Víctor Macín Serrano 9y

Sergio Pérez presenta el Force India al estilo inglés en Ciudad de México

MÉXICO -- Seis de la mañana en la Ciudad de México. El tránsito es fiel testimonio de que esta urbe, una de las más pobladas del mundo, amanece bien temprano para comenzar un día lleno de trabajo, escuela, tránsito, turistas que no quieren perder un minuto en el hotel, más tránsito (sin importar la hora).

La zona de Polanco es conflictiva. Numerosas oficinas tienen sede ahí y aunque muchos transeúntes y automovilistas no lo saben, en el museo Soumaya -que se encuentra apropiadamente en el Boulevard Miguel de Cervantes Saavedra 303- se prepara un evento inédito en la historia del automovilismo mexicano.

La fila para entrar ya es larga y apenas son las siete de la mañana. Pero los organizadores fueron muy específicos en que, tanto medios como invitados, llegasen lo antes posible; más bien fue una especie de advertencia con la cual tácitamente invitaban a hacer la fila apenas el sol alumbrara la metrópoli. Y la razón para dicha actitud, es que los organizadores mexicanos no querían quedar mal con los ingleses.

Los británicos se caracterizan por su satírico sentido del humor, proferido por un elegante acento, y, tienen la buena costumbre de ser puntuales. Los mexicanos también podemos tener un negro sentido del humor, y nuestro acento quizá no sea pomposo pero cabe subrayar que nosotros no inventamos el idioma que hablamos, así que nuestro español ha sido también producto del mestizaje. Sin embargo, definitivamente no compartimos la puntualidad. Hoy se vivirá la excepción que confirma la regla. Lean y sorpréndanse.

Entregaron un itinerario, como en otras incontables ocasiones a los representantes de los medios les entregan itinerarios, pero que nadie toma en serio porque jamás se cumple con las horas convenidas. A las nueve de la mañana estaba marcado el inicio de la presentación del monoplaza VMJ08, con el cual el piloto mexicano, Sergio Pérez, competirá en la temporada 2015; el quinto año en la F-1 para el tapatío. A las 8:40 am, el blanco y bien distribuido vestíbulo del Museo estaba repleto de gente ocupada en sus propios asuntos: hacer 'lobbying' (una palabra muy inglesa), preparar las cámaras -al menos conté 25- más 'lobbying' y sonrisas, y mover manos o pies, o, manos y pies ansiosamente y hacer como que se busca a alguien porque, parafraseando a Diógenes, cuando uno ve que todos hacen algo, sería estúpido hacer nada.

El escenario estaba dispuesto con una enorme pantalla por encima de la plataforma donde ya estaba el vehículo, pero por supuesto cubierto con una manta negra. A un lado del coche montaron la escultura de 'El Pensador', del artista parisino, Auguste Rodin. La postura del hombre de bronce era una alegoría de la actitud de varios de los presentes.

Con el volumen altísimo, la pantalla se apoderó del espacio y silenció a los presentes. En la enorme pantalla un video acentuaba el hecho que ya estaba ocurriendo; que empezó a ocurrir desde que el sol iluminó la ciudad: un F-1 sería presentado por primera vez en México, y si no mal recuerdo, en Latinoamérica (bienvenidas las correcciones si incurro en el error).

Eran las 8:59. Ya nada saldría mal, porque lo que bien empieza, bien acaba. La presentadora tomó el micrófono a las nueve de la mañana y con un inglés cuya acentuación distaba de la entonación londinense, pero entendiblemente mexicano, comenzó el oficialmente el 'show'. Y es que tenía que ser en el idioma inventado por los anglosajones, porque estaba siendo transmitido en vivo para Europa y el resto del mundo (y es por eso que también fue tan temprano).

Introdujeron a las personas que ponen el dinero y otros recursos para hacer estas cosas posibles: Carlos Slim Domit, principal patrocinador del equipo quien recalcó el hecho de que, 12 años después de fundar Escudería Telmex, se estuviese presentando en México un auto de F-1. Continúo Alejandro Soberón, CEO de CIE quien volvió a confirmar el compromiso de la compañía de espectáculos con la organización del Gran Premio de México, pactado para el primero de noviembre. Fue el turno de un hombre de peso, Vijay Mallya, el jefe de 'Checo', quien inició su intervención saludando a Slim: "My dear friend, Carlos", y como no va a ser su 'querido amigo', después de más de 30 millones de dólares. Con voz ahogada y su acento indio (alguna vez India fue colonia inglesa) compartió sus dos previas experiencias en México: una en los Cabos y otra en Guadalajara, "después de la insistencia de Checo", dijo Mallya, un hombre de 59 años quien vestía un sobrio traje gris, con un pañuelo rojo en el bolsillo del saco, camisa blanca y una pequeña coleta bien peinada.

Llegó el turno para los políticos, quienes en cada evento reafirman aquella máxima: "el que se mueva, no sale en la foto". Francisco Max Peña representó a la Secretaría de Turismo del Gobierno Federal, y el doctor Miguel Ángel Mancera en representación de su gobierno local.

Mancera informó que los trabajos en el Autódromo Hermanos Rodríguez van a un 50% y se espera que el resto quede terminado en el mes de agosto. FIA exige que las instalaciones donde se llevará a cabo un Gran Premio, estén listas con dos meses de anticipación a la fecha convenida; si es agosto, entonces seremos ¡puntuales!

Después de los hombres de pantalón largo, fue el turno para... los otros hombres de pantalón largo pero que terminan sucios: Sergio Pérez y Nico Hulkenberg. Y como dicta la tradición, fueron los encargados de desvelar el auto. No sin antes unas emotivas palabras de 'Checo': "Un sentimiento increíble para mí. Estoy acostumbrado a presentar coches en Europa, pero esta vez lo hago cerca de mi familia y mi gente".

Y a las nueve con 28 minutos, Pérez y Hulkenberg comenzaron a destapar el VJM08. Un auto sobrio, pero elegante, se presentó ante las lentes de las cámaras y los ojos de los presentes. Color negro con matices en gris y naranja. Aunque el señor Mallya aseguró que eligieron estos tonos para que el coche se vea 'mean', agresivo... malo. Mientras que sea bueno en la pista que lo caractericen como sea.

Y después de muchos flashazos de los fotógrafos llegó el momento en el que aquel que se profiera como reportero, debe ser mañoso: El 'chacaleo'. Y si usted, lector, no sabe de lo que es, está bien, no es necesario entrar en detalles.

Una vez obtenida la información los protagonistas fueron dejando poco a poco el Museo, que como su propósito amerita, exhibió una pieza de ingeniería que los puristas del automovilismo dirán que es una obra de arte; una más entra las miles que se reparten en las seis salas del complejo dedicado a la memoria de la esposa del señor Slim Helú.

Todo fue exacto, a tiempo, puntual... inglés. 

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