Jim Caple 9y

Dinero habla: Cuota de postemporada

En el otoño de 2007, Amanda Coolbaugh estaba tratando con la trágica pérdida de su esposo Mike. Éste murió ese mes de julio cuando un batazo de línea le golpeó en la cabeza mientras estaba en Tulsa entrenando en la primera base para el equipo de Doble A de los Rockies de Colorado. Ella tenía dos hijos pequeños, de edades entre 5 y 4 años, y estaba embarazada de ocho meses. Así como la temporada de béisbol iba terminando, ella seguía luchando. ¿Cómo iba a ser capaz de criar a sus hijos? ¿Cómo iba a pagar por su educación universitaria? ¿Cómo iba a pagar por su seguro de salud?

"Cuando Mike murió su cheque desapareció al instante", rememoró ella.

En medio de la abrumadora situación, Amanda recibió una llamada telefónica de un periodista que le dijo que los Rockies le darían participación plena en los ingresos que obtuvieran en la postemporada. Colorado jugó en la Serie Mundial de ese año y le entregó $255 mil dólares.

"Todavía no sé ni cómo expresarlo en palabras", comentó sobre su reacción al saber la noticia. "En primer lugar, era totalmente inesperado. Creía que en los ingresos no podía participar nadie excepto los jugadores. Desconocía aquella información. Además, ese mismo año Mike estaba en ligas menores, ni siquiera estaba en las mayores; de ahí que era completamente inesperado".

"Por eso, cuando el periodista me llamó, pensé que estaba equivocado. Yo le dije: 'Usted tiene la información incorrecta. No sabe de lo que está hablando'".

Sin embargo, el periodista sí sabía. El dinero ganado en la postemporada puede ir a personas que no sean los jugadores, siempre y cuando éstos voten para hacerlo. Y los Rockies habían votado por unanimidad darle plena participación a Amanda.

"Fue una de esas cosas que simplemente era una obviedad", dice el relevista LaTroy Hawkins, uno de los jugadores de Rockies en el 2007. "Ella tenía varios niños pequeños. Ella estaba embarazada y su esposo había perdido la vida en el campo de béisbol. Solo queríamos mostrar que estábamos pensando en ellos y queríamos ayudarlos. Fue simplemente algo para ayudar a los niños. Y todos en el equipo estuvimos de acuerdo".

Amanda reconoció sentirse consternada por la acción y no saber cómo agradecerles a los jugadores adecuadamente.

"Cuando hicieron eso comprendes que hay gente buena en el mundo", subrayó. "Y fue gente que no me conocían. Solo conocían a mi marido del juego o porque habían coincidido con él. Esto es algo que podré contarles en el futuro a mis hijos. Es una enseñanza de vida: 'observen como su padre fue querido. Así es como quiero que sean para con los otros. Ustedes siempre ayuden a las personas".

"Tan pronto como pasó fue un cambio en nuestra vida, entonces me di cuenta de que era real. Era el cielo", concluyó.

La tajada de postemporada se remonta a la primera Serie Mundial en 1903. Las historias de lo mucho que valen --han crecido desde 1182 dólares para los primeros campeones (echa un vistazo a la tabla en la parte inferior de esta historia) hasta un máximo de $377,000 para los Gigantes de 2012-- y hacia dónde van son casi tan interesantes como los propios juegos.

Pero a veces, los jugadores no son tan generosos como lo fueron los Rockies de 2007.


Como Jim Bouton señaló en "Bola Cuatro," Frank Crosetti recibió 23 cuotas de la Serie Mundial, mientras que jugaba o entrenaba a los Yanquis de Nueva York entre 1932 hasta 1968. Si todas fueron cuotas completas, estaríamos calculando que Crosetti recibió alrededor de 160.000 dólares, lo que hoy sería 1,6 millones de dólares. ¿Impresionante? Derek Jeter recibió aproximadamente $ 2,3 millones en acciones de postemporada (casi $3 millones en dólares en 2014 ) durante su carrera.


Miguel Cabrera recibió mucha atención indeseada hace unas semanas cuando bromeó diciendo que no estaba interesado en la ganancia de postemporada, la cual obtendrá dada la división de ingresos por ese concepto que realiza cada equipo que juega en octubre. Entonces dijo que sólo quería un anillo de la Serie Mundial, algo que obviamente no va a conseguir.

