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SCOTTSDALE -- El tema de los balones anormales en el Juego de Campeonato de la AFC entre los Indianapolis Colts y New England Patriots no tardó mucho tiempo en convertirse en una de las líneas de conversación centrales durante la semana del Super Bowl.  Los Seattle Seahawks, el primero de los dos equipos en arribar a Arizona para disputar el partido, recibieron toda clase de preguntas respecto a los 11 ovoides de los Patriots que se encontraron con una presión menor a la requerida por el reglamento de la NFL. Las respuestas fueron, en su mayoría, lo que se esperaba. "Pienso que no le prestamos demasiada atención", dijo el receptor abierto Jermaine Kearse. "Estamos enfocados en la tarea a la mano, y eso es ganar otro Super Bowl. No creo que muchos estén enfocados en eso". "No tuvo nada que ver con eso", subrayó el mariscal de campo Russell Wilson, cuando se le preguntó si el escándalo afectaba la preparación de Seattle de cara a la defensa de su título. No estamos enfocados en ello. Estamos enfocados en jugar nuestro fútbol americano y hacerlo una jugada a la vez, y tratar de ganar otro Super Bowl". "Realmente no pienso demasiado en lo que sucede en los medios", dijo el profundo Earl Thomas. "Estoy en mi pequeño mundo. No veo demasiada televisión". El mensaje es claro. Los Seahawks comprenden que lo sucedido en Foxborough no tendrá ninguna repercusión en el partido que se disputará el 1° de febrero en Glendale... a menos que ellos lo permitan. Pero los Seahawks no son campeones por cuestión de azar. Son un equipo que entiende cómo enmudecer las distracciones externas, cuando se trata de la preparación. Sería realmente sorpresivo que a lo largo de la semana, alguno de los Seahawks muerda el anzuelo mediático, pidiendo castigo para sus oponentes. Eso sí, nada va a impedir que Richard Sherman le pique las costillas a la liga con sus declaraciones. "Pienso que la percepción es la realidad", dijo Sherman a los medios. "Es lo que es. Su currículo habla por ellos. Hablas acerca de aproximarse al límite, esto y aquello. Realmente no tengo comentario sobre ello. Su pasado es lo que es su pasado. Su presente es lo que es su presente. ¿Serán castigados? No lo creo. No mientras Robert Kraft y Roger Goodell se sigan fotografiando juntos en sus respectivas casas. [Goodell] estuvo apenas en la casa de Kraft la semana pasada previa al Juego de Campeonato de la AFC. Allí hay conflicto de intereses. Mientras eso suceda, no les afectará en lo mínimo". Está claro que el tema se seguirá tocando frecuentemente a lo largo de la semana, pero los Seahawks llegan entrenados para lidiar con estas preguntas, por más repetitivas que sean. Y sobre todo, están mentalizados para no permitir que sea un factor que influya negativamente en la preparación del gran juego. Después de todo, lo último que se va a escuchar en el vestidor de Seattle, si es que llegan a perder el duelo del domingo, es que cayeron por balones utilizados dos semanas antes. "No hay un inminente riesgo de que suceda algo", advirtió Sherman. "No hay presión ahí. Probablemente un poco molesto por recibir la misma pregunta una y otra vez, pero no es algo a lo que nadie estemos acostumbrados". En cuanto a la cuestión de la integridad del juego, tampoco parece haber gran riesgo allí, de acuerdo a Seattle. "No pienso que la integridad del juego esté bajo asalto, o como lo quieran decir", señaló Wilson. "Pienso que tenemos a grandes jugadores de fútbol americano en esta liga y hacemos las cosas del modo correcto. Conozco a esta organización, intentamos hacer las cosas del modo correcto. Ansiamos lo que nos depara esta semana y en eso estamos enfocados. Así que el resto de las distracciones realmente no nos conciernen". Si en algún lugar se muere el escándalo de los balones, es en el vestidor de Seattle. Los campeones no van a permitir que un incidente totalmente ajeno a ellos, y al duelo en puerta, les distraiga. Para quienes cubren a los Seahawks a lo largo de esta semana, es momento para indagar en otros temas.
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