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Opaca función de Top Rank

MACAO, China -- Si la promotora Top Rank en realidad desea abrir la Muralla China para el boxeo deberá traer mejores llaves la próxima vez a Macao o a cualquier otra ciudad de este país.

Manny Pacquiao derrotó de manera más que convincente a Chris Algieri en la pelea estelar que Top Rank organizó este fin de semana en el Venetian Hotel de Macao. Pero Algieri fue un rival muy, pero muy bajo de nivel para un peleador protagonista, y se suponía que debía tener clase mundial para justificar una función de Pago Por Evento de tanta magnitud, como debió suceder en la Cotai Arena.

Algieri fue uno de varios púgiles de la función que fallaron de manera notable en sus aspiraciones de poner buen boxeo frente a los 13,202 aficionados que llenaron el inmueble. Peor aún, ante los ojos de millones de televidentes alrededor del mundo, incluida China, donde se pretende promover el boxeo para que sea un deporte multitudinario en televisión y arenas.

Por segunda ocasión, Top Rank incluyó en su cartelera al boxeador chino Zou Shiming y por segunda ocasión falló, a pesar de que en ambas ocasiones, incluyendo este domingo en Macao salió con la mano en alto.

Considerado el mejor boxeador amateur en la historia de China, Shiming hizo un papelón frente a un rival que derrotó por decisión unánime, el tailandés Kwanpichit Onesongchaigym, quien subió al cuadrilátero con absolutamente nada en sus alforjas.

Y ni así pudo lucir Shiming, de 33 años.

Claro que ganó sin objeción. Pero salió con la cara sangrando, con un ojo casi cerrado. Peor aún, debió salir con el orgullo y la vergüenza por los suelos, después de que mostró que tiene muy poco poder y técnica profesional.

Tampoco sabe atacar y cerrar en el momento adecuado. Menos ofreció una buena imagen cuando intentó burlarse del rival, con zapateados en el cuadrilátero o aspavientos como si en realidad fuera alguien en el boxeo.

Igual sucedió para el segundo gran prospecto de China y el área en general, Rex Tso, oriundo de Hong Kong.

Tso ganó su pelea pactada a seis asaltos en peso Supermosca, con mucho trabajo y por una decisión que podría discutirse. Tampoco ofreció nada que vislumbre un futuro brillante en el boxeo de paga.

Y así fueron la gran mayoría de los combates, salvo el del mexicano-americano Jessie Vargas contra el mexicano Antonio DeMarco. Ambos protagonizaron la única gran pelea de la noche, que se llevó Vargas por decisión para mantener su corona superligera de la Organización Mundial de Boxeo.

El dueño de Top Rank, Bob Arum, garantizó que el boxeo, al menos de su promotora, regresará con funciones de alto perfil a Macao en el futuro muy próximo. Se anticipa que la siguiente gran función será de nuevo en noviembre, como sucedió esta vez y el año pasado cuando Pacquiao venció a Brandon Ríos, que igual que Algieri, mostró poco o nada.

Ojalá que la tercera sea la vencida, porque "todo abuso perjudica". Para la afición de este lado del mundo sería injusto ver otra vez una función que deje mucho que desear en términos generales.

Y sería injusto por la gran organización del hotel sede y, sobre todo, por la gran respuesta de todos los aficionados, al menos los madrugadores que estuvieron en la arena, desde antes de que sonara la primera campanada de la función, alrededor de las 8 a.m. del domingo, tiempo local.