Carlos Nava, Escritor ESPN Digital 9y

Seattle debe agradecerle a Packers

SEATTLE - Los Seattle Seahawks son el primer campeón de la NFL que repetirá en el Super Bowl desde 2004.

Y cuando hagan su lista de agradecimientos por el bicampeonato de la Conferencia Nacional, deberán mencionar al menos en repetidas ocasiones a los Green Bay Packers.

Los Seahawks remontaron una desventaja de 16 puntos en la segunda mitad para vencer a los Packers 28-22 en su CenturyLink Field, este domingo.

Pero es probable que este partido sea más recordado por la manera en que Green Bay dejó escapar una victoria de manera muy poco probable, que por la remontada histórica de los Seahawks.

Por ejemplo, los Packers tuvieron cinco veces la pelota dentro de la yarda 20 de los Seahawks en la primera mitad y sólo consiguieron esos magros 16 puntos, incluidas tres ocasiones en zona de gol para apenas anotar dos goles de campo de Mason Crosby.

En ese primer cuarto de pesadilla para su causa, los actuales bicampeones de la Nacional ni siquiera movieron las cadenas una sóla vez; cero primeros y 10.

El único touchdown de los Packers en los primeros 15 minutos de juego, cuando tuvieron a los anfitriones contra la lona, fue un pase de touchdown del quarterback Aaron Rodgers a Randall Cobb para el 13-0 momentaneo.

Los Seahawks terminaron la primera mitad con apenas un pase completo de Wilson cuando ya tenía tres intercepciones para una ganancia de 14 yardas.

"Estuvo feo el principio del partido ¿Verdad?", bromeó Russell Wilson en conferencia de prensa, aún con señales claras de las lágrimas que derramó al final. "Pero pudimos hacer las jugadas al final porque seguimos creyendo en nosotros. Nunca dudamos, nunca dudamos como equipo".

Pero habrá que darle crédito al cuerpo de entrenadores encabezados por Pete Carroll, quien supo ir al vestidor, reagrupar y, sobre todo, ajustar.

Wilson tampoco estuvo en su mejor día en la parte complementaria. Pero con la "bestialidad" del corredor Marshaw Lynch, quien logró 120 de sus 157 yardas en los últimos dos cuartos, alcanzó a reponer la tarde.

El quarterback de Seattle pasó para 195 yardas en la segunda mitad a cambio de una intercepción y su único envío de touchdown, el del campeonato de la conferencia, ante una muy complaciente actitud de los Packers.

"Ni siquiera puedo explicarlo", dijo el esquinero de los Seahawks Byron Maxwell en referencia a la voltereta del juego en la segunda mitad. "Tiene que haber sido Dios. Ahora tenemos uno más que ganar. Y vamos a hacerlo".

Green Bay jamás pensó que este partido se fuera de las manos y menos con 15 puntos en los últimos 44 segundos que mandaron a tiempo extra, después de que habían contenido a Seattle en siete puntos en casi 50 minutos de juego.

El entrenador McCarthy y su coordinador defensivo, Dom Capers, fueron demasiado conservadores y ejemplos sobran.

Quizá el jugador número 12, los aficionados, que con 68 mil 438 implantó récord de asistencia en una lluviosa tarde en Seattle, tuvo mucho que ver.

La presión atrapó a muchos de los Packers y tal vez el ala cerrada Brandon Bostik fue la prueba mayor.

Soltó de las manos el balón en la patada corta, a fin del último cuarto, que pudo sellas el triunfo de Green Bay y el boleto al Super Bowl, pero que se convirtió en posesión de los Seahawks que llevaron a la zona final antes de que se fueran al quinto periodo.

"Tuvimos nuestras oportunidades", dijo el receptor de los Packers Jordy Nelson. "La defensiva jugó grandiosa, simplemente no anotamos suficientes puntos cuando pudimos hacerlo".

"Tuvimos demasiadas oportunidades para hacer jugadas al final y no lo hicimos".

Seattle ganó su octavo partido consecutivo; la remontada de este domingo demuestra que son un equipo con más experiencia y madurez que el coronado el año pasado en New York.

Nelson recibió 71 de las 178 yardas que pasó Rodgers, quien pasó un touchdown y dos intercepciones; sólo fue capturado una vez, a pesar de que de nueva cuenta sus molestias en la pantorrilla derecha eran más que evidentes.

"Esta será una oportunidad perdida que probablemente recordaré el resto de mi carrera", reconoció Rogers. "Fuimos el mejor equipo hoy. Jugamos lo suficientemente bien para ganar hoy".

"No podemos culpar a nadie, más que a nosotros mismo".

El triunfo de los Seahawks demuestra que están listos para intentar revalidar su título con gran futbol americano y en especial, con el corazón más grande que toda una ciudad que en este momento come, vive, respira y sueña con retener el Trofeo Vince Lombardi un año más.

"Ganar es ganar, sea como sea", dijo el esquinero Byron Maxwell. "Es un gran sentimiento, es un sentimiento adictivo. Cuando sacas un partido en el último segundo como este, que además te manda al Super Bowl, ni siquiera hay palabras que puedan describirlo.

"Tuvo que ser Dios", agregó Maxwell.

^ Al Inicio ^