Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 9y

La ofensiva, el motor de Cowboys

DALLAS -- Los Cowboys salieron a hacer lo que se suponía deberían hacer: Ganar en Chicago para seguir bajo control de su propio destino.

Quizá se complicaron más de la cuenta por culpa de una defensiva de Dallas que es incapaz de defender a nadie; una unidad que jamás dejará vivir tranquilos a sus aficionados.

Pero con el espectáculo ofensivo de los Cowboys fue suficiente.

Bueno, para ser más precisos el espectáculo de DeMarco Murray, por tierra, por aire y bloqueando.

Y ese impresionante desempeño de Murray mucho, pero mucho tuvo que ver, con una línea ofensiva que volvió al nivel que ha mostrado durante la mayor parte de la temporada.

El centro Travis Frederick y el guardia derecho Zack Martin, las dos más recientes selecciones colegiales de primera ronda de los Cowboys, ofrecieron este jueves por la noche una cátedra de bloqueo en la victoria 41-28 sobre los Bears.

Hubieron muchos factores y la única duda será si los Cowboys hubieran podido salir adelante frente a unos Bears completos o al menos con ganas de jugar durante buena parte del partido.

Pero el desempeño de Murray y la línea ofensiva es para recordarse por mucho tiempo.

Llegó un punto en la primera mitad en que 22 de 25 jugadas ofensivas de los Cowboys habían sido para Murray, quien terminó con 228 yardas totales; 179 por carrera y 49 por recepción.

Acarreó 32 veces la bola para promedio de 5.6 yardas y cachó nueve pases en un partido que debió estar decidido temprano, mucho antes de que Orlando Scandrick tuviera que interceptar un pase en la zona de anotación, que bien pudo ser touchdown y que hubiera pueso a los Bears a otro touchdown del triunfo.

Pero los supuestos no existen en la NFL. Dallas hizo lo suficiente para alargar el invicto como visitante esta temporada a seis partidos; la última vez que perdieron fuera de casa fue precisamente en Chicago el año pasado.

Romo había prometido que este jueves se vería una mejor versión de su desempeño, después del patético juego que perdieron el Día de Acción de Gracias contra los Philadelphia Eagles. Y cumplió.

El quarterback méxico-americano completó 21 de pases para 205 yardas con tres touchdowns, incluidos dos al receptor Cole Beasley, para un índice de efectividad de 138 puntos.

El tercer pase de touchdown fue para otro suplente, el ala cerrada Gavin Escobar, que prueba el gran arsenal ofensiva que tienen. Podrán tener malos partidos, tres en lo que va de la temporada, contra San Francisco, Washington y Filadelfia, pero tienen un ataque que debe dar miedo.

Mucho tuvo que ver en la explosión ofensiva la segunda serie del segundo cuarto, cuando el entrenador Jason Garrett tuvo la confianza de jugársela dos veces en cuarta oportunidad, la última para touchdown de Murray.

Eso pocas veces se ve con Garrett, quien es un entrenador que sufre de manejo de tiempos y movimientos en su equipo. Por momentos demasiado conservador.

Para Garrett esta victoria selló su primera temporada ganadora como entrenador en jefe en la NFL, después de tres con marca 8-8.

Sin embargo, la defensiva deja mucho que desear otra vez. Más, si se recuerda que enfrentarán a los Eagles otra vez y a los Indianapolis Colts en semanas consecutivas.

La falta de presión al mariscal rival es evidente y de cobertura, peor.

Los Cowboys salieron sin captura de Jay Cutler, quien en los 12 juegos anteriores había sido derribado atrás de la línea de golpeo 29 veces.

El jugador más caro de los Cowboys, Brandon Carr, sufre una muy mala temporada y es incapaz de cubrir a nadie; tampoco tacklea. J.J. Wilcox está perdido en la cobertura de manera rutinaria.

Carr y Wilcox eclipsan la gran temporada que viven Barry Church y, en especial, Scandrick.

Será fácil imaginar qué hubiera sucedido si el mejor receptor de los Bears juega todo el partido. Brandon Marshall salió lastimado a principio del segundo cuarto, cuando ya sumaba 61 yardas en tres recepciones.

Sin Marshall, de cualquier manera Cutler pasó para 341 yardas y par de touchdowns; el ala cerrada ex Cowboys Martellus Bennett tuvo el mejor día de su carrera con 12 recepciones y Alshon Jeffrey logró 95 yardas.

Quizá fea, pero victoria al final, que va a calmar y motivar el rancho en Dallas unos días antes de que tengan que ir a Filadelfia el 14 de diciembre y después de concluir su tanda de tres partidos en 11 días.

Los Cowboys (9-4) tendrán casi 10 días para trabajar el juego contra los Eagles, luego de que en el primero parecían faltos de preparación.

Más importante, para tratar de conseguir el boleto a playoffs que tuvieron por última vez en el 2009.

Para pensar en lugar seguro en postemporada es probable que necesitarán 11 triunfos.

En cambio, los Bears (5-8) hace tiempo que seguro ya piensan en muchas cosas, menos en esta temporada.

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