BARCELONA -- Pep Guardiola abrió la puerta a su salida del Bayern al acabar esta temporada y la reacción a sus palabras rebotó desde Munich y hasta Barcelona, donde cualquier noticia relacionada con el entrenador catalán adquiere una repercusión absoluta. "He sido muy feliz entrenando al Bayern. Fue un sueño para mí", afirmó el técnico, hablando en pasado, en un encuentro con 300 aficionados del club germano. Y la alarma se multiplicó.
El contrato de Guardiola con el Bayern acaba en junio de 2016 y en los últimos meses se han repetido las especulaciones respecto a su continuidad más allá de esa fecha... Aunque nunca se había puesto en cuestión que pudiera abandonar el club antes de tiempo como ha ocurrido ahora.
"Habrá tiempo para hablar al acabar la temporada y hacer balance, pero no importa lo que suceda porque he sido muy feliz aquí", afirmó el entrenador, pocas horas después de que el presidente del club, Karl-Heinz Rummenigge, sorprendiera cambiando el discurso oficial del Bayern y señalando que "no hay prisa para hablar de su renovación", cuando apenas dos meses antes había proclamado su deseo de que Pep "siga muchos años en el club".
En Munich, en el entorno del Bayern, se contemplan las palabras de Guardiola como un pulso, considerándose que el catalán pretende imponer ciertas condiciones para seguir en el banquillo. En ese aspecto, circula el rumor de cierto desencanto de Pep por no tener el poder absoluto en lo que a la primera plantilla se refiere y en el control de los jugadores del segundo equipo y juveniles.
EL BARÇA
Sin embargo, más allá de Alemania, la noticia se convirtió inevitablemente en portada en todos los medios de Barcelona. Aunque Guardiola ha repetido por activa y por pasiva que su etapa en el Barça "está cerrada", la proximidad de las elecciones y la más que posible presencia de Joan Laporta en los comicios abren la puerta a toda clase de especulaciones.
Hace pocos meses apareció una noticia que daba cuenta de la intención del expresidente de contar con Pep como Director Deportivo de cara a los comicios que se esperaban en 2016, tras acabar su contrato con el Bayern, y al anunciar Bartomeu el adelanto a este mismo año se dio por hecho que Guardiola desaparecería del escenario.
Las palabras del técnico, no asegurando su permanencia al frente del campeón de la Bundesliga más allá del final de esta temporada, reabren toda clase de especulaciones.