Jordi Blanco | Corresponsal 9y

Caicedo, la sensación del Espanyol

BARCELONA -- Futbolista que enamoró a media Europa cuando pertenecía al Levante, Felipe Caicedo era una pieza que seguía el Espanyol desde el mismo momento en que se descubrió su fracaso en Moscú. Seducido por el dinero ruso, el ecuatoriano se marchó en 2011 al Lokomotiv, harto de dar tumbos y dispuesto a, por lo menos, llenar sus bolsillos sin caer en la cuenta de que su apuesta le devolvería a la invisibilidad.

Cerca de cuatro años después recupera sus mejores sensaciones en un Espanyol que ha descubierto en él a un delantero tan poderoso como seductor, que se entiende a las mil maravillas con Sergio García, que vive obsesionado con la portería rival y que no duda a la hora de trabajar en la ayuda a los centrocampistas.

"Despierta dudas y es lógico porque sus últimos años no han sido los mejores, pero la gente se sorprenderá con él. Démosle tiempo y nos devolverá alegrías", apuntó a finales de agosto un integrante del cuerpo técnico del Espanyol, que en noviembre, cuando Caicedo apenas llevaba un gol en diez partidos, mantenía el discurso paciente. El tiempo, parece, le ha dado la razón.

Si en los primeros once partidos de blanquiazul el delantero ecuatoriano apenas marcó un gol, en los nueve últimos ha anotado siete. Abrió las ajustadas victorias frente a Levante y Granada, volteó con un doblete la eliminatoria de Copa con el Valencia, marcó el gol del triunfo al Celta y abrió la ilusionante victoria copera ante el Sevilla. Y en Cornellá la duda ha dejado paso al enamoramiento de una hinchada entregada a su nuevo crack.

Trasladar de la Copa a la Liga esa pasión que se respira en el Espanyol es el objetivo de Sergio González, quien apuntó la importancia del partido de este domingo ante un Almería, que habiendo perdido siete de sus últimos diez partidos de Liga se ha derrumbado hasta la penúltima posición, ha cambiado de entrenador y ha convertido cada encuentro en un drama.

Getafe y Córdoba, que acompañan al equipo rojiblanco en la lucha por la supervivencia, serán los dos próximos rivales a los que se enfrente el Almería, en cuyo seno se adivina el partido de Cornellá como el peor escenario, a la vista del remonte de juego y resultados que ha disfrutado el grupo blanquiazul.

Entre todos los condicionantes, Caicedo alumbra con luz propia, quien con el Levante ya le marcó en febrero de 2011 un gol que significó la derrota del Almería, en pleno derrumbe del equipo hacia el descenso que al final de aquella temporada sufrió.

Aquellos eran los días más felices del delantero ecuatoriano, que mantenía todavía una pequeña esperanza de que el Manchester City, club que tenía sus derechos, se decidiera a darle otra oportunidad en Eastlands, pero al acabar el curso el club inglés le dio la baja y el Lokomotiv de Moscú le ató con una propuesta mareante: 30 millones de euros repartidos en cuatro años de contrato.

Para un jugador que había aterrizado en Europa en la fría Basilea y que había ido dando tumbos por Manchester, Lisboa, Málaga y Valencia, la oferta rusa era irrechazable, por mucho que deportivamente fuera menos apetecible que la del Levante, la del Sevilla o la del Espanyol, cuya secretaría técnica ya tenía sus ojos fijados en él.

"Él quería venir... Pero entendimos rápido que lo que le ofrecía el Lokomotiv estaba fuera de cualquier discusión", admite hoy una fuente del club periquito, aseverando que se le volvió a seguir en cuanto a finales de 2013 rescindió su contrato con el club ruso... Aunque entonces fueron los petrodólares del Al-Jazira los que se pusieron por medio.

"Es del Espanyol porque él quiso. Supongo que vio tanta insistencia durante tanto tiempo que le convenció que fuéramos el club que más había deseado su fichaje", resume este integrante de la entidad periquita, donde la felicidad por el crecimiento del delantero es absoluta.

Caicedo ha ocupado el lugar que un día no tan lejano fue de Osvaldo y antes del inolvidable Tamudo. La paciencia que se pidió para su integración se demostró válida y hoy el delantero ecuatoriano se ha convertido en la punta de lanza en las ilusiones de un Espanyol que aguarda al Almería pendiente del acierto de su nuevo héroe.

^ Al Inicio ^