y todo terminó con ese corte.

¿Todo terminó? Con Domínguez, nunca se sabe.

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