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BORISOV -- Miguel Herrera se tomó más de media hora para llegar a la Conferencia de Prensa. Ese tiempo lo invirtió en la reprimenda a sus jugadores. El reproche y el reclamo a sus futbolistas fue primero, después lo haría evidente ante los medios. Con el rostro marcado por el disgusto y el enojo, Miguel Herrera descartó que el clima hubiera marcado influencias en la derrota por 3-2 ante Bielorrusia, y directamente responsabilizó a la parsimonia y actitud timorata de sus seleccionados el revés sufrido. "Nada tiene que ver el equipo, con un grupo que se distrae. Fue un partido con errores, con displicencia, ante un adversario que no dejó de correr, que no dejó de intentar. Estuvimos muy desconcentrados, sin la compostura debida para la exigencia de una selección mexicana". Reconoció que serán severos y enérgicos en las observaciones y en las calificaciones que se den a cada jugador participante ante Bielorrusia, y deja entrever que de ello dependerá la valoración de ellos para futuras convocatorias. "Todos los partidos se califican, en todos los juegos llevamos una evaluación de cada uno, y ponemos una calificación a lo que hacen. Observamos los detalles que se cumplen y los que no se cumplen. La actitud no me gustó. Era un partido que debíamos aprovechar, que nos confiamos, que cometimos errores que no debimos, pero todo fue por no tener la actitud correcta", indica. En especial Miguel Herrera ejemplifica cómo en el cobro del penalti, Alfredo Talavera hace su trabajo deteniendo el disparo, pero sus compañeros se quedaron patidifusos e incapaces de reaccionar para anticiparse a los bielorrusos. "No puedo terminar contento con tanta desatención y errores. El equipo rival hizo el esfuerzo para superarte y nosotros no reaccionamos. En el penalti, nuestro portero rechaza la pelota y nuestros jugadoras se quedan parados, sin tratar de terminar la jugada, y ayudar al esfuerzo de su portero. Y después, Talavera tenía que echar la pelota a un lado, porque ningún jugador ofrecía la posibilidad de salir con ella. Se quedaron parados, muchos errores en el cuadro bajo, porque al frente se hicieron mejor las cosas", indicó. Ahora, reconoce, el trabajo es para el cuerpo técnico, porque no puede permitir ese tipo de comportamientos y actitudes en un grupo que pretende jugar competencias oficiales y aspirar a ganarlas. "Muchas cosas que corregir, muchos ajustes que hacer, muchas llamadas de atención y pondremos la calificación y tendremos que ser autocríticos, intentamos conseguir reacciones con los cambios, pero no fue posible conseguirlo". Y aunque acepta que les recetó un sermón en el vestuario antes de acudir a la competencia de prensa, subraya que se viene trabajar en todos los detalles. "La calificación que pondremos la manejaremos de manera interna, pero no caben esos errores en todo el trabajo defensivo del equipo, porque le dábamos total libertad a que salieran jugando con la pelota y se nos vinieran encima. No podemos repetir unba actuación así". Respecto al rendimiento de los jugadores mexicanos que no tienen mucha participación en sus equipos en Europa, explica que en estos partidos ante Holanda y Bielorrusa, algunos de ellos confirmaron que merecen estar como titulares. "Lo de Ochoa es un capricho del entrenador. Nos queda claro que es un gran portero, lo demostró en el Mundial. Raúl Jiménez hace dos goles y tiene un buen partido, además que el Tecatito Corona, que debió salir por lesión, nos dejó muy contentos por su entrega", dijo.
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