GUADALAJARA -- Desde la noche del sábado pasado a Tomás Boy le ha caído una tormenta. Primero la derrota ante el Toluca que le impidió alcanzar el segundo lugar general, y luego el altercado con un aficionado que lo llamó "viejo cagón" por considerar que su sistema es defensivo, a lo que el técnico del Atlas respondió con una bofetada. La reacción agresiva le costó una multa de parte de la Comisión Disciplinaria y otra más de su directiva que en la suma total es casi medio millón de pesos, y aparte dos partidos de suspensión.
Y para colmo esta noche perdió en los cuartos de final ante Puebla en serie de penaltis.
"Es una situación alrededor de mi persona, ha sido duro y lo sigue siendo porque el castigo ha sido durísimo porque ya un partido de castigo es muy difícil por no estar en el terreno de juego, y dos partidos todavía más... No me afecta y alrededor de mis jugadores no tiene nada que ver".
El "Jefe" reiteró su frustración por las dos situaciones.
"Me deja frustradísimo no haber avanzado, y lo otro me deja una experiencia terrible porque los medios han sido muy duros, la crítica ha sido tremenda y tiene que ver con una forma en que es mi personalidad, mi temperamento. Ha habido técnicos que han tirado patadas en el área técnica en plena eliminatoria y no ha pasado nada, si yo hubiera hecho eso me meten a la cárcel", dijo en alusión al incidente de Javier Aguirre en la Copa Oro 2009 cuando lanzó una patada a un jugador de Panamá.
Y en cuanto a la eliminación del Torneo de Copa, también expresó su dolor en una instancia que tenía muchas esperanzas.
"Estamos muy dolidos, pensábamos que teníamos muchas posibilidades de avanzar y llegar muy lejos en esta Copa. Hemos jugado con un equipo que parecía alternativo pero había muchos titulares, no hemos tenido un gran juego, pero en los penaltis ellos fueron mejores. Ellos en el tiempo reglamentario vinieron a ensuciar el juego, no hicieron nada, pero es su juego y se emparejaron".