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Mar del Plata, fútbol y cine

"Viggo es un canto al hincha argentino" Getty Images

MAR DEL PLATA- Queridos lectores, estoy en La Feliz, la ciudad luz, la ciudad más linda del Atlántico y no puede ser más feliz. ¡Qué playas por Dios! ¡Cuántos artistas populares ofreciendo su talento en las calles, en las rampas, en la arena tibia del mar siempre resplandeciente!

¡El mar por todas partes y entre tanta vitalidad me encuentro yo, agradecido de haber nacido en Argentina, más contento que nunca rodeado de toda la gente linda y fantástica del mundo del cine! Como un bebé entre almohadones, me siento en Mardel, rodeado de artistas geniales, punks, contestatarios, rockers totales como los de la banda los 107 Faunos, liderada por uno de los mejores intérpretes, compositores y músicos me refiero a "El Gato", líder de la 107 Faunos. ¡Y ni hablar de Santi Barrionuevo "El Patricio Rey de La Plata". Su banda El mató a un policía motorizado, es sencillamente un canto al rock mundial.

Ustedes, apasionados lectores, me preguntarán ¿qué tendrá que ver el mundo del cine con el fútbol? ¡Todo, todo, todo! No habría fútbol sin el séptimo arte. Y el cine podría ser tranquilamente, una deformación fotográfica del fobal. Sin ir más lejos, son dos actividades que se juegan en equipo y siempre hay un actor fetiche en cada obra, en cada partido, en cada peli

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Siempre, aunque nos duela, se tratará de hilvanar un relato, de contar una historia. River-Boca, Racing-Independiente, Belgrano-Talleres contaron la historia entera de nuestro país, de nuestra idiosincrasia, de nuestra infinita locura que sentimos los argentinos por el arte y los deportes

Oigan, el fútbol me persigue, me ha hipnotizado con su reloj calculadora de oro, me eligió una de sus víctimas dilectas.

Ezequiel Acuña, un joven director de cine se me acercó y me dijo esto. "A vos, con la camiseta del Gremio, te saqué quinientas pelotas", haciendo referencia a que alguna vez compartimos un campo de juego.

La camiseta del Gremio la uso para dormir...

El cine y el fútbol me persiguen a donde vaya. Estoy follando desesperadamente, dejando mis pesadas gotas de sudor y el vapor de mi grasa que se derrite cuando la joven directora de cine me pregunta de qué cuadro sos, qué pensás de Racing o simplemente ¿viste la última de Viggo Mortensen?

Y yo no sé qué decir, en ese facking momento, y debo responder y el fútbol y el cine ingresan a mi vida en su máxima expresión de intimidad. En fin, a todo esto debo contar que me convertí en el actor fetiche del gran Edmundo Bejarano, ciudadano del mundo, que acaba de presentar Los Lemmings contratacan, donde comparto cartel con Fabián Casas y Viggo Mortensen.

¡Viggo Mortesen, un genio, el tipo más sencillo que conocí en mi vida! ¡Hincha de San Lorenzo! Imagino que no debe haber nada más lindo que ser hincha del Cuervo, campeón de América y prontamente del Mundo. Viggo, es un canto al hincha argentino.

¿Qué es un hincha? Un tipo que corre en contra del mundo, un troglodita romántico que ama a su club y no le importa que la sociedad lo mire cuando carga su bandera de derrota o de felicidad. ¿Y este loco a dónde va? Un tipo que sufre a rajatabla y se llena de felicidad como nadie. Un hincha un tipo que está con todos sus sentidos a mil, dispuesto a amar mas allá de la muerte.

Un hincha, la máxima expresión de amor del ser humano. Y qué parecidos que son los hinchas a los espectadores de cine. Y los actores tienen mucho de hinchas y viceversa.

El tipo que se sienta a ver una película, a ver un partido de fútbol, realiza el actor más hermoso de la tierra: encontrarse con uno mismo. El tipo que actúa, el que alienta a un equipo, el gran desconocido de las ciudades, pone el cuerpo por puro amor, corre detrás de un sueño, una historia, un relato.

A todo esto, ¿de qué cuadro será Raúl Perrone?