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Historias mínimas

Como es habitual, en ESPNtenis.com repasamos las historias paralelas de la semana tenística. Detalles, curiosidades, frases destacadas y todo el color del circuito.

Premio a la perseverancia
Jarmila Gajdosova fue 25 del mundo cuatro años atrás. Dos títulos en 12 meses y segunda semana de Roland Garros y Wimbledon secundaban su crecimiento. Pero desde entonces, su lugar en el circuito iría retrocediendo hasta desaparecer del mapa en 2013. Esta semana, en Sídney, la curva del retorno la devolvió a su mejor forma. Y en el primer día en Melbourne rompió una maldición de nueve años: primer triunfo en el Grand Slam de su país.

El problema no era estrictamente tenístico. "Llegaba a los torneos y aparecían los dolores, pequeños calambres en el cuerpo. Si practicaba más de media hora me sentía exhausta", contaba la australiana tiempo atrás. En abril de aquel año, tras una serie de caídas que la hundieron en el puesto 200, Gajdosova requirió atención médica. El diagnóstico: mononucleosis.

"No sabía si volvería a jugar. El doctor me dijo que no me podía prometer nada. Que solo el tiempo diría si tendría la capacidad para volver a competir a este nivel. Los primeros días traté de seguir como si nada hasta que ya literalmente no me podía levantar de la cama".

Desde entonces, un lento camino de vuelta: "Tuve que empezar de nuevo, de un grado cero. Necesité reaprender a hacer muchas cosas básicas". Su jornada de entrenamiento, en aquellos primeros intentos, era de solo 20 minutos. Cada semana se irían agregando cinco más.

Lejos del circuito, Gajdosova nunca sacó al tenis de su cabeza. Comenzó a entrenar a algunos juniors en un club de Dallas, donde reside, y viajó a colaborar en distintos torneos locales. "Amo el tenis, lo disfruto. Si me hubiera tenido que retirar, estaba lista para seguir ligada de otra manera". De semejante involucramiento, una evidencia: "En un partido no me pude controlar y me dieron un warning por coaching. Encima todos los jueces me conocían. 'Vamos, Jarka, sabes que no puedes hacer eso', me decían. No era muy sutil... Pero eso me mantuvo en el juego".

Ya de regreso en Sídney, Gajdosova se anotó victorias sobre Andrea Petkovic y Dominika Cibulkova, quedando cada vez más cerca de regresar al Top 50. "Hoy me siento una nueva persona. Todavía sigo con una rutina de control médico, una dieta vitamínica, un tiempo designado de descanso. Si no me preocupo por esas cosas, el problema puede volver. Pero es la primera vez en tres años que me siento físicamente en forma y que estoy jugando como quiero".

No hay que festejar antes de tiempo
Primera ronda de Auckland, set iguales. Los Bryan lideran 9-8 el supertiebreak ante Andre Begemann y Robin Haase. Saca el holandés, la devolución lo obliga a exigirse en la derecha y el golpe cruzado parece quedar ancho. Bob y Mike sueltan el grito de festejo, meten salto y pecho en el aire y esperan en la red a sus rivales. Pero algo pasa... Begemann y Haase miran a distancia, caminan extrañados y desvían su recorrido a las sillas. Los hermanos no entienden: la bola fue cantada buena. El partido sigue.

Luego de unos segundos de desconcierto y el reclamo airado de los estadounidenses, el desempate se reanuda. Pero el daño estaba hecho: los Byran ya no volverían a ganar un punto. Dos pelotas después de haber celebrado el triunfo, les llegaba la derrota.

"En nuestra cabeza el partido ya había terminado", contó Bob post partido. "Es la primera vez que nos pasa algo así. Hemos tenido peores fallos en nuestras carreras, pero dado el contexto este fue particularmente desafortunado".

Mike dirigió su bronca contra el umpire, que no revirtió la decisión inicial de la jueza de línea: "Creo que los jueces están acostumbrados a recostarse demasiado en el ojo de halcón y hoy apenas ofician de supervisores. Esperó demasiado para decirnos si la bola había sido buena o mala. Pensó, dudó. Y si necesitas tantas vueltas para eso, entonces estás en una posición complicada...".

"Obviamente los dioses no querían que estuviéramos en Auckland. Veremos si en Melbourne tenemos mejor suerte", cerró Mike.

Elige tu propio calendario
La rápida salida de los Bryan fue un duro golpe para la organización del certamen, que había anunciado su presencia con bombos y platillos. Pero si de desencantos se trata, en Auckland ya habían tenido bastante con el cuadro de singles... "Es la mejor convocatoria que logramos en mucho tiempo. No sé cuándo Nueva Zelanda va a volver a ver algo así", se entusiasmaba en la previa el director del torneo, Karl Budge. En cuestión de días, todo se derrumbó.

David Ferrer, Ernests Gulbis, Roberto Bautista Agut, Kevin Anderson, Tommy Robredo, Gael Monfils y John Isner lideraban una potente lista inicial, con siete Top 20. Días antes del sorteo, Monfils se bajó por razones personales e Isner acusó fatiga tras la Copa Hopman. Ya con el cuadro armado, Ferrer prefirió cuidar físico luego del título en Doha. Tres de siete, tachados.

Habría más: al ser el quinto preclasificado, Robredo heredó el lugar de Ferrer en la parte alta del cuadro. Horas antes del debut, también se bajó. De aquella nómina soñada quedaban Bautista, Gulbis y Anderson. El español solo estuvo 11 games en cancha, antes de abandonar ante Dominic Thiem. Y Gulbis también se fue en el estreno, crítico con su nivel.