Dado que el contrato de Cabrera le pagará $292,000,000 en más de 10 años, es quizás comprensible que una cuota de postemporada pudiera no ser tan importante para él. Pero no es solo él debido a que se trata de una cifra desproporcionadamente inferior al salario de un jugador. Por ejemplo, la cifra per cápita del vencedor de la Serie Mundial del año pasado fue de $307.000 (las ganancias varían de un año a otro dependiendo de cuánto se distribuye y de la venta de entradas, por lo que en 2013 éstas fueron menores a las obtenidas por los Gigantes en 2012), mientras que el salario mínimo de Grandes Ligas fue de $500.000 y el salario promedio fue de cerca de $3,4 millones. Y si usted no gana la Serie Mundial, la disparidad entre el salario y la tajada es aún mayor.

Esto no siempre ha sido el caso.

Desde la primera Serie Mundial, la tajada de postemporada se ha basado en un porcentaje fijo de los ingresos por taquilla. Esas acciones eran a menudo más que el salario anual del jugador promedio. Como Jim Palmer dijo al Baltimore Sun recientemente, su participación en la Serie Mundial de 1966 le reportó $11.638, un tercio más que su sueldo de $7.500 esa temporada. Desde finales de los años 1960 a 2000, las acciones ganadoras eran más que el salario mínimo.

"Los jugadores estaban haciendo un buen dinero en mi tiempo, pero en comparación con la actualidad, [las ganancias] eran más significativas", dice el entrenador de los Marineros de Seattle Andy Van Slyke, quien jugó en tres playoffs con los Piratas (1990-1992). "Para algunos chicos, una cuota casi igualaba su salario. Mientras que en la actualidad, no importa la cantidad de la cuota de postemporada, el salario de ninguna forma va a coincidir con esa cuota".

"Mi opinión es que los chicos actualmente son mucho más generosos con ese dinero de los que solían ser en el pasado. ¿Cree usted que una cuota de postemporada va a cambiar la vida de Robinson Canó? No, no va a cambiar su vida de ninguna manera".

Con un contrato de $240 millones no la cambiará. Pero cuando se le preguntó específicamente acerca de esto, Canó dijo que las cuotas siguen siendo importantes. Incluso con todo el dinero que él gana --explicó-- él siempre puede dar una parte a uno o más familiares y quizás así mejorarles sus vidas.

Eso es precisamente lo que Hawkins dice que ha tomado en cuenta a la hora de decidir sobre la tajada de postemporada.

"Quiero darle el dinero a gente que le va a cambiar sus vidas", explicó Hawkins. "Tuvimos un chico en 2007 que trabajaba en nuestro dugout. Le dimos la mitad de una cuota y él pudo comprarse una casa, un coche y volver a la escuela. Él fue capaz de comprar cosas y hacer cosas que no hubiera podido hacer de otra manera".

"Ese dinero no va a cambiar nuestras vidas, pero va a cambiar la vida de los chicos que trabajan en el clubhouse. Tomas a uno de esos mismos chicos de 20 años, que van a la Universidad, y le das $80.000; eso sin dudas es un buen comienzo", relató Hawkins.

Esto ejemplo no quiere decir que el dinero significa poco para los peloteros, especialmente los que no han estado mucho tiempo en la liga. El jardinero de los Reales de Kansas City, Lorenzo Cain, que se convirtió en titular en 2013, perdió a su padre cuando tenía cuatro años. Su madre tuvo que trabajar en muchos lugares para sacar adelante a la familia, de ahí que Caín no comenzó a jugar béisbol organizado hasta la preparatoria para no añadirle una mayor carga.

"Creo que ayuda a todos", dijo Cain sobre las cuotas que él y sus compañeros de equipo recibirán este año. "No he hecho millones de dólares. Todavía estoy haciendo [alrededor] del mínimo. Pero esto me da un respiro. Ayuda a todos. Ayuda a los entrenadores, a las personas en Kansas City, los chicos que trabajan para nosotros. Ese dinero cambia la vida de la gente. Estoy feliz de que seamos capaces de llegar hasta aquí, no solo para beneficio personal y de mi familia, sino para beneficio de las familias de otras personas también. Es, definitivamente, una bendición".

Por supuesto, la cantidad de una cuota depende de la cantidad de dinero que los jugadores distribuyen. Ahí es donde las cosas se ponen interesantes.


