Carlos Irusta 9y

Triunfos de Heiland y 'Pantera' Farias

BUENOS AIRES -- Prometía ser un sábado especial para el boxeo argentino y lo fue. No solamente por los resultados, sino por lo explosivo de las peleas.

Es que en la noche de Dublín, Irlanda, Sebastián "El Gauchito" Heiland tuvo una gran oportunidad frente al inglés Matthew Macklin y no la desaprovechó, con un nocaut indiscutible en el décimo.

Y en Cancún, México, en un choque de boxeadoras argentinas, Érica Farías venció claramente por puntos a Alejandra Oliveras y le ganó el campeonato mundial WBC welter junior.

No fue lo único, porque en Córdoba, Yulihan Luna, de México, le ganó a la local Carolina Gutiérrez, por puntos y se llevó para su tierra el mundial supergallo IBF. Fue en una velada en la que predominó la figura de Sergio Maravilla Martínez como invitado especial (y parte de la promoción de lo que fue, además, una cena de gala).

Gutiérrez, de 37, quedó con 22-5-1-1 (13 KO) mientras que la flamante campeona, apodada "La Cobrita", hizo su debut fuera de México y ahora suma 12-2 con un solo nocaut. Y tiene, apenas, 20 años.

Pero si alguien le puso explosión al sábado fue Sebastián Heiland, que defendía su título Intercontinental del WBC. El "Gaucho de Pigüé", como se lo llama, se anotó su primer triunfo internacional peleando fuera de la Argentina y fue, justamente, una victoria clave.

A los 27 años, con un record ahora de 25 peleas ganadas, con 13 antes del límite, 4 derrotas y 2 empates, dio cuenta de Matthew Macklin en Dublín y se ganó el derecho a pelear con Miguel Cotto o Gennady Golovkin por la corona de los medianos.

Macklin, a los 32, asumió la pelea con energía, lanzando su directo de derecha para penetrar la guardia zurda de Heiland. Antes del combate escribimos que ninguno podía darse el lujo de equivocarse. No fue tan así, porque no hubo cruces a cara descubierta. Hubo un boxeador (Heiland) que, luego del segundo asalto, tomó la iniciativa y otro (Macklin) que no pudo frenarlo.

El combate se tornó áspero, porque si bien Heiland llevaba la iniciativa, el inglés reaccionaba, tratando de ser el dueño del ring. Sin embargo, era el argentino el que siempre conectaba alguna mano más. Macklin, que ahora suma 31 victorias, 6 derrotas y 20 nocauts a favor, comenzó a sentir el peso de la pelea a partir del séptimo.

Mientras crecía el trabajo de Heiland en cantidad y calidad de golpes, daba la sensación de que el ex vencido de Maravilla Martínez tenía dificultades para mantener el ritmo. Heiland, en base a golpes más bien abiertos, dirigidos a la zona alta, comenzó a subir su presión para el octavo asalto y en el noveno se notó como el más entero.

Hasta que, atrapado en su propia esquina, Macklin recibió un par de manos a la zona alta y tras una brutal derecha a la cabeza en cross, de corto recorrido, cayó –mejor dicho, se derrumbó. Nocaut total, claro y definitorio.

De esta manera, Heiland, "El Gaucho", se llevó una gran victoria de Dublín y, a los 27 años, tiene todo por delante como para encarar peleas de mayor envergadura. Macklin pareció haber acusado el paso de una campaña con peleas muy duras, es cierto, pero también es cierto que Sebastián Heiland no le dio treguas ni resquicios. Una victoria inobjetable.

En la Plaza de Toros de Cancún, México, se cruzaron la "Locomotora" y la "Pantera", ambas argentinas. O sea Marina Alejandra Oliveras, que exponía su cinturón welter junior WBC frente a la ex campeona mundial ligero Érica Farias.

Oliveras, que ahora quedó con 31 (16)-3-2, se radicó en México, quejándose de su ex promotor, Osvaldo Rivero, y de la falta de oportunidades y buenas bolsas. Ligada al promotor Pepe Gómez, se armó esta pelea entre argentinas, tal vez sin pensar en que el resultado podía ser adverso para la campeona.

Érica "La Pantera" Farías, que ahora cuenta con 21 ganadas (10 KO) y una sola derrota, está considerada, desde hace años, como una de las mejores exponentes del boxeo femenino en Argentina. Y, a pesar de la derrota que sufrió en Bélgica ante Delfine Persoon en abril pasado –y que le costó su cinturón del WBC- demostró que esa pudo haber sido una mala noche.

Oliveras asumió la pelea de acuerdo con su personalidad: agresiva, frontal, tirando todo lo que tiene y persiguiendo a la rival para no dejarle espacios. No contó con las piernas de Farías, que en base a directos de izquierda la mantuvo lejos, para luego enviarle uno de sus mejores golpes, el directo de derecha a la cabeza.

Con esa mano, Farías fue tejiendo una victoria que demostró, una vez más, que en el boxeo no basta solamente con ir para adelante, sino además, que hay que colocar los mejores golpes.

Impotente, Oliveras se plantó varias veces exigiéndole a Farías que hiciera, justamente, lo que no le convenía a la desafiante: pararse a pelear golpe por golpes. Con inteligencia y frialdad, Farias, con Claudio "Pachorra" Moreno en su esquina, siguió al pie de la letra el libreto marcado.

Y no hubo modo de que Oliveras conectara algún golpe afortunado, por lo que Farías se llevó una gran victoria, teniendo en cuenta como detalle extra que, justamente, es conducida por Osvaldo Rivero, el mismo promotor a la que está enfrentada Oliveras. Sin contar que en la guerra verbal, ambas se sacaron chispas.

La única mancha fue uno de los jurados, ya que las tarjetas fueron así: 99-92 para Oliveras, mientras que los otros dos le dieron 97-93 y 97-94 a la nueva campeona. De hecho, Mauricio Sulaimán, a través del tuit, acepto su responsabilidad: "El error fue poner a un referí de juez", fue más o menos lo que dijo y efectivamente, fue un gran error… El norteamericano Curtis Trasher fue el referí que, a la hora de fallar, evidentemente falló y mucho, puesto que las ventajas de Farías eran claras y amplias.

Mientras en Córdoba, Carolina "Chapita" Gutiérrez se quedó con las manos vacías frente a la mexicana Yulihan Luna, hubo dos victorias muy buenas, las de Sebastián Heiland y la de Érica Farias, El Gauchito y la Pantera. Uno en Dublín, la otra en Cancún. Sin dudas, un sábado diferente, lleno de emociones.

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