Gonzalo Aguirregomezcorta 9y

Kobe sereno ante la historia

LOS ÁNGELES -- Se acerca el momento para que Kobe Bryant supere a Michael Jordan como el tercer máximo anotador de la historia de la NBA, sin embargo, el escolta de Los Angeles Lakers intenta mantenerse al margen de una circunstancia que se aproxima a un ritmo frenético. Qué son 31 puntos para el jugador que más unidades por partido está registrando esta campaña (25.5 ppj). ¿Un partido? ¿Dos a lo sumo? ¿Tres en un caso excepcional?

En la victoria 'in extemis' ante Sacramento Kings gestada el martes (98-95), la Mamba Negra alcanzó 32 puntos que sirvieron para que su equipo alcanzara el sexto triunfo de la temporada.

Prensa, compañeros de plantilla, rivales, entrenadore y amantes del básquetbol en general llevamos semanas hablando de lo que significa este logro para Bryant y para la historia de este deporte.

No obstante, atrás deben quedar las comparaciones entre la leyenda en activo y la leyenda retirada, los 'quién ha sido mejor, más efectivo, quién ha tenido más impacto, más anillos, jugado más años o fallado más lanzamientos'. Las eras son incomparables, y aunque ambos coincidieran en la liga - el uno en su ocaso y el otro en su eclosión- lo cierto es que la excelencia es el denominador común de estos dos grandes del baloncesto. Qué importa lo demás si cualquier conversación les incluye por igual.

Kobe permanece sereno ante el hecho de superar al que fue su rival. La claridad mental que atesora y su concentración en este momento tan difícil que vive su equipo le están poniendo a prueba por enésima vez. Competitivo por los cuatro costados, ganador nato, paradigma del sacrificio y la constancia,

Bryant no pierde el Norte, el Sur, el Este ni el Oeste, porque su prioridad es el conjunto, el equipo, y lo que llegue después es fruto irremediable de su periplo individual al máximo nivel durante 19 años.

"Un poquito, no mucho", respondió a ESPNDeportes sobre cuánto ocupa en su cabeza el hecho de superar a Jordan.

"Tenemos mucho trabajo que hacer con este equipo para ganar un juego. No tengo mucho tiempo para pensar en esto. Es un gran honor, pero al mismo tiempo tengo que pensar en el equipo para ganar el próximo juego", declaró con un español tan fluido como la manera en la que se reencontró consigo mismo este año, cuando en otra demostración de superación personal, regresó al máximo nivel tras sufrir dos de las lesiones más temidas por cualquier atleta.

En comunicación con Jordan

El lagunero reconoció tras el partido ante los Kings que en general se comunica a menudo con el ex jugador de los Chicago Bulls y Washington Wizards, el mismo que puso el listón demasiado alto, tanto que sólo podía ser superado por otro fuera de serie como es Bryant.

"No es una distracción para mí. Está llegando (el momento del récord), no es que sea algo que vaya a suceder o no. Me lo tomo como un progreso", confesó tras reconocer que el esfuerzo que está realizando durante esta temporada le tiene agotado.

Quiere estar sobre la duela el máximo tiempo posible, y su afán competitivo oscila entre la coherencia y la necesidad. Su presencia es capaz de resolver partidos como el de este martes, otra muestra más de su poderío, ése que le erigió como el máximo anotador de los Lakers por decimoctava ocasión esta temporada.

Sin embargo, Kobe apenas practica junto a sus compañeros porque ése es tiempo de recuperación para volver a darlo todo sobre la duela.

Ante los Kings estuvo jugó durante casi 36 minutos. Después de Darren Collison (38 minutos con 27 años de edad) fue el jugador que más tiempo participó en todo el encuentro. De hecho, su media esta temporada está siendo de 35.4 mpj; ningún jugador de los Lakers aúna más tiempo de juego que la Mamba Negra.

"No sé cómo aguantaré hasta el final de la temporada. Me lo tomo día a día. Hago terapia. Continúo estirando y salgo ahí a intentar hacerlo bien", apuntó con una sonrisa.

"Me duele. En el descanso (del juego ante Kings) me tumbé e intenté ponerme mentalmente en la situación de olvidarme de todo y salir a competir. El reconocimiento a mí mismo y de moverme en el tercer cuarto es cosa del cuerpo. Está todo en el sudor que pongo. Así es el viaje", agregó Kobe.

Su viaje es de ida y vuelta, de ascensos y descensos marcados por su constancia y la virtud de mejorarse a sí mismo.

Puede que sus mejores destinos los haya alcanzado en el pasado, que la disputa de un campeonato haya quedado confinado en recuerdos imborrables junto a compañeros envidiables. Pero ahí sigue Kobe, dispuesto a hundirse con el Titanic y a darlo todo para seguir demostrando que no le hace falta un traje salvavidas para seguir engordando el mito.

^ Al Inicio ^