Gregg Easterbrook 9y

Pats y Seahawks desafían el clima

BRISTOL -- Cuando llueve, los jugadores de béisbol corren hacia la casa club. El baloncesto se juega bajo techo. El volibol se juega bajo techo o en playas soleadas. El fútbol soccer, un deporte de verano, por lo general no se juega en invierno. El hockey sobre hielo casi siempre se juega en un estadio cerrado.

Entre los deportes de equipo más importante, el fútbol americano es el único que se juega en todas las condiciones. Desde una humedad sofocante hasta un frío congelante, con lluvia, nieve y viento, el fútbol americano es un deporte que se ríe de los elementos, a menos que el equipo juegue en un domo, desde luego. "De caliente a frío" es un lema en el fútbol americano desde hace mucho tiempo, lo que significa que los equipos comienzan a entrenar en el calor de agosto y siguen jugando con los gélidos vientos de enero.

A medida que la brisa de verano en la primera parte de la temporada cede a la belleza del otoño y luego al mal clima del invierno, los equipos de la NFL que quedan de pie son aquellos que pueden lidiar con el clima. Las Finales de Conferencia del fin de semana pasado lo demostraron. En la lluvia y con ráfagas de viento en New England, los Indianapolis Colts que están acostumbrados a jugar bajo techo, fueron apaleados por los Patriots. En la lluvia e incesante viento de Seattle, los Green Bay Packers acostumbrados al frío, cayeron en un partido cerrado ante unos Seahawks acostumbrados a jugar bajo lluvia.

Las condiciones del clima provocaron una extraña primera mitad en Seattle, donde Aaron Rodgers y Russell Wilson, quienes llegaron al partido con seis intercepciones totales en postemporada, lanzaron cinco intercepciones en una mitad. Ambos equipos dejaron caer pases ya que los receptores no podían sujetar el balón. Una intercepción de Wilson pareció que sería un largo pase completo cuando lanzó el balón, después apareció una ráfaga de viento. Rodgers lanzó una intercepción en una jugada que comenzó justo en el momento en que la lluvia aumentó considerablemente. Ambos mariscales de campo tuvieron problemas lanzando el balón limpiamente y fallaron en encontrar a receptores que estaban desmarcados. La segunda mitad vio cuatro pases dejados caer, una intercepción dejada caer, por parte de Green Bay y un balón que no pudo ser asegurado en una patada corta. Las condiciones del partido pasaron por lluvia luego sol, después lluvia luego sol, después lluvia fuerte y luego fuerte viento para terminar en calma.

Cuando la fortuna del clima favoreció a Green Bay en la primera mitad --ayudando a los Packers a cuatro entregas de balón de Seattle y una ventaja 16-0 al medio tiempo-- los visitantes parecían crecer en confianza y no consideraron que la fortuna del clima podría cambiarse al lado del Seattle más tarde. La incesante lluvia y el viento llegaron cuando comenzó la feroz remontada de los Seahawks.

En New England, la lluvia fue factor en cinco pases dejados caer en la primera mitad, una recepción libre que no se pudo asegurar y un gol de campo desviado por el viento. Los Patriots ganaron de manera tan contundente que el clima fue irrelevante al final. Si este hubiese sido un partido de preparatoria, se habría terminado al inicio del último cuarto.

Sin embargo en la primera mitad, cuando el partido estaba cerrado, Indianapolis parecía totalmente desconcertado de estar jugando en la lluvia y el viento en lugar de hacerlo en condiciones ideales, como están acostumbrados los Colts. Los Patriots tienen ocho victorias de postemporada consecutivas en su estadio cuando el equipo visitante está acostumbrado a jugar en domo o en un clima cálido, incluyendo una racha 4-0 recibiendo a Indianapolis en playoffs, los Tennessee Titans y Oakland Raiders también han perdido con New England en enero, pero esos equipos no son ajenos al clima frío.

En una temporada en la que se han explotado más las jugadas de pase y se ha restado importancia al ataque terrestre --ningún corredor fue elegido en la primera ronda del draft del 2014, y esta temporada, hubo 23 receptores con al menos 1,000 yardas pero sólo 13 corredores de 1,000 yardas-- los días de lluvia nos recuerdan que entregarle el balón al corredor no es algo obsoleto. New England superó por tierra a Indianapolis por 94 yardas. Seattle superó a Green Bay por 59 yardas. Cuando el clima es malo, es mejor que seas capaz de correr con el balón.

Ahora, Seattle y New England avanzaron al Super Bowl en Arizona, donde jugarán en condiciones ideales.

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