Bengie Molina comenzó la temporada de 2010 con los Gigantes y luego fue canjeado a los Vigilantes de Texas en julio. Debido a que ambos equipos avanzaron a la Serie Mundial, recibió una cuota de postemporada de cada equipo. Él también habría recibido un anillo de la Serie Mundial de los Gigantes.


La distribución de las acciones de postemporada se determina en una reunión solo para los jugadores que se celebra cerca del final de la campaña regular. Mientras más cuotas distribuyen, menos valen cada una. Por lo tanto, los argumentos sobre quién obtiene qué puede ser tan rencoroso como una batalla de Presupuesto del Congreso.

"Usted se sorprendería de toda la m... que se escucha en esas reuniones", apuntó Chili Davis, ex jugador y hoy entrenador de bateo de los Medias Rojas de Boston.

El ex pelotero Andy Van Slyke recordó que "mucho de esto depende de qué tipo de persona fuiste y qué tipo de contribución hiciste al equipo. (...) Así que hubo algunas discusiones acaloradas acerca de quién debe recibir y cuánto. Tuvimos un tipo que había sido negociado a nuestro equipo y nos ayudó mucho en la recta final. Entonces se le dio una participación plena. Luego había otros chicos que estaban en el equipo y fueron movidos a otra novena contraria y decíamos: 'al diablo. Si les gusta por allá que les den lo que quieran, pero nada de nosotros'".

En términos generales, las cuotas parciales se prorratean en función del porcentaje de la temporada que el jugador estuvo con el equipo. Pero esta puede ser mayor o menor. Los Medias Rojas de 2004, por ejemplo, votaron a favor de una cuota de las tres cuartas partes para Nomar Garciaparra, quien fue cambiado en la fecha límite del 31 de julio.

"A veces es cuestión de cuánto tiempo la persona estuvo con el equipo y de cuánto contribuyó", remarcó Davis, quien recibió cuotas de postemporada con los Gigantes, Mellizos y Yankees. "El hecho de que no tuvieran la oportunidad de jugar todos los días no es culpa de ellos. Ellos estuvieron aquí todos los días durante dos meses".

"¿Le da a los chicos participación plena o te niegas y les das una octava parte a cada uno? [Usted habla sobre] todo ese tipo de cosas. Ellos nombraron a un tipo que vino al equipo durante dos días o algo. '¿Qué hay con fulano? ¿Qué le damos? Qué se j…, denle un certificado de regalo de McDonald' s'".

Entretanto, Hawkins apuntó que las reuniones no siempre van bien, pero no llegan al punto donde los jugadores comienzan a pelear.

"Al igual que con cualquier otra cosa, puedes estar en desacuerdo", indicó. "Pero por esa razón es que existe una votación. Si pierdes la votación, simplemente sigues adelante".

Canó recordó que los Yankees suelen realizar su reunión alrededor de la última semana de la temporada. El jugador de cuadro Eric Sogard, de los Atléticos de Oakland, señaló que su equipo se reúne en torno a la misma época, aunque siempre esperan a haberse asegurado un lugar en las series extras.

"No creo que hayamos tenido una reunión hasta que no clasificamos", indicó Van Slyke. "No creo que se deba tener una reunión hasta estar seguros de jugar en octubre".

¿Eso es porque nadie quiere atraer la mala suerte al equipo?

"No creo en supersticiones", afirmó Van Slyke. "Creo que trae mala suerte".


Cuando Boston ganó la primera Serie Mundial en 1903, sus jugadores recibieron $1,182 cada uno. Los jugadores de Pittsburgh, por su parte, recibieron $1,316.25 por perder. No, Arnold Rothstein y otros apostadores no estaban involucrados -- los jugadores de Pittsburgh recibieron más dinero porque el propietario de los Piratas, Barney Dreyfuss, donó a los peloteros el importe recaudado por concepto de taquilla. Esta es la única vez que el equipo perdedor recibió una participación más grande que el equipo ganador.


De manera similar a lo que los Rockies hicieron con Amanda Coolbaugh en 2007, los beisbolistas de Indios de Cleveland votaron a favor de entregarle $1000 dólares de la Serie Mundial de 1920 a la viuda embarazada de Ray Chapman, jugador de cuadro que dos meses atrás había fallecido por causa de un pelotazo.