"Necesitamos hacer algo con esto, no podemos seguir perdiendo jerarquía en las semanas previas a los Grand Slams", explotó Budge en declaraciones que recoge el portal local Stuff. Y propuso un cambio de raíz: que esos torneos que anteceden a un Major se disputen de jueves a miércoles. "Eso les daría un mínimo de cinco días para recuperarse", argumentó.

En Melbourne, Budge se reunirá con directivos de Tennis Australia, buscando apoyo de los torneos de Sídney y Hobart, que junto a Auckland completan el recorrido inmediato que antecede al primer Grand Slam del año. ¿Tendrá efecto a mediano plazo la propuesta? La empresa parece difícil...

El rival menos deseado de Federer
La lista de marcas, interminable. Las recientes 1.000 victorias en ATP, títulos en cada temporada durante 15 años seguidos, 17 coronas en Grand Slam, 23 en Masters 1000 y 83 en total. Una verdadera leyenda. ¿Existe alguien contra quién le moleste jugar? Sí. ¿Novak Djokovic? No. ¿Rafael Nadal? Lejos. Ni más ni menos que su propia mujer: Mirka Vavrinec.

El suizo, en la presentación de la exhibición con Lleyton Hewitt en Sídney, marcó en un tono distendido y de broma que no se siente cómodo al golpear la pelotita con su esposa (N°76 de WTA en 2001, un año antes de su retiro) del otro lado de la red. "Tiene un juego muy rítmico; y yo no tanto", señaló el N°2 del mundo en declaraciones reproducidas por el portal news.com.au.

Federer, competitivo hasta en sus momentos de ocio, entonces aclaró que prefiere soltar su raqueta durante esas semanas de descanso y dedicarse plenamente a su numerosa familia. "Trato de evitar jugar al tenis [con Mirka] en mis vacaciones porque no quiero ese tipo de desafíos cuando estamos relajándonos", finalizó, entre risas.

Djokovic, el "actor aussie"
El hombre de las mil caras. Imitaciones y buen humor, características bien latentes del número uno del mundo. Los 365 días del año, esté donde esté. Y no hubo excepción en la presentación del documental "Made by", que muestra el recorrido de su vida desde la guerra en Serbia a su número uno del mundo. Sin tapujos y con creatividad, Novak Djokovic intentó comunicarse en un inglés con un claro acento australiano para romper el hielo.

"G'day mate, how ya' goin?", abrió Djokovic su contacto con el Daily Mail Australia. Su tono serio, empujado del porqué de esta reunión, mantuvo expectante a los periodistas pese a la llamativa manera de hablar del serbio. "Good on ya, fair dinkum, knackers!", completó. Y se echó a reír a carcajadas. Luego, sí la seriedad y el real motivo de la entrevista.

Djokovic contó en detalle algunos de los pases que se pueden ver en el documental, con un sentido repaso por su pasado en Serbia en la década del '90 durante el punto más fuerte de la Guerra de los Balcanes. "Muestra todas las circunstancias y obstáculos que tuve que superar para poder convertirme en el mejor tenista del mundo", marcó el jugador, convocado para esta mini-serie por una importante bodega australiana que ya había hecho algo similar con el estadounidense Andre Agassi.

"Hay algo bien profundo [en el documental], algo de inspiración que moverá a la personas que siguen el deporte. La mayoría de la gente me ve ahora por lo que soy, pero no muchos conocen mi particular historia. Hay un montón de cosas para saber. Obviamente que la idea es de generar entusiasmo a otros para que sean atletas profesionales", resaltó el ganador de siete Grand Slam.

Aunque no quieran...
En 2014 ganó el torneo partiendo desde la clasificación y siendo la 107ª del mundo. En 2015 volvió como la N°37 de la WTA, pero se quedó sin ingreso directo al cuadro por cinco lugares. Para la organización de Sídney, este contexto no fue suficiente para otorgarle un wild card a Tsvetana Pironkova y la búlgara debió pasar nuevamente por la fase previa. Las invitaciones, finalmente, irían para dos jugadoras australianas.

"Pensé que me iban a dar un wild card. Lo pedí y esperaba que lo hicieran, pero no pasó. Me decepcionó un poco, la verdad. Bueno, un poco no. Mucho. Pero ya es algo del pasado", remarcó Pironkova en Sídney.

"Las semanas previas todos me decían que no me preocupara, que me lo iban a dar. Pero yo ya presentía que no iba a pasar. Cuando se confirmó, todo mi entorno quedó un poco en shock. Y al llegar aquí todos me preguntaron cómo podía ser que no me hubieran invitado. La verdad, es una pregunta que deberían hacerle a la organización, no a mí...", añadió la jugadora.

Con todo, Pironkova ganó sus tres duelos de qualy y volvió a hacer ruido en el cuadro principal, escalando hasta las semifinales y cayendo con la eventual campeona, Petra Kvitova: "Cuando llegué al torneo cambié el enfoque. Me dije: 'Las cosas son como son, ve y juega. Simplemente entra a la cancha a jugar al tenis y olvídate de lo que está pasando'. No esperaba llegar de nuevo tan lejos". "Tal vez haber jugado la clasificación me sirvió para ir tomando ritmo", remató medio en broma, medio en serio.