Bruno Altieri 9y

La enseñanza de Bobby Hurley y su banda

En 1991, el mundo del básquetbol recibió, en el mes de septiembre, la noticia que cambió para siempre la historia de este deporte. Las máximas estrellas del básquetbol estadounidense anunciaron que competirían juntas en los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, destruyendo la línea imaginaria que separaba, hasta ese entonces, la NBA del resto del mundo.

Magic Johnson, Larry Bird, Michael Jordan y compañía, con Chuck Daly como entrenador, decidieron unirse para dar el recital de sus vidas. Eran genios del básquetbol, pero para el mundo eran celebridades escapadas de una galaxia lejana. Estrellas de rock de musculosas y pantalones cortos que decidieron tomar unas vacaciones de relax en tierras ibéricas para llevarse, al final de la partida, una medalla de oro a sus casas.

Nunca un conjunto de deportistas recibió un apodo más justo que "el equipo de los sueños". El Dream Team, que luego sería reconocido como el verdadero Dream Team, un poco por la originalidad de aquel entonces y otro poco por la fragilidad de sus ediciones posteriores.

La NBA se había construido a partir de las estrellas y la constelación se mostraba, en ese entonces, tan única como irrepetible. Era tan grande la diferencia de estos genios con el resto de los jugadores que practicaban básquetbol, que pensar en una derrota era imposible. Los rivales no competían, les tomaban fotos en su propio banco de suplentes. Los entrenadores oponentes se reían y buscaban llevarse un recuerdo de la jornada, sin ánimo de pensar en una estrategia para acariciar un triunfo. No tenía sentido la competencia: era el choque de seres de carne y hueso contra deidades.

El básquetbol había entrado en una nueva etapa que empezaría con la sorpresa, continuaría con la reacción y finalizaría, una década después, con la evolución.

Sin embargo, en los albores de la década del '90, existió un grupo de jovencitos que logró fisurar a este equipo en su propia casa. Fue un partido que durante años permaneció en secreto, pero que se trató de la primera -y única- caída del equipo de los sueños.

Faltaban pocos días para que el Dream Team viaje hacia Europa cuando Daly y Mike Krzyzewski, en aquel entonces asistente del equipo nacional de Estados Unidos, organizaron un partido de entrenamiento en la ciudad de San Diego.

Los once jugadores que luego serían miembros del Salón de la Fama se enfrentaron a un grupo de ocho muchachos del básquetbol universitario: Penny Hardaway, Grant Hill, Chris Webber, Rodney Rogers, Jamal Mashburn, Allan Houston, Eric Montross y Bobby Hurley formaban el equipo de ensayo.

"Hurley era la llave. Un jugador inusual, un muchacho de seis pies sin condiciones atléticas diferenciales... había mucho de básquetbol callejero en Hurley. Tenía la mayor hablidad que podía tener un base, sobre todo esa que marca que puede ir al lugar que desea. Y aquella tarde, su deseo era atacar a Magic Johnson, quien lo defendió en la mayor parte del tiempo", recuerda Jack McMullan, periodista de Sports Illustrated.

Hurley, quien se había formado a las órdenes de Krzyzewski en Duke -recibió la invitación por parte de él para ser parte de este encuentro- y era hijo del legendario coach de NCAA Bob Hurley, condujo a su equipo de jóvenes desfachatados a vencer al Dream Team por 62-54.

"Sin dudas tenía un factor miedo. Pese a que estaba confiado por el momento que atravesaba, me parecía que eran demasiado buenos como para que siquiera pisase la cancha", dijo Hurley tiempo después.

Hurley había llegado a ese partido con la confianza por las nubes, tras obtener dos títulos universitarios consecutivos con la Universidad de Duke. La forma que tuvieron de ganar el partido fue curiosa, porque fue exactamente la misma que utilizó luego el Dream Team para aniquilar a sus rivales por un promedio de 43.8 puntos en Barcelona: correr en transición y apelar a la energía como alma máter de la victoria.

"Recuerdo a Chris Webber siendo muy, muy irrespetuoso deportivamente hablando. Tapando tiros, reboteando, corriendo la cancha y finalizando las jugadas con autoridad. Grant y Penny anotaron en transición, penetraron e hicieron jugadas desde el dribble. Rodney fue físico, podía correr la cancha como un base y tuvo volcadas de fantasía. Y Allan anotó varios triples. Todos jugamos realmente bien", agrega Hurley en una entrevista con Chris Mahr.