En 1942, los Yankees estuvieron de acuerdo en darle parte de la tajada de la Serie Mundial s su ex carga bates Tim Sullivan, quien entonces servía en la Guardia Costera. En 1950, los jugadores de Cleveland dieron a una secretaria, Noreen (Cricket) Schmidt, la mitad de la cuota ($173.70) de su cuarto puesto "por escribir cartas respondiendo a las peticiones de fotos de los fans, etc". Hawkins reveló que en una de sus selecciones --jugó en postemporada para los Mellizos, Cerveceros y Rockies-- votó a favor de una cuota para el capellán del equipo.

¿Hay alguien a quién los jugadores no pueden dar dinero?

"Si quieres puedes darle a un escritor especializado", dijo Van Slyke. "Pero definitivamente eso no va a suceder. No va a suceder".

Probablemente no, pero el rango de personas que reciben acciones sigue creciendo.

"Consideramos a entrenadores, chicos del clubhouse, guardias de seguridad", indicó Sogard. "Tratamos de pensar en todas las personas que podamos y darles una parte".

"Ahora, usted tiene tanta gente alrededor: masajistas, coordinadores de video, entrenadores de fuerza y acondicionamiento. Todas estas personas se encuentran en una categoría en la cual se puede votar a favor de incluirlos en la repartición. Es una cosa de papeleo", dijo Mickey Morabito, quien desde hace mucho tiempo es el secretario de viajes de Oakland.

Curiosamente, los secretarios de viaje, que tienen uno de los trabajos más exigentes en el juego, en ocasiones han sido descartados para recibir una cuota porque los jugadores estaban molestos con los viajes y los hoteles de la temporada. Durante un tiempo, dijo Morabito, incluso había algo que se llama la regla de Howard Fox que prohibió entregarle cuotas a los secretarios de viaje. Ahora, ellos son elegibles como cualquier otra persona para recibir donaciones en efectivo, a pesar de que no siempre reciben una. El tres veces ganador de la Serie Mundial Jack Morris dijo: "En 1984, el secretario de viaje no recibió voto alguno".

(Por otra parte, podría ser riesgoso para algunos jugadores no cuidarse de la secretaría de viajes, ya que ellos están al tanto de, digamos, de información sensible relativa a las solicitudes de habitaciones y de venta de entradas y "de lo que pasa en Las Vegas".)

Van Slyke dice que cuando estaba con los Piratas, ellos estaban seguros de entregar dinero a varios no-jugadores y entrenadores, pero había un límite. Algunos jugadores sugirieron dar algo al acomodador de la sección donde se sentaban las esposas y las novias de los jugadores.

"Y por decir lo menos, hubo algunas objeciones a eso", dijo Van Slyke. "Un tipo me decía: '¿Qué pasa con el encargado de las instalaciones? Y el responsable en Pittsburgh no tenía oportunidad. No le gustaba trabajar".

Esto, sin embargo, no fue el caso después de la Serie Mundial de 1903, cuando los Piratas votaron a favor de darle una sexta parte de su cuota al jardinero del parque.

En una reunión, Van Slyke dijo que un jugador se mantuvo mencionando personas para incluirlas en la repartición. "En un momento, me puse de pie y le dije: 'Si quieres ser tan generoso, toma tu parte y dásela a toda esa gente que acabas de mencionar. Ya es suficiente. Si te sientes generoso dale tu parte a ese tipo'. "No dijo una palabra y nadie más incluyó gente a la discusión".

Todo depende de la generosidad de los jugadores.

¿O no?

Los Yankees de 1976 votaron a favor de dar una pequeña porción a sus cuatro cargabates. Fueron $ 100 a cada uno. Esa cantidad no era sacada del dinero de postemporada sino que pertenecía a lo recaudado por multas impuestas a los jugadores (Kangaroo Court). (El resto del dinero de las multas se utilizó para una fiesta del equipo). Peor aún, de acuerdo con una nota del New York Times, el relevista Sparky Lyle olvidó enviar a los cargabates sus cheques hasta el siguiente mes de febrero. Tres de los cuatro se sintieron tan insultados que rechazaron el dinero.

"Los Yankees son tacaños," remarcó al diario Walter Gershoff, uno de los carga bates. "Queremos que todos los recuerden como tacaños."


