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El fracaso inglés en Europa es una acusación contra la Premier League

Hay razones completamente ajenas e individuales para explicar por qué ninguno de los clubes de Inglaterra consiguió resultados positivos esta semana en la UEFA Champions League. Siempre las hay. Que el Arsenal desperdiciara una ventaja de 3-0 en casa fue un resultado anormal (en términos estadísticos, al menos), el Liverpool pareció jugar por una ajustada derrota en Madrid, el Chelsea no estaba bajo ninguna presión para ganar en Maribor, y el Manchester City... quién sabe.

Pero un vistazo a las últimas temporadas sugiere que estos sucesos ya no deberían ser una sorpresa. Desde que lideraron el ranking de países de la UEFA en 2007-08 --el año de la final inglesa en Moscú-- los equipos de la Premier League cada vez fueron apuntando resultados menos impresionantes en las competencias europeas.

(El ranking UEFA mide las actuaciones en la Champions League y en la Europa League. Con más o menos la mejor tercera parte de las grandes ligas en evaluación, dan una muy buena idea de la solidez general de los equipos más grandes en sus respectivos países.)

España tomó el primer lugar luego de la temporada 2012-13. Ahora, Inglaterra corre grave peligro de caer al tercer puesto. Tal como están las cosas, Alemania bien podría ser considerada como la segunda liga más fuerte de Europa el próximo mes de agosto.

Pero cabe hacer algunas aclaraciones. En primer lugar, el derrape de Inglaterra no tiene consecuencias prácticas de ningún tipo. Seguirán manteniendo sus cuatro plazas como la tercera mejor liga durante los próximos años. (La Serie A, en quinto lugar, no tiene ninguna posibilidad de desafiar a Alemania o a Inglaterra en el futuro previsible.)

El daño a la "marca" de la Premier League también sería insignificante. Su hegemonía mundial de televisión se inició en la década de 1990, una época en la que los clubes ingleses estaban muy por detrás de la competencia europea. Los aficionados y los neutrales obviamente valoran el producto, con independencia de las dudas sobre su calidad relativa.

Pero el hecho de que la Bundesliga probablemente estará por encima de la liga más rica del mundo por primera vez desde 1999-2000 debería hacer saltar las alarmas. Algo anda muy mal si los clubes alemanes --que en conjunto ganan mil millones de libras ($1590 millones) menos que la Premier League (facturación: £2700 millones/$4290 millones en 2012-13)-- logran mejores resultados. Las cifras del año pasado mostrarán que la brecha financiera en realidad se ha ampliado aún más debido al nuevo acuerdo de Prem TV. La Bundesliga ni siquiera debería estar cerca en lo que hace al rendimiento dentro del campo de juego.

Entonces, ¿qué está pasando?

Una respuesta paradójica es que la debilidad de la Premier League en Europa en realidad podría ser una consecuencia de su fortaleza, en lo que hace al alto nivel de competitividad local. Alemania tiene al Bayern; España tiene al Real Madrid y al Barcelona. Ellos dominan sus mercados locales y pueden utilizar esas posiciones para ganar fuerza en Europa; ningún equipo inglés se encuentra en una posición similar.

Pero como explicación, esto tampoco cierra. La capacidad superior a la media del Bayern, del Madrid, y del Barça lógicamente debería compensarse con la capacidad inferior a la media de los equipos inferiores en esas ligas. Sin embargo, las cifras sugieren lo contrario.

Schalke 04 (facturación £161m/$256m en 2012-13) ha obtenido mejores resultados que el Arsenal (£283m/$450m en 2012-13) estas últimas cinco temporadas en Europa, mientras que Leverkusen (£78m/$124m en 2012-13) actualmente tiene un ranking más alto que el Manchester City (£271m/$431m en 2012-13), al igual que el FC Basilea, por cierto.

Con sus actuaciones desconcertantemente inadecuadas y una búsqueda sistemática de los mejores jugadores de otros equipos ingleses de la Champions League, el Manchester City sin saberlo ha hecho más que los otros para romper la hegemonía de la Premier League en Europa después del 2008. Sus rivales ya sea perdieron personal clave en manos del Etihad o bien tuvieron que retenerlos con salarios enormemente inflados para protegerse de los avances. Las £300.000 semanales (478.000 dólares) de Wayne Rooney son el ejemplo perfecto.

Pero en cierto sentido, el nuevo dinero de Abu Dabi sólo ha exacerbado una tendencia existente. Demasiado dinero está persiguiendo a muy pocos talentos (genuinos) en la Premier League, hay demasiado capital invertido en laterales izquierdos de 19 años que cuestan 30 millones de libras (48 millones de dólares) como Luke Shaw y la calidad autóctona, por consiguiente, se reparte muy poco entre los mejores clubes.

Además de eso, la falta de funcionamiento adecuado -- ya sea desde dentro de cada club o de la liga propiamente dicha -- crea una enorme presión para comprar en el extranjero. Así que terminas con un Manchester United pagando desesperadamente £60 millones ($ 95 millones de dólares) por Ángel Di María -- alrededor de £ 15 millones ($ 24 millones) más que lo que el PSG y el Bayern Múnich iban a pagar con el lateral un par de semanas antes. Mientras los salarios y los gastos de transferencia en la Premier League sigan aumentando en línea con los ingresos, la ventaja financiera de Inglaterra sobre el resto de Europa seguirá siendo neutralizada.

Hay una cuestión cultural más importante, también. Desde que el Chelsea y el City se convirtieron en súper-poderes con la ayuda de propietarios adinerados, la mentalidad es que sólo una enorme inversión financiera puede traer éxito. Se puede ver en el discurso público: es todo una cuestión de gastar a lo grande en nuevos y mejores jugadores, o la incorporación de nuevos y mejores entrenadores. Para un hombre con una gran cantidad de riqueza, parecería que todos los problemas se pueden resolver con dinero. Es como si no hubiese otras opciones para considerar.

El fútbol Inglés sería inmensamente lucrativo siguiendo el ejemplo de un Dortmund o un Atlético de Madrid, que han demostrado que hay otras maneras de salir adelante. Con un entrenamiento de vanguardia, por ejemplo. El BVB ganó la liga en 2011 con una masa salarial de 46 millones de libras ($ 73 millones de dólares) -- el equivalente a los salarios del Stoke City en la misma temporada. Tal vez el Southampton pueda cambiar la forma de pensar, pero no contengan demasiado su respiración.

Los clubes de segundo nivel de España, y todos los equipos alemanes por debajo del Bayern, tuvieron que aprender a ser inteligentes con sus recursos relativamente modestos. No hay ningún secreto, sólo una buena práctica. Ellos eligen mejor, producen jugadores más decentes en sus academias y se basan en el know-how gerencial local que naturalmente produce candidatos razonables. Una vez más, el contraste es muy marcado: Harry Redknapp es el único entrenador Inglés con algo de experiencia en la Champions League en la última década.

Es demasiado pronto para decir si los clubes alemanes van a continuar superando a la Premier League en la escena internacional. El Borussia Dortmund podría no estar allí la próxima temporada, mientras que los nuevos clasificados de la Champions League como el TSG Hoffenheim o el Borussia Mönchengladbach podrían encontrarse mal preparados para rendir en ese nivel. El ránking de la UEFA no puede predecir el futuro pero sí puede ofrecer una visión objetiva del pasado reciente y del presente. Y en el caso de Inglaterra, no es nada menos que una condena.