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Benzema, de villano a gran estrella

MADRID -- Abultada victoria por 3-1 sobre el acérrimo rival y un punto de diferencia con respecto al líder. El Real Madrid no cabe en sí De alegría. Máximo goleador de la Liga con 33 tantos, tuvieron una víctima a modo esta noche, el único equipo que faltaba por caer en este curso y que durante 754 minutos permaneció con la puerta a cero.

La máquina de Carlo Ancelotti, cada vez mejor engrasada, no para en su curso ascendente para regocijo de la afición que esta noche terminó por mostrar una perfecta comunión con su equipo, particularmente, con Karim Benzema.

Elegido como villano por la grada un partido sí y otro también, el francés por fin se encuentra en el centro de atención como el jugador clave del Real Madrid, opacando incluso a la máxima estrella del equipo, Cristiano Ronaldo. Lo que siempre esperó su técnico que ocurriera tarde o temprano.

"Siempre digo lo mismo de él: Benzema está enchufado, como todos", dijo Carlo Ancelotti esta noche. El italiano, exultante por la victoria en el partido más importante que se disputará en el Santiago Bernabéu hasta final de año, al menos, en lo que a honor se refiere.

El francés tuvo un papel preponderante esta noche. Autor del tercer tanto en una jugada a la contra iniciada por Isco y en la que fungió como punto de conexión al hacer una pared con James, Karim Benzema fue uno de los jugadores más productivos del Real Madrid, tanto en creación como en recuperación, algo que ha sido una constante desde que llegó Carlo Ancelotti. Tuvo un 93 por ciento de efectividad al pase y disparó hasta en cinco ocasiones a gol.

Ha marcado cinco en los últimos tres encuentros en los que ha participado; ante el Athletic y el Liverpool por partida doble y esta noche, ante el Barcelona. En total, Benzema suma ocho goles y 5 asistencias en 13 encuentros, cuatro tantos y tres asistencias en Liga.

Lo suyo no pasa por casualidad y así lo ha reconocido Ancelotti cada vez que lo ha tenido que defender ante la frustración de las gradas cuando no marca.

"Benzema ha jugado bien, a veces es mejor pasar que marcar", dijo tras el encuentro en que el Real Madrid venció por -2 al Villarreal hace un mes. Una defensa que se ha visto obligado a repetir una y otra vez.

Hoy, con el francés a tope y desplegando su mejor juego, la grada ni siquiera se plantea recriminar el mínimo error. Si antes abucheaban al primer fallo, al primer pase al que no llegaba, hoy aplaudieron incluso cuando estrelló el balón en el travesaño y se escuchó un lamento colectivo --que no recriminación-- cuando no llegó al pase de Marcelo. Al momento de salir de cambio tras anotar el tercero, el francés se llevó una estruendosa y homogénea ovación.

Gracias a sus goles, su afición, fría por naturaleza, lo ha terminado de arropar mientras su técnico lo señala una y otra vez como pieza indispensable. El francés vive el momento más dulce desde que llegó a Madrid. Pero la gloria de uno implica el olvido de otro.

Con la confirmación de Benzema como pieza indispensable, el papel de Javier Hernández se ve todavía más comprometido. Desde antes de llegar estaba condenado a la banca y, por tanto, hoy ni siquiera salió a calentar. Nadie lo notó y nadie lo extrañó.

Benzema cumplió con creces. Para competir, al Chicharito le queda un último recurso: lucir lo más que pueda en los minutos que le den durante las primeras rondas de la Copa del Rey.