La tajada de postemporada aumentó dramáticamente cuando se añadieron los juegos divisionales y las series de campeonato, pasando de $10.926 para los ganadores de la Serie Mundial de 1968 a $18.338 en 1969. Ella continuó aumentando hasta alcanzar un récord de $377.000 dólares en el 2012. Tomando en cuenta la inflación, la cuota más alta de un ganador fue en 1998, entonces los Yankees se llevaron a casa $312,000, lo que serían $455,000 en 2014.


A diferencia de la broma de otoño de Miguel Cabrera, las acciones de postemporada no eran cosa de broma para los Medias Rojas y los Cachorros en la Serie Mundial de 1918.

A partir de 1903 ($1,182) a 1917 ($3,669.32), las acciones de la Serie Mundial en general aumentaron, la máxima cantidad fue de $4,024.68 en 1912 (alrededor de $96,000 en dinero ajustado a la inflación actual). En los últimos años de ese período, la cuota media fue de alrededor de $3.800 dólares. Eso era más, a veces el doble, de lo que muchos jugadores ganaron por toda la temporada.

Luego vino 1918, cuando las acciones se desplomaron -- apenas $ 1.000 para los ganadores -- en una Serie Mundial deprimida.

¿Por qué las acciones cayeron tan bajo ese año? Por un lado, la Primera Guerra Mundial estaba en su apogeo; los EE.UU. habían entrado en la guerra en abril de 1917. Poco después de que comenzara la temporada de 1918, el gobierno de Estados Unidos estableció un requisito de "trabajo o lucha" que ordenaba que todos los hombres sanos tenían que trabajar en la industria de la guerra o estar sujetos al alistamiento. Aquello obligó a detener la temporada regular después de 140 juegos. Entonces se jugó la Serie Mundial a principios de septiembre. La asistencia de público cayó en casi un tercio --en el Juego 1 apenas acudieron 19.274 personas en Chicago, mientras que el Juego 5 atrajo a menos de 16.000 en Fenway--, mientras los ingresos de la Serie Mundial se redujeron a la mitad.

Los propietarios también optaron por "generosamente" donar el 10 por ciento del dinero de los jugadores a la caridad. También decidieron extender los ingresos entre los cuatro mejores equipos de cada liga, en lugar de solo los encartados en la Serie Mundial. Por eso los jugadores se molestaron cuando se enteraron durante la Serie de que sus cuotas estaban siendo cortadas a más de la mitad.

Antes del Juego 5 en Boston, los dos equipos se encontraron en el interior de Fenway Park y amenazaron con no jugar a menos que la liga aumentara sus cuotas. El Presidente de la Liga Americana, Ban Johnson, según los informes, que ya estaba borracho temprano en la tarde, instó a los equipos para que jugaran. Él comenzó a hacerlos sentir culpables trayendo a colación el sacrificio de las tropas en el extranjero. Cuando los soldados estadounidenses estaban muriendo en Europa a un ritmo de 200 hombres por día, ¿cómo los jugadores pueden estar sentados pidiendo más dinero (dinero que los propietarios mantendrían)?

Con los aficionados coreando en Fenway para que las novenas salieran a la grama, y mientras aparecían en las gradas un grupo de veteranos de guerra que habían sido heridos, los peloteros finalmente cedieron y saltaron al césped más o menos una hora después de la hora programada para el primer lanzamiento.

Según el libro de Jerry Gutlon, "It Was Never About The Babe", el jardinero de los Medias Rojas, Harry Hooper dijo a los fans. "Vamos a jugar, no porque pensamos que estamos recibiendo un trato justo, porque no lo es. Vamos a jugar por el bien del juego, por el bien del público que siempre nos ha dado su apoyo leal, y para el bien de los soldados y marineros heridos que se encuentran en la tribuna esperando por nosotros".

Los Medias Rojas ganaron la Serie y recibieron $1,102.51, el porcentaje de ganancia más bajo en la historia de la Serie Mundial y menos de un tercio de lo que los Medias Blancas habían recibido después de ganar el campeonato del año anterior.

¿Y te preguntas por qué la Serie Mundial del año próximo se vendió?

Los Cachorros, por su parte, recibieron una cuota de $671 al caer en 1918. Eso es muy baja, por supuesto; pero lo veo de esta manera: es más que cualquier cuota que los Cachorros han recibido para jugar en una Serie Mundial en los últimos 68 años.

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