Daly finalizó aquel encuentro luego de un tiempo fuera pedido tras una pérdida de balón de su equipo. La mayoría de las estrellas NBA se fueron muy enojados aquella tarde. Daly preservó a Jordan y limitó sus minutos en el peor momento del Dream Team, casi como una estrategia para darle una lección al resto de los jugadores de su equipo. De la frustración nace también el aprendizaje. "Más allá del resultado, no hubo rencores de ningún tipo. Luego almorzamos y la pasamos genial", agrega Hurley.

En las prácticas siguientes, el equipo juvenil jamás tuvo chances de repetir la hazaña. Al entrenamiento siguiente perdieron por 30 puntos y esto se repitió en las tres prácticas que sucedieron a la segunda.

Los jugadores sobrenaturales habían devuelto el básquetbol a la normalidad.

DE LA PROMESA ESTELAR A LA TRAGEDIA

En el Draft de 1993, Hurley figuraba como una de las grandes promesas del básquetbol estadounidense. Atrás habían quedado los años de playground cuando siendo sólo un jovencito, en las canchas de Jersey City, N.J, siempre quedaba relegado por ser el más joven, el más pequeño, y el que menos talento aparentaba tener.

"La gente no me consideraba porque no parecía tener mucho", dijo alguna vez Hurley a la prensa.

Sin embargo, su esfuerzo, perseverancia y visión del juego le permitieron ganarle la pulseada a la plasticidad, velocidad y explosión física.

Los Sacramento Kings eligieron al base con el pick 7 y rápidamente se convirtió en foco de análisis de los especialistas. Se trataba de la pieza central para encarar la reconstrucción de la franquicia Habían pasado sólo meses de su llegada a la NBA cuando sucedió el hecho que cambiaría su vida para siempre: un accidente vial que le costaría su carrera deportiva y que lo obligaría a abandonar la práctica activa a la joven edad de 29 años.

Los Kings habían perdido una vez más en la noche de Sacramento y ya se estaba convirtiendo en costumbre en su nacimiento en la NBA. Hurley manejaba frustrado su camioneta Toyota rumbo a casa, procedente del Arco Arena. Por su mente sólo cruzaban imágenes del juego: un competidor extremo de su naturaleza, acostumbrado a ganar en sus años de formación, primero con St. Anthony's High School y luego con los Blue Devils, enfrentaba un momento tan difícil como desconocido en su vida deportiva.

Hurley se encontró manejando en una calle desolada, sin luces, y sin el cinturón de seguridad colocado. "Es un viento tan malo como pasajero", pensó Bobby y trató de relajarse. Sonrió. Pero, por desgracia, no fue así. El azar volcó todo lo positivo en negativo en cuestión de segundos. Fue en ese momento cuando ocurrió la colisión que cambiaría su vida para siempre.

UN ANTES Y UN DESPUÉS

Las sirenas de las ambulancias sonaban y Hurley se encontraba en el piso, atontado. No podía moverse y sentía tanto dolor que no podía identificar exactamente de dónde procedía el mismo. Gritaba por su novia, pensando, en la confusión, que ella había estado viajando con él. Pero se encontraba solo en el auto. El golpe había sido severo.

"Me considero bendecido", señaló Hurley a AP. "Revivo la situación a menudo. Todo se dio para que siga con vida. Estaba en un camino oscuro y por suerte un auto que estaba a 30 segundos de donde estaba yo pudo ver el choque y llamó a una ambulancia de inmediato. Tuve suerte que alguien pudo ayudarme", agregó.

El base de los Kings voló 30 metros a través del parabrisas antes de caer en una zanja. Tuvo colapsos en los pulmones, una lesión severa en la tráquea, una fractura en el hombro izquierdo, cinco costillas rotas, una fractura en la parte baja de la espalda, una lesión de ligamento cruzado en su rodilla derecha, fractura del peroné derecho y un esguince en la muñeca.

"Una de las personas que operó a Hurley dijo que un accidente así mata a 99 de 100 personas", recuerda Ian O'Connor, de ESPN New York.

El vehículo de Hurley fue impactado por la camioneta Buick de 1970 de Daniel Wieland, un pintor del área de Sacramento, quien tuvo sólo una fractura del femur y que fue encontrado envuelto en pintura gris luego de que las latas que traía su vehículo explotaran tras el impacto.

En la sala de emergencias del UC Davis Medical Center, el Dr. William Blaisdell estaba en funciones y trató sus lesiones a tiempo. Mike Batham, el conductor que había estado detrás de Hurley en el accidente, fue quien llamó a las ambulancias y quien, de algún modo, le salvó la vida. Su compañero de equipo Mike Peplowski también se encontraba cerca de la zona del impacto y se acercó a ayudar a Bobby en medio del caos.

Al día siguiente, un doctor se acercó a Hurley y le preguntó si podía mover las piernas. Cuando el armador de Sacramento logró mover los dedos del pie, sonrió. "Voy a poder volver a jugar al básquetbol", pensó.

Si bien no pudo volver a practicarlo por el resto de la temporada -y en su carrera jamás concretó lo que prometió alguna vez como talento- logró volver a las pistas al año siguiente producto de un esfuerzo tan desmedido como encomiable. "Jugué siempre con mucho fuego y pasión. Esa es la razón por la que fui un jugador promedio y conseguí muchas cosas, a pesar de todo lo que me sucedió", recuerda Hurley.

Luego del fatídico accidente, Hurley logró jugar cinco años más en la Liga. Ya en 1998, tras un paso intermitente en los Vancouver Grizzlies, su carrera dentro de las canchas conoció el final.

DEL OTRO LADO DE LA LÍNEA

Tras su salida prematura de la NBA, Hurley estaba devastado. "Destruido", recuerda a Dana O'Neil de ESPN. "No pude dejar el juego en mis propios términos y sentí mucha frustración por mi fracaso en la NBA".

Hurley se convirtió en propietario de caballos e incursionó en ese mundo por un tiempo. Pero estaba lejos de ser lo suyo. "De chico jugué en muchos lugares difíciles, como los torneos en los playgrounds", recuerda Hurley sobre sus días en Jersey City.

El vecindario en el que se había criado estaba a cinco minutos de la ciudad y estaba plagado de violencia, crimen y drogas. Sobrevivir ahí era difícil, pero su familia lo había fortalecido con una cuota de conducta y rigor fundamentales para lo que vendría después.

Por lo tanto, Hurley sintió que ahora no era momento de rendirse. Había pasado por muchas cosas como para bajar los brazos. En 2010, su hermano menor Dan le ofreció ser asistente técnico en Wagner y juntos alcanzaron el mejor récord de la historia de la escuela, con 25 triunfos en 31 presentaciones. "Me revitalizó", recuerda Hurley a ESPN. "Siempre seguí el juego. Siempre estuve involucrado, pero necesitaba una chance de refrescarme y sentir mi amor por el deporte nuevamente".

En 2012, los hermanos Hurley dirigieron en Rhode Island y en la actualidad, Bobby conduce en soledad los destinos del equipo masculino de la Universidad de Buffalo en la NCAA.

Mientras su camiseta número 11 duerme entre las celebridades históricas de la Universidad de Duke, Bobby Hurley disfruta de su segunda vida, que comenzó allá por 1993. "No me enojo si mis muchachos erran un buen tiro; quiero que sean agresivos. No me gusta la frialdad en el juego".

El corazón, la pasión y las ganas de conquistar lo imposible movilizan.
Eso es lo que queda después de todo.

Esa, en definitiva, es la enseñanza de Bobby Hurley.

FUENTES:

  • http://www.espn.com/new-york/nba/story/_/id/7582301/daniel-wieland-apologizes-nearly-killing-former-duke-blue-devils-sacramento-kings-player-bobby-hurley

  • http://community.seattletimes.nwsource.com/archive/?date=19940102&slug=1887804

  • http://www.espn.com/mens-college-basketball/story/_/id/9608143/bobby-hurley-forges-own-identity-head-coach-buffalo-bulls-men-college-basketball

  • http://www.cleveland.com/livingston/index.ssf/2014/03/buffalos_bobby_hurley_worked_h.html

  • http://www.ubspectrum.com/news/view.php/264716/A-New-Vision

  • http://www.espn.com/mens-college-basketball/story/_/id/9101359/buffalo-bulls-hire-former-duke-blue-devils-star-bobby-hurley-coach

  • http://www.lostlettermen.com/article/bobby-hurley-discusses-beating-dream-team-in-scrimmage

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