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Las 10 lecciones que aprendimos de la Ronda de Comodines de la NFL

MÉXICO -- Concluyó la Ronda de Comodines de la postemporada de la NFL, y además de arrojarnos a los cuatro equipos que pasan a la Ronda Divisional --donde aguardan los Seattle Seahawks, New England Patriots, Denver Broncos y Green Bay Packers-- también sirvió para brindarnos algunos temas a discutir.

Aquí están las 10 lecciones que aprendimos de la Ronda de Comodines:

1. Tony Romo es "clutch". Es imborrable el recuerdo del yerro del mariscal de campo de los Cowboys intentando detener el ovoide para un gol de campo de Martin Gramatica de 19 yardas que le hubiera dado a Dallas un triunfo de postemporada en Seattle en enero del 2007. No obstante, el pasador que vimos hoy en el emparrillado del AT&T Stadium de Arlington está a años luz de ese episodio. Presionado toda la tarde por una incansable línea frontal de los Lions que lo capturó en seis ocasiones, Romo mantuvo a flote a su equipo y sumó, para variar, una serie ganadora más, departamento que lidera en la NFL desde el 2006 --año en que se convirtió en titular-- con 28. Guste o no a sus detractores, Romo ha demostrado una y otra vez que se puede contar con él cuando el juego está en el balance, y hoy le tocó brillar en playoffs rodeado de un equipo competente, algo que no siempre tuvo a su disposición.

2. Andy Dalton no lo es. Al otro lado de la balanza, se encuentra el pasador de los Bengals. Los números siempre ayudan a contar la historia, y así como se puede hablar de que Romo es el líder histórico de la NFL en índice de pasador en los cuartos periodos, también vale la pena resaltar que en cuatro partidos de playoffs en cuatro años como profesional, Dalton lleva marca de 0-4 y ha lanzado un pase de anotación contra ocho entregas de balón en esos juegos. Más allá de la fría radiografía estadística, queda claro que no se percibe esa confianza de que Dalton puede ponerse a su equipo al hombro cuando se encuentra en desventaja, bajo la presión del reloj. Abajo por 13-10 al entretiempo, los Bengals no consiguieron un primer intento hasta que faltaban 12 minutos por jugar en el cuarto periodo, y el marcador ya reflejaba un déficit de 26-10.

3. La precisión lo separa del resto. Por momentos, todos los elogios que rodean a Andrew Luck pueden parecer excesivos. Luego uno lo ve en acción y comprende perfectamente por qué se habla tan bien de él desde hace tanto tiempo. La precisión con que lanza, particularmente cuando está bajo presión, es algo verdaderamente extraordinario. No hubo mejor ejemplo este fin de semana que el envío de anotación para Donte Moncrief de 36 yardas, con Carlos Dunlap encima, hacia una ventana reducida entre dos defensivos y la línea de banda. Moncrief no necesitó hacer ajuste alguno hacia el ovoide, el cual trazó una parábola perfecta hacia sus manos.

4. Rival incómodo para New England. Para ser campeón en la NFL la exigencia es simplemente una: vencer al que se ponga enfrente. Sin embargo, imagino que a los Patriots les hubiera gustado otro rival en lugar de los Ravens, a quienes recibirán la siguiente semana en Gillete Stadium. John Harbaugh tiene marca de 2-1 dirigiendo a Baltimore ante los Patriots en Foxborough, mientras que en casa, los pupilos de Bill Belichick llevan marca de 11-1 en casa contra el resto de los rivales a los que han enfrentado, siendo los New York Jets de Rex Ryan los únicos que fueron capaces de escapar con un triunfo, (enero del 2011). Al ganar Baltimore en casa de sus rivales divisionales Pittsburgh Steelers, no solamente sellaron su pasaje para New England, sino que automática mandaron al ganador de la visita de los Bengals a Colts (eventualmente, Colts) a Denver. De haber ganado Pittsburgh, los Steelers hubieran viajado a jugar en el escaso aire de Denver contra los Broncos, y los Patriots estarían esperando a los Colts, una alternativa que se antoja --sobre el papel, al menos-- más favorable para New England y menos para Denver.

5. Ron Rivera compra tiempo. En el 2013, las voces que rumoraban un inminente despido de Ron Rivera en Carolina sonaban fuerte después de que los Panthers parecían estancados en una marca de 1-3 a principios del mes de octubre. Los Panthers se reagruparon y ganaron 12 de los siguientes 13, además de la corona de la NFC Sur, para convertir a Ron Rivera en el Entrenador del Año para The Associated Press. Este año, la cosa se puso más dramática. Los Panthers llegaron a estar 3-8-1 en el mes de diciembre, y a partido y medio tanto de los New Orleans Saints como los Atlanta Falcons en su sector. Entonces, Carolina hiló cuatro triunfos consecutivos para cerrar la campaña regular, incluyendo victorias sobre Saints y Falcons, y se colaron a postemporada. Ahora, después de vencer a los Arizona Cardinals con una actuación defensiva de alcances históricos --o mejor dicho, una actuación históricamente paupérrima de los Cards--, los Panthers han alcanzado la Ronda Divisional por primera vez desde el 2008, y primera bajo el mandato de Rivera. Suceda lo que suceda en su visita a Seattle, será difícil despedir al único entrenador en jefe que ha sido capaz de conseguir títulos consecutivos en la impredecible NFC Sur.

6. El mínimo indispensable. Creo firmemente que no se necesita a un mariscal de campo de élite para conquistar un Super Bowl, más allá de que siempre ayudará contar con uno, en caso de que sea posible. Sin embargo, también es cierto que se necesita un nivel mínimo de talento en la posición más importante sobre el campo para trascender en postemporada, sin importar lo que haya sucedido en temporada regular. Ya hablamos arriba del caso de Dalton: un partido bueno a secas hubiera sido suficiente, al menos, para mantener cerrado el juego hasta el final. Dalton no pudo con el paquete y lució opaco en el momento en que los Bengals más necesitaban su brillo. Arizona no se salva. Ryan Lindley entregó una de las peores actuaciones que recuerdo para un pasador de postemporada, y los Cardinals jamás tuvieron oportunidad real de ganar en Charlotte. No todos los mariscales de élite están presentes en la postemporada, ni todos los mariscales de campo presentes en la postemporada son de élite, pero hay un mínimo indispensable de talento que se requiere en la posición --antes que en cualquiera otra-- para ganar en los meses de enero. Bengals y Cardinals lo dejaron en evidencia.

7. El papel de los reservas. Los Ravens llegaron a su cita con los Steelers cargando con 19 jugadores en la lista de reservas lesionados. A Pittsburgh le hizo falta su segundo mejor jugador ofensivo. Ninguna de las 19 ausencias de Baltimore pesó lo que costó a los pupilos de Mike Tomlin no contar con Le'Veon Bell. Desde luego, Pittsburgh extrañó la producción ofensiva de Bell, quien terminó segundo en la temporada regular en yardas terrestres, con 1,361 yardas, además de su capacidad para sacar a Ben Roethlisberger de apuros como válvula de escape. Sin embargo, la ausencia de Bell se magnificó una vez que consideramos el desempeño del jugador fichado por Pittsburgh para reemplazarlo. Ben Tate llegó como adición de último minuto, y en su tercer acarreo de la noche --durante el primer avance ofensivo del juego-- sufrió un balón suelto que recuperó de milagro Antonio Brown. Después de eso, los Steelers solamente le confiaron que corriera el ovoide dos veces más en el resto del partido. Allí no paró la cosa. En el cuarto periodo, y con Pittsburgh abajo por un touchdown, Roethlisberger necesitó descargar, bajo presión, un pase a su válvula de escape, en este caso Tate. El corredor le puso las dos manos al ovoide pero fue incapaz de sujetarlo, desviándolo hacia las manos y piernas de Terrell Suggs, quien se quedó con la intercepción. En jugada subsecuente, Joe Flacco lanzó un pase de touchdown para Crockett Gilmore y quedó sentenciado el partido. La ausencia de Bell pesó no solamente por lo que se le extraño al corredor, sino por lo que terminó haciendo su sustituto.

8. Choque generacional. Uno de los tópicos que más atención generará este fin de semana, será el choque entre Peyton Manning y su ex equipo, los Colts, liderados por el mariscal de campo que él mismo recomendó para que tomara su lugar en Indianapolis. Manning y Luck se conocen desde hace mucho tiempo, e incluso sus respectivos padres, Archie Manning y Oliver Luck, fueron compañeros de equipo durante las campañas de 1982 y 1983 para los Houston Oilers. Los estilos de ambos pasadores difieren bastante, pero ambos están entre la crema y nata de la liga en la posición. Manning fue el principal responsable de convertir a los Colts en un invitado perpetuo a postemporada y después de un año para el olvido en que no jugó por la lesión en su cuello, dejó al equipo en manos de Luck para que continuara la tradición. Los Broncos despacharon a los Colts en Denver por 31-24 en la Semana 1 de la temporada regular, con Manning superando claramente a Luck en el rubro de lo individual. ¿Quién se queda con la revancha?

9. Rememorando el "Ice Bowl". Hablando de revanchas, la visita próxima de los Cowboys a los Packers es una que tardó casi medio siglo en cocinarse. Las anécdotas alrededor del famoso Ice Bowl son numerosas y memorables, incluyendo la más famosa: la de la jugada del triunfo. Con 16 segundos por jugar y sin tiempos fuera, Bart Starr --con aprobación de Vince Lombardi-- mandó un acarreo de Chuck Mercein por el centro detrás de los bloqueos de Ken Bowman y Jerry Kramer, con el objetivo de ganar el partido en lugar de intentar un gol de campo para empatar y enviarlo al tiempo suplementario. Una vez formados en la línea de golpeo, y sin que sus compañeros lo supieran, Starr cambió de opinión, y al recibir el ovoide de Bowman, tomó la iniciativa de buscar el touchdown por él mismo en un "quarterback sneak". Bowman y Kramer consiguieron desplazar al tackle defensivo Jethro Pugh de los Cowboys lo suficiente para conseguir el legendario touchdown, y por segundo año consecutivo, los Packers se coronaron campeones de la NFL en la última jugada sobre Dallas. ¿Cuántas anécdotas nos dejará el siguiente enfrentamiento de postemporada entre Cowboys y Packers en Lambeau?

10. No hace falta la ampliación. El final del partido entre Detroit y Dallas fue emocionante, pero si somos irreductiblemente francos, el nivel mostrado en términos generales durante la Ronda de Comodines no fue precisamente el mejor en esta ocasión. Esa debe ser razón suficiente para que la NFL ponga pausa a sus planes de expansión de playoffs a 14 equipos. Dudo que la inclusión de equipos como los San Diego Chargers, Kansas City Chiefs o Houston Texans en la AFC, o los Philadelphia Eagles en el la NFC, hubiera levantado significativamente la calidad de lo mostrado hoy. Comprendo que dos partidos adicionales al año equivalen a una mayor ganancia para la liga, pero a veces hay que decir "basta". En este caso, 12 clubes son suficientes para captar nuestra atención en la postemporada.