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LOS ÁNGELES -- Con las bajas de Kevin Durant y Russell Westbrook, Oklahoma City Thunder jugará sin sus dos jugadores más importantes durante un periodo mínimo de, al menos, un mes. Hasta dentro de aproximadamente 15 partidos, el plantel dirigido por Scott Brooks tendrá que sobrevivir y no perder crédito ante rivales de la talla de Memphis Grizzlies, Houston Rockets o Golden State, entre otros. Será una prueba de fuego para el reto de los componentes de la plantilla, una oportunidad para demostrar que saben jugar sin sus líderes indiscutibles. Mientras tanto, hay un jugador que se siente capacitado para liderar al equipo y hacer olvidar las ausencias de la manera más rápida posible. El internacional con España, Serge Ibaka, está listo para afrontar el reto. Tras dos encuentros, el ala-pívot está dejando muy buenas sensaciones a pesar de las derrotas ante Portland Trail Blazers (106-89) y Los Angeles Clippers (93-90). "No solo tengo que ser líder en la cancha, sino el líder en general", declaró tras el encuentro del jueves ante los Clippers. "Ellos (por Durant y Westbrook) están fuera y yo soy el tercer mejor jugador del equipo. Debo tener la responsabilidad de llevar al equipo adelante. No sólo jugando y tirando a canasta, sino en general", afirmó. A Ibaka le sobra confianza. Sus números después de los dos primeros encuentros están siendo más que decentes, acumula 13.5 ppj, 8.5 rpj y 2.0 bloqueos. El jugador llegó con fuerza tras el fracaso de su selección en el Mundial de España, comenzó con buen pie a pesar de las derrotas y a punto estuvo de forzar la prórroga en Los Ángeles con un lanzamiento de tres puntos en el último segundo que golpeó el alero. "Pensé que iba a entrar. Estoy seguro de que la próxima vez que lo intente, entrará", confesó. IBAKA MEJORA SU TIRO EXTERIOR No es por casualidad que Ibaka esté probando suerte desde el perímetro. En dos citas acumula un balance de 3/8 en triples una cifra bastante significativa para un jugador de juego interior. Agarra por sorpresa a sus rivales cuando se abre, nadie le sigue la marca y se la juega sin complejo alguno. "Llevo trabajando los triples mucho en verano. Con las bajas en el equipo vale la pena. Con ellos fuera, tengo que hacerlo cuando estoy abierto", señaló. En los dos últimos años había intentado una media de 0.7 lanzamientos de tres por encuentro, de los que había anotado 0.3. Sin duda, algo está cambiando en su manera de afrontar sus posiciones más abiertas. "Queremos que lance de tres puntos", confesó Brooks. "Ha mejorado mucho en ese sentido. Es algo que queremos que haga y si ve un triple claro le decimos que lance. Es buen lanzador pero la prioridad es que tire desde media distancia eso es bueno para la ofensiva, creo que tiene un 60 por ciento en ese apartado. También ha estado trabajando en las penetraciones, los lanzamientos, los bloqueos y los rebotes. Todo eso es lo que le han hecho un jugador especial y se tiene que concentrar en ello también", agregó el coach del Thunder. Con la lesión de Westbrook el jueves, apenas hubo tiempo para pensar, para reflexionar sobre el futuro y encontrar la manera de maquillar la marca provocada por la enésima bofetada al Thunder. Brooks no podía creer que cayera otra de sus torres más certeras, el pilar más sólido que le quedaba en ataque tras la lesión de Durant. Antes del encuentro ante los Clippers, el coach afirmó que la lesión del escolta supondría un buen momento para que el resto del equipo agarrara los conceptos y aprendiera a capear el temporal sin bombona de oxígeno. Era la primera vez que jugaban sin él al tratarse de su primera lesión grave. Lo habían hecho sin Westbrook en un pasado reciente, pero KD siempre estuvo presente. Ahora, con los dos jugadores en el dique seco, llegó la hora de Ibaka, quien por primera vez deberá enfundarse sus galones de veterano para minimizar los daños. "No tenemos opciones, tenemos que trabajar con los jugadores que tenemos", sentenció el hispano-congoleño